Hola de nuevo Mariana Rodríguez:

Pues no, tu ida al peluquero no tuvo nada que ver con la solidaridad que presumiste con un niño enfermo de cáncer. ¿Ya empezamos con falsedades? Esta es la razón de que publica una segunda parte a mi artículo sobre tu supuesto apoyo a la criatura, titulado “Soy mujer, tuve cáncer, perdí mi pelo y me rapé… y te quiero decir algo, Mariana”.

Y es que no, no te rapaste como platicaste llorando en tu video de Instagram. Tan solo te hicieron un corte a la italiana; bastante mono, lo que sea de cada quien, un cambio de look que te beneficia —te felicito— , pero nada que conmueva a alguien que sufre la más terrible de las enfermedades.

Mariana Rodríguez se corta el cabello en apoyo a niño con cáncer

No sé si tu esposo, el gobernador Samuel García, está contento porque te vez ahora más guapa, o acaso esté sufriendo porque lo has hecho quedar bastante mal, a él y a su gobierno que viene a ser puro show.

Porque eso no es raparse, Mariana. Eso, querida, no es estar igual que un niño que pasa por un proceso de quimioterapia y pierde todo su cabello. Marianita, así no.

Esto es perder el cabello, Mariana. Esto es raparse. Así estaba yo, sin nada, cuando sufrí el horror de la quimioterapia:

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La autora de la columna cuando sufrió el horror de la quimioterapia

La verdad es que te quedó muy bien ese look. Eres hermosa y te va divino, pero eso no fue raparse, eso no fue solidarizarse genuinamente con una causa. Eso fue querer tener el centro de los reflectores encima de ti, usando un tema tan delicado como lo es un niño enfermo. Y eso, princesa del viejo reino de Nuevo León, eso no tiene nombre. Eso es una burla.

Créeme que me hubiera callado al verte rapada. Te habría admirado, a pesar de que evidentemente lo habrías hecho para ganar adeptos políticos. Pero, ni hablar: no cumpliste.

En todo el mundo hay gente que se rapa en solidaridad con quienes enferman de cáncer, sobre todo si son niños. Mi madre, mi padre, mi hermana y mi compañero se raparon en solidaridad conmigo.

Lo tuyo fue solo un cambio de look, Mariana. Échale más corazón y más sinceridad a tus causas.

Te ves muy bien con cabello cortito a la italiana, pero al niño enfermo lo usaste con fines políticos y eso no es ético.