Soy una mujer creyente; creo en Dios, absolutamente. No soy tan buena católica porque no soy muy obediente de lo que dictan las reglas de la iglesia, pero para mí los días santos son muy importantes. De niña, siempre fui una persona muy espiritual: Jueves y Viernes santos para mí tenían un significado especial por lo que trataba de orar, y de pronto aislarme para conectar con el significado de estos días.
Para los que creemos en Dios, estos días son de gran valía y estoy convencida que también lo son para los ateos. Aunque lo nieguen. Algo se respira en el ambiente. Y por lo general los días santos se nubla… y muchas veces incluso hasta llueve... Siempre llueve.
Son días que nos llevan a la reflexión indiscutiblemente. Nos cuestionamos el origen de nuestras vidas, extrañamos a los que amamos y se han ido y nos preguntamos cuál será nuestro fin.
Los que confiamos en Dios sabemos que todo está ya planeado por él y que hagamos lo que hagamos hay un poder superior que decide y dirige.
Son días llenos de calma, de una extraña paz.
Pero hoy que escribo esto, siendo Jueves Santo, se percibe más paz en el ambiente porque, reconozcámoslo: No hubo mañanera. Y cuando no hay mañaneras entre semana el ambiente y el ánimo en la gente es diferente.
Y es que el presidente no termina de entender que su estado de ánimo nos afecta a todos.
Pero dado que diariamente está enojado con alguien o algo repercute en nuestro modo de ver la vida y el mundo.
Claro que es necesario ya por salud mental no ver más las mañaneras De cualquier modo, sobre todo en redes, muchas personas retoman fragmentos y segmentos en donde se ve a un presidente encolerizado, cargado de odio y de resentimiento. Es evidente que oírlo hablar así y ver su rostro desencajado y enfadado ni ayuda en el ánimo de nadie.
Así que para estos días santos, AMLO anunció que no habrían mañaneras ni hoy, Jueves Santo, ni mañana, Viernes Santo.
Y tan se quiere ir a descansar que de plano dijo que ahí le dejaba encargado el país a don Adán Augusto, por si algo pasaba. Así como un “conmigo no cuenten” en estos días.
Y digo, estoy de acuerdo que se retire a descansar, estar enojado y agrediendo todos los días debe de ser muy cansado; pero de eso de, ya de plano, decir que dejaba el país a cargo del secretario de Gobernación es un poco alarmante porque eso nada más pasa cuando los mandatarios se someterán a procesos quirúrgicos donde en definitiva no pueden ni tomar decisiones ni dar la cara.
Pero en este caso, sinceramente yo creo que hasta por recomendación médica, al presidente le sugirieron descansar y en verdad desconectarse de todo.
También nosotros lo necesitábamos. Dejar de ver su imagen es realmente bueno y le beneficia. Es bueno para todos.
Así que en estos días sin mañanera podremos escuchar al silencio y reflexionar y orar creyentes y no creyentes para que Dios le dé entendimiento, claridad y guía a nuestro presidente, por el bien de él y de todos también.
Qué tengamos y vivamos estos días de Semana Santa en paz y en calma... Nos lo merecemos.
El presidente también se merece descansar y ojalá pueda reconsiderar la forma en que tiene de transmitirnos todos los días sus enojos. Eso nos daña y permea en el ánimo.
Necesitamos mexicanos con más esperanza y con más paz.
Que así sea.