Y es que, ¡ah!, qué de contenido le daba Andrés Manuel López Obrador a la prensa cuando hacía sus mañaneras. Ahora entiendo el porqué todas las encuestas lo catalogaban como el presidente más popular del mundo.
Pues sí… todos los ojos estaban puestos en él y en las puntadas que se aventaba en sus mañaneras. Reporteros y cámaras listas para captar sus mejores momentos, o los momentos más chuscos digámoslo así.
Pero desde que entró Claudia Sheinbaum al poder pues parece que nada pasa. Sí, sí pasan cosas: siguen los asesinatos y los cadáveres desmembrados, las masacres de las que se reía el expresidente; pero ella nos hace sentir que nada pasa. Al menos así lo percibo yo.
Como diría mi padre que en paz descanse: “No news, good news”.
Entonces ya se acabaron los temas de sobre mesa desde que se fue López Obrador, hay un hueco raro difícil de llenar.
Y no es que el trabajo del expresidente ni de la actual presidenta sea precisamente el de entretener, pero realmente poco se sabe de lo que Claudia Sheinbaum dice en sus mañaneras; digamos que no trasciende ni se viraliza porque dice pero parece que no dice.
A veces personalmente busco la forma de saber qué dijo porque me interesa conocer qué rumbo que va tomando este país y porque desde siempre me ha gustado estar bien informada.
Ya sé que pensarán los morenistas si alguno es que me lee que “ningún chile me embona”, pero la verdad es que deben de entender que tenemos muchos el Síndrome de Estocolmo y como que generamos un apego irracional hacia el exlíder de la nación, entonces aún no terminamos de entender a Claudia Sheinbaum, que aunque muchos dicen que es una calca de López Obrador, en realidad sí tiene una personalidad distinta a la del presidente.
O quizá ahora quiera ser más mesurada y recatada porque en mi cabeza tengo la imagen de ella de joven estando en la grilla gritando con altavoces en la UNAM.
Y pues sí, con Claudia parece que no pasa nada, pero sí pasa.
Es preocupante, por ejemplo, que muchos antros y bares están cerrando en todo el país por la inseguridad. Aunque también no estoy tan segura que esos lugares estén en orden en cuestión de permisos y demás.
Pero sí, sí pasan cosas, pero parece que no pasa nada.
“No news, good news” (no hay noticias, es que son buenas noticias) pero sí las hay pero casi no se habla de ello.
Y es que por ejemplo Claudia nunca menciona al periódico Reforma, que es el que publica las cosas como realmente son.
Pero entonces es que nadie se fija en el Reforma, es más, sus ventas habrán caído en un gran porcentaje, estoy segura.
Pues bueno, la nada… en donde sí hay el todo.
Estemos atentos. Ya nos desaparecieron el INAI y no nos dimos ni cuenta. Eso es peligroso. Tanto silencio también es peligroso.
Lo dejo para su análisis.
Es cuanto.