Estamos prácticamente a menos de tres meses para que Claudia Sheinbaum tome protesta como presidenta constitucional de México. Conforme a ello, queda claro, la ganadora de los comicios presidenciales tiene casi completa la constitución del gabinete legal que la acompañará en los trabajos en distintas secretarías claves para el desarrollo del país. De hecho, Sheinbaum ha recurrido a la madurez y experiencia de muchos perfiles que, a la postre, le sumarán, además de trabajo, mucho nivel a través de las instituciones del Estado. A la par de ello, Claudia está decidida a legitimar su gobierno con las reformas constitucionales que se han planteado en el primer semestre del año. De entrada, son cinco puntos cruciales que, desde hace unos meses, planteó el mandatario federal, Andrés Manuel López Obrador.

Entre los puntos medulares, queda claro, está la iniciativa de reforma al poder judicial. Siendo así, el propósito es que la propuesta se concrete a finales del mes de septiembre. Eso, además de coronar el sexenio del presidente López Obrador, sentará un precedente importante para el inicio de la administración de Claudia Sheinbaum. De esta manera, se entiende perfectamente el flujo de organización y planeación, si hablamos de un sentido de prioridades para el comienzo. Por eso la expresión es, a todas luces, una clara postura del fin que se persigue. Es decir, la decisión estará en manos del legislativo, pero la figura de la presidenta electa tiene un peso específico que, al final de cuentas, influirá para modificar el marco constitucional. Algo similar a la influencia, o mejor dicho, a la coordinación entre dos poderes de la nación que, se sabe, persiguen una agenda común.

Esto, a partir de las prioridades o metas que se fijaron después de la victoria del pasado 2 de junio, es un punto crucial que se trabaja con coordinación y acompañamiento. La mejor evidencia de ello son las constantes reuniones de Claudia Sheinbaum con los principales operadores en la casa de transición. De igual forma, los posicionamientos ante la opinión pública y, desde luego, el parlamento abierto y los foros de análisis de la iniciativa de reforma al poder judicial suman a favor. Es ahí, está claro, donde detectamos ese orden de prioridades en la agenda de la presidenta electa. Inclusive, desde que se dio a conocer el itinerario de actividades y ponencias, pudimos darnos cuenta de la responsabilidad que, evidentemente, provocó el mandato popular.

Es necesario, lo ha dicho la propia población a través de distintos mecanismos de recolección de información, que existan cambios y ajustes al poder judicial. El mismo Ricardo Monreal, futuro coordinador de los diputados en San Lázaro, ha ido explicando, a lo largo y ancho del país, los puntos más importantes que constituyen el proyecto. Ayer, en efecto, aclaró ante la opinión pública dos puntos medulares que no debemos perder de vista. El primero, evidentemente, tiene que ver con los derechos laborales de la plantilla que trabaja en el poder judicial. En pocas palabras, todas las prestaciones y conquistas, sin excepción alguna, no serán afectadas en lo más mínimo. De hecho, cada uno de los protagonistas se han esforzado al máximo para mencionar ese aspecto. El propio Monreal, alrededor de las giras por el territorio nacional, ha hecho énfasis en ese rubro para que la base trabajadora tenga la tranquilidad.

Ayer, por supuesto, el propio Ricardo Monreal concluyó con los medios de comunicación que la esencia, a grandes rasgos, constituye eliminar los privilegios del poder judicial que, en este mismo espacio de opinión, hemos calificado como una afrenta para la población civil. De igual forma, erradicar la corrupción que se ha fraguado en la impartición de justicia y la toma de decisiones de los magistrados de la SCJN. Es, sin lugar a dudas, un cambio inminente para democratizar y tener equilibrio entre los poderes de la nación. En ese sentido, es importante que la información esté fluyendo con la puesta en marcha de los parlamentos abiertos que, evidentemente, ha resultado un éxito total.

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Siendo así, podemos afirmar que la iniciativa tendrá repercusiones positivas, pues el contenido es de conocimiento público. Eso, naturalmente, explica el alcance que ha tenido y, por supuesto, la dedicación que se ha manifestado a través de la participación activa. Producto de ello, en la medida que se lleva a cabo el parlamento, han surgido propuestas que alimentan el proyecto original. De hecho, los mismos protagonistas, una y otra vez, han dicho que se pueden incluir algunas concepciones que fortalecerán, sin embargo, la elección de los magistrados, para resolver su designación, será con mecanismos claros y, desde luego, no tendrán cambios. Esto se debe, sin duda, al propósito democratizador que han planteado para que exista equidad y justicia.

Algo que está apoyando mucho en ese tema, evidentemente, es la participación y planeación que ha tenido Claudia Sheinbaum desde su casa de transición. Será, al final de cuentas, el parteaguas del inicio de otro gran sexenio que, desde cualquier ángulo, se augura muy exitoso.

Notas finales

Los foros de participación y el parlamento abierto, en definitiva, han tenido su génesis en las entidades federativas. Esto puede verse con la efervescencia que se vive con los diputados electos. Como sabemos, los congresos locales tendrán un poder decisivo una vez que la minuta avance en ambas cámaras federales. Es así como la organización y planeación fluye a pasos agigantados. En Zacatecas, por ejemplo, el relevo generacional se ha echado al hombro la tarea de divulgar los puntos más importantes de la iniciativa de reforma al poder judicial. En ese sentido, debemos reconocer el papel clave de Santos González, ganador de uno de los distritos locales en la capital de Zacatecas. Él, además de fortalecer el diálogo con distintos sectores de la ciudadanía, será un agente de cambio para consolidar las propuestas de la llamada Cuarta Transformación. En esto, claro está, coincidimos aquellos que hemos dado seguimiento puntual a figuras claves como Santos. Es, como dicen los expertos, donde los políticos se forman y encaminan al éxito.