Al cabo del sexenio que se ha conllevado por parte del licenciado Andrés Manuel López Obrador que está a pocos días de culminar y en medio del abrumamiento que están causando las reformas del poder judicial, que por su naturaleza tendrán un alto impacto en nuestra vida diaria, también valdría la pena analizar que decisiones han impactado a lo largo de estos 6 años, donde en un principio se gritaba a los 4 vientos “prometer no empobrece”.

Como no recordar la promesa de la disminución del precios de los hidrocarburos en lo general, en economía existe una técnica que se denomina “deflactar” la cual se utiliza para eliminar los efectos de la inflación en los datos económicos, pasar de los precios corrientes a los precios constantes, lo que se podría decir exhibe la realidad de la situación sobre el comportamiento de los precios.

Algo que genera un impacto en la mayoría de las viviendas mexicanas es el precio del gas licuado, que haciendo memoria de cómo se encontraba la situación de dicho precio en su año de inicio, era de 19.73 por kilo (precio corriente) promedio a nivel nacional que se puede observar en datos públicos que para hacer el ejercicio ocupa el Índice Nacional de Precios al Consumidor, que muestra el Banco de México con base en la segunda quincena de julio (2018) y el precio para el mismo mes de este año (2024) es de 19.68 por kilo (precio corriente), es aquí donde inicia el proceso de exponer la realidad que ha tenido efecto para bien o para mal la inflación acumulada, que es un argumento cotidiano por parte del presidente hasta el día de hoy.

Para poder hablar sin tanta polémica y a cifras duras es conveniente saber, el deflactor que tiene el Banco de México para el mes de julio es 136.003 y si bien no se esta descubriendo el hilo negro de la economía, si se puede argumentar que el precio real de gas LP al mes de julio 2024 es de 14.47, no se puede sentenciar tajantemente el sexenio cuando se ha ejecutado en cierta parte una de sus promesas al tomar el cargo y el impacto repercute al bolsillo de las familias mexicanas teniendo la convicción a cualquier partido político, a opinión personal uno de sus principales obstáculos fue el adjudicar tantas promesas como lo era su anhelo de un cambio que se vio reflejado en su famoso escrito “100 compromisos” porque así como se ve el resultado favorable, quedaron compromisos inconclusos como la descentralización de las oficinas de gobierno y de las secretarias, esta nueva etapa sin cambiar de color pero bajo la perspectiva de las nuevas riendas o si bien le va a dar continuidad, valdría la pena seguir con el ejercicio de observar la continuidad de los compromisos o lo nuevos compromisos de la nueva presienta la doctora Claudia Sheinbaum para abordar en todas las áreas de oportunidad que dejo este sexenio que esta por culminar que no son pocos.

El optimismo de la nación es existente, por algo la cantidad de aprobación que tiene el partido actual por el cual sigue, pero también es notorio el desgaste que puede existir tan pronto como le sucedió al Partido de Acción Nacional que en su intento de cambio de rumbo solo le duro dos sexenios ocasionando el retorno a los mismos colores.