Los analistas de Estados Unidos no son infalibles. Nadie lo es, ni el llamado sumo pontífice de la iglesia católica.

Sin duda, es puro cuento —y muy mal contado— el de la infalibilidad, sobre todo la papal. Pero hay que creerle a la prensa estadounidense cuando, después de tanto atacar a la 4T, de pronto descubre que el gobierno de México ha hecho la tarea en el tema que más preocupa a los gobiernos de ambos países, la violencia acá de este lado, en buena medida agravada porque mafias de allá de aquel lado venden, inclusive baratas, grandes cantidades de armas de combate a los grupos criminales que operan en nuestro territorio.

Un periódico importante en el mundo de los negocios globales, The Wall Street Journal, ha visto por anticipado el plan de seguridad de la presidenta Claudia Sheinbaum y lo ha aprobado.

Ese es un diario tan influyente como Financial Times en los cuarteles de los meros meros del capitalismo mundial —eso sí, con menos calidad editorial el rotativo gringo que el británico—, así que no es poca cosa la percepción de sus editores: Claudia, con el apoyo de las fuerzas armadas y la Guardia Nacional, logrará la hazaña de poner orden en la crisis de inseguridad en México.

Seguramente el plan de seguridad de la presidenta Sheinbaum tiene sentido —estructura, lógica, metas realistas, procedimientos para alcanzarlas y suficiente presupuesto—, por lo que los especialistas del WSJ deben haberlo visto ciento por ciento viable.

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Si de algo saben en Estados Unidos es de crisis de violencia en otras naciones porque su gobierno, sus magnates lavadores de dinero y sus mafias criminales participan —las financian— en casi todas.

Además del plan perfectamente diseñado y con estrategias correctas para implementarlo, los gringos lo consideran a priori exitoso porque Claudia ya demostró que en ese terreno puede. Lo hizo en la Ciudad de México con la colaboración de su hoy secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, y su consejera jurídica, Ernestina Godoy; ahora mismo con la participación de una mujer de primera, ya experta en el tema, Rosa Icela Rodríguez, la secretaria de Gobernación.

Necesitábamos una noticia de alto impacto, y llegó.