“Si nos dejan

Nos vamos a querer toda la vida

Si nos dejan

Nos vamos a vivir a un mundo nuevo

Yo creo podemos ver el nuevo amanecer

De un nuevo día

Yo pienso que tú y yo

Podemos ser felices, todavía.”

José Alfredo Jiménez

El colmo del valemadrismo; también del descaro. Evelyn Salgado, gobernadora —en teoría— de Guerrero, cantando con el Coque Muñiz ‘Si nos dejan’.

Me dirán: “no es su culpa celebrar en la misma noche que abandonaban 11 cuerpos desmembrados de quienes habían sido reportados desaparecidos desde finales de octubre”. Quizá no, ¿pero qué tal la desidia? O el dedicarse a cantar con la Orquesta Sinfónica de Acapulco (uso de recursos estatales para disfrute personal) mientras la entidad que dice gobernar está destrozada por los impactos naturales y, peor aún, por la violencia ejercida contra la población por grupos criminales como Los Ardillos.

No pueden esgrimir —como les encanta hacer— que se trató de ‘un ajuste de cuentas’, pues entre las víctimas hay cuatro menores de edad y dos mujeres. Inocentes. Personas reconocidas en su comunidad como buenas, que no le hacían mal a nadie.

Como muestra de su poderío y de la inutilidad del gobierno estatal, la banda delincuencial dejó la camioneta con los cuerpos a menos de un kilómetro de la fiscalía guerrerense; las luces encendidas, ni más ni menos.

¿Y qué hace la autoridad? En lugar de aislar la escena del crimen, los policías ministeriales se llevaron la camioneta a sus oficinas. ¿Peritajes, reconstrucción del hallazgo, fotografías, búsqueda de indicios criminales, revisión de huellas dactilares, búsqueda de testigos?, ¿cualquier indicio que coadyuvara a identificar a los asesinos? Para nada.

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Eso sí, muy prestos, la fiscalía salió a defender “las diligencias” que realizó… Lo que pretextaron no lo reproduzco aquí por respeto a los familiares de las víctimas.

Lo de siempre: dan motivos para que, en el remoto caso de que agarraran a los asesinos, estos salgan libres argumentando violaciones al debido proceso. Ya culpará la 4t a los poderes judiciales local y federal; eso se les da muy bien…

Mientras Otis mató a 45 personas y en este año John mató a 2 guerrerenses, en menos de una semana los delincuentes asesinaron a 30 solo en Tecpan de Guerrero. Sumémosle —de acuerdo a la versión oficial— 25 asesinados en los últimos dos días en el estado (cuatro de ellos en Acapulco).

¿Y si a los asesinados los “hubieran dejado” vivir en paz y continuar trabajando para ganarse de forma honrada la vida? ¿Qué tal que mejor “los hubieran dejado” sin cobros de piso y sin haber pagado con sus vidas y la de sus familiares?

Mientras las carreteras y caminos en Guerrero son una amenaza a la vida misma porque están infestadas de delincuentes, la cantante Evelyn Salgado se traslada austeramente en helicóptero a Zihuatanejo. ¿Utilizar la carretera federal de la Costa Grande? Cómo para qué, si ahí matan…

No es la primera vez que la gobernadora canta; en sus cierres de campaña siempre lo hacía. No importa si lo hace bien o mal. Tampoco si es su hobby o si es una cantante frustrada. Lo que nos debe importar es su nulo interés hacia su gente. El cómo se divierte, canta y regocija mientras sus gobernados son asesinados.

No hace muchos años cuando aquel alcalde de Guerrero y su esposa se encontraban en una fiesta mientras se masacraba a los 43 de Ayotzinapa, fueron de tal manera señalados, que tuvieron que renunciar y sí, la impunidad y desaseo de aquel evento fue una de las razones que más fortaleció a la campaña de López Obrador. No permitieron que esa tragedia pasara desapercibida. Pero ahora al tratarse de la hija de Félix Salgado Macedonio y ser parte de la 4t no se hará nada. No se señalará su falta de empatía, no se diga su irresponsabilidad hacia todos los guerrerenses, que ven pasmados cómo ella se divierte, custodiada por equipos de seguridad, mientras ellos son masacrados.

Que cantara con Coque Muñiz no debería solo causar indignación entre la ciudadanía, tendría que ser motivo para que el Congreso le hiciera un juicio político (ahora que Gerardo Fernández Noroña los ha popularizado) o bien, como el gobernador de Guerrero cuando ocurrió lo de Ayotzinapa, que renuncie. No lo hará y nadie de la 4t ni siquiera lo sugerirá. En cuestión de días olvidaron al alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, quien cobardemente fue asesinado y decapitado.

Hay muchos asesinados como para guardarle luto a uno solo, a cualquiera. Mejor cantar… O circular en una Cybertruck de Tesla valuado en casi dos millones de pesos, así como lo hace la diputada local de Morena por Chilpancingo Citlali Téllez...

De verdad que uno ya no sabe para dónde voltear. Cinismo, corrupción, incongruencia, burla.

Félix Salgado se desgañita en el Senado diciendo que es un “traidor a la patria” quien quiera enfrentar a los criminales con la ayuda de los Estados Unidos, pero bien que guarda silencio sobre las tragedias y asesinatos que suceden en su estado. ¿Cuál es la verdadera traición?

Tal vez si estas “austeras autoridades” sátrapas de la 4t se dedicaran a su labor o al menos “si nos dejaran” a los ciudadanos tener verdaderas autoridades y no cantantes de vodevil, en Guerrero y en el resto del país podría haber cierto orden, cierta seguridad, cierta capacidad de vivir.

Giro de la Perinola

Sabemos que a los políticos de la 4t les fascina cantar.

Félix Salgado Macedonio, papá de Evelyn. La misma Evelyn, sin olvidar a Fernández Noroña cantando en el INE, o las múltiples canciones que nos enjaretó López Obrador en su mañanera. Hasta Beatriz cantó con Manzanero y Laura León. Pues nada, ninguno de ellos ni sus canciones será tan escuchado y seguido como cuando ocurra que El Mayo Zambada “cante” ante el juez en Estados Unidos.