De acuerdo a la encuesta MetricsMX y otras, Claudia Sheinbaum mantiene excelentes posibilidades de ser la candidata de Morena, y con ello, seguramente convertirse en la primera mujer presidenta de México.

Su éxito lo debe, en primer lugar, a la popularidad del presidente AMLO y cómo ha éste reflejado sus niveles de aceptación en la jefa de Gobierno. En otras palabras, el primer gran éxito de Claudia Sheinbaum ha sido su cercanía con el tabasqueño y cómo éste ha transmito el mensaje de que ella podría eventualmente ser la abanderada de Morena en 2024.

Si bien algunos estiman que la conocida historia de sucesión AMLO-Ebrard continuará como ha ocurrido en el pasado (recordemos que AMLO ha seleccionado históricamente al hoy canciller para sucederle) todos, dentro y fuera de Morena, consideran a Sheinbaum como una seria candidata para sentarse en la silla presidencial.

Otro éxito importante de Sheinbaum ha sido el hecho (o la percepción si el lector es escéptico hacia los datos oficiales) que los niveles de delincuencia han disminuido en la Ciudad de México. Con ello, la capital del país es considerada como una de las ciudades más seguras del país, por encima de otras más pequeñas gobernadas por la oposición. ¿Percepción o realidad? Poco importa, pues en el mundo de la política hechos o ideas inclinan con la misma fuerza la preferencia de los electores.

Omar García Harfuch ha sido un artífice de estos logros. Y Sheinbaum lo ha reconocido. Apenas el lunes la jefa de Gobierno tuiteó: “El trabajo diario y coordinado de nuestro gabinete de seguridad ha dado buenos resultados… y se ha reducido la incidencia delictiva en un 50% en relación con el 2018…” ¡50%! Datos nada desdeñables.

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En otras palabras, Claudia, sabedora de la buena reputación del jefe de la policía, y consciente de los puntos que su labor al frente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana le pueden sumar hacia 2024, explota los logros de su administración con un doble objetivo: cacarear su trabajo como jefa de Gobierno, y, a manera de especulación, posicionar a García Harfuch como un funcionario competente que sea capaz de aspirar a un puesto de elección popular.

¿Se lanzará García Harfuch a la contienda en 2024? Mientras algunos especulan que el funcionario de 40 años podría contar con las competencias y bazas políticas para suceder a Claudia al frente del gobierno de la capital, otros no descartan que el policía será considerado por el presidente entrante, sea cual fuera el color partidista, para desempeñarse en un cargo de mayor -aún- responsabilidad y exposición política.

En todo caso, la mancuerna Sheinbaum-Harfuch parece funcionar. La realidad es que ambos funcionarios estarán presentes a partir de 2024. Una quizá en Palacio Nacional y el otro en el Palacio de Gobierno de la Ciudad de México. Veremos.