La voluntad del pueblo de México, en su inmensa mayoría, dio el voto de confianza al proyecto de transformación que, para fines de continuidad, pasó a manos de Claudia Sheinbaum, ganadora del proceso presidencial. Ella, como sabemos, se proclamó triunfadora, para ser exactos, en 31 de 32 entidades federativas; es decir, dominó de pies a cabeza la elección. O sea, se propagó el llamado a la unidad y, en el mejor de los casos, el mensaje llegó a cada uno de los rincones de la geografía del país. Desde luego, Zacatecas, que elevó el número de votos a comparación de la elección del 2018, jugó un papel preponderante con la buena conducción de Néstor Núñez en la segunda circunscripción. A la par de ello, que se manifestó así, la ciudadanía hizo posible un triunfo abrumador para el Congreso Local. Hace un par de días, de hecho, la visita de Claudia Sheinbaum —en aquel punto— simbolizó el recuerdo de una campaña triunfante.

Eso, en particular, habla del buen momento que vive el proyecto de transformación. La misma Claudia Sheinbaum, que goza de una popularidad de más del 73%, ha tenido un arranque muy prometedor. Ella, con más de dos tercios de respaldo a nivel nacional, llega a su primer mes de gestión. De hecho, ese quehacer ha comenzado a traspasar fronteras, siendo el marco que se apoderó de los momentos de mayor efervescencia durante su visita a Zacatecas. A eso hay que añadir que, a nivel local, hubo muchos referentes que, por su importancia, brillaron en el acompañamiento de la presidenta de México. Inclusive, hemos dicho con mucha antelación que, desde hace algunas semanas, el clima preelectoral, como pasó hace tres años, da sus primeros pasos con todos aquellos actores que, en el mejor instante de lucidez, se asoman al ejercicio de participación social que tendremos en 2027.

El marco de la visita de Claudia Sheinbaum, además de presentar avances de su labor, fue la mejor imagen para retratar lo que viviremos en los próximos meses en esa carrera por las 15 gubernaturas. En Zacatecas, por ejemplo, la perspectiva sociopolítica, por mucho, favorece a Saúl Monreal. Él, a propósito, es del agrado de la sociedad en aquel punto del territorio nacional, especialmente para la transición del año 2027. Es natural que esa concepción fluya, sobre todo, por la inmejorable tribuna con la que cuenta como senador. La mayor parte de los senadores, en el pasado ejercicio, se posicionaron en la primera línea de las candidaturas. Eso, por lo tanto, ha comenzado a llamar mucho la atención, básicamente por el trabajo realizado en la cámara alta. Y el menor de los Monreal, que es un cuadro sólido a nivel nacional, caminó al lado de la presidenta en su gira por Zacatecas. Eso, en cierto modo, son señales muy claras del ánimo que reina.

Se puede decir, al menos así lo percibimos, que la pelota está en la cancha de una sucesión que, desde ahora, se juega con mucha intensidad. Las propias asambleas de información, que la misma Luisa María Alcalde ha estado encabezando, sirvieron de escenario para el desfile de perfiles que, tengan por seguro, levantarán la mano para las elecciones intermedias del 2027. De hecho, los propios recorridos territoriales de Claudia, al mismo tiempo, sirven como un elemento de unidad y, de paso, son mecanismos de participación para beneficio colectivo. Los mismos encuentros de Sheinbaum, en proporción, son numerosas representaciones que han comenzado a notarse. Algo similar a las visitas que realizaba Andrés Manuel López Obrador. Siendo así, tiene mucho sentido poder hablar de la poderosa conexión que genera la presidenta con los sectores sociales.

Así ocurrió en Zacatecas: miles de asistentes, en una gira de dos días, tuvieron la fortuna de presenciar, además de los avances sustanciales en muchas materias de desarrollo, la visita de la máxima exponente del movimiento de izquierda que, a nivel nacional, llama poderosamente la atención. La misma Sheinbaum, en posicionamiento, ocupa, legítima y merecidamente, un lugar entre los mejores jefes de Estado del mundo. Basta ver las mismas encuestadoras que, en ponderaciones internacionales, miden el pulso social. Eso, evidentemente, es una señal inequívoca de la solidez que tomará el partido guinda en las elecciones intermedias. Hay que esperar a que ese momento llegue; mientras eso sucede, el fenómeno social del lopezobradorismo repetirá los triunfos del 2018, 2021 y 2024.

Las columnas más leídas de hoy

La marcha triunfante del movimiento lopezobradorista, así se percibió en Zacatecas, donde pinta fuerte y vigoroso. La misma Claudia Sheinbaum, que hace unos meses fue arropada contundentemente en esas tierras, regresó para anunciar desarrollo social, inversión, programas sociales, salud y mejores mecanismos de seguridad. En presencia del propio gobernador, David Monreal, se comprometió a seguir avanzando por esa ruta de cambio. En Zacatecas, por ejemplo, la inversión estatal y extranjera, por mucho, ha dado pie al crecimiento económico. Gracias a ello, hay más fuentes de empleo, eso sí, con salarios bien remunerados. Eso se debe, entre muchos aspectos más, al buen trabajo que ha hecho el jefe del ejecutivo estatal.

Eso, al final de cuentas, constituye una enorme ventaja. Hablamos de trabajo fructífero, pero también de esa labor de base que, hoy por hoy, goza de una proporción muy importante de respaldo. El mejor ejemplo, este mismo fin de semana, fueron las imágenes que percibimos en la visita de Claudia Sheinbaum a Zacatecas, lugar que, por cierto, refrendará el triunfo contundente en las elecciones intermedias del 2027.