Hace ya bastante tiempo, para serles sincera, hace más de un año, mi cuenta de Twitter fue banneada. ¿Qué quiere decir esto?: Que fue señalada por alguien más (varios más diríase) y la “acusaron” como que era una cuenta que podía ser peligrosa y contener material violento.

Una cosa no es verdad, pero la otra sí. Y es que durante los 10 años que llevo usando Twitter, con claridad, he hablado y descrito con imágenes la convulsión que se vive en este país. Lo hice durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, pero jamás había sido “censurada”.

A alguien o muchos no les gustó que expusiera con imágenes las escenas violentas que se viven en este país y que no es que yo grabara, por supuesto, directamente pero replicaba.

El banneo quiere decir que mi cuenta aparece con una advertencia de lo peligrosa que es y del contenido fatal que puedes encontrar dentro de ella si quieres entrar. El colmo.

Twitter no valora o no reconoce que en mi cuenta no solo me he dedicado a hablar de política y señalar los errores e injusticias qué hay en este país.

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También he hecho mucha labor social, intentando ayudar a algunas personas y creando redes de apoyo para darle la mano a alguien más y esto no ha sido gracias a mí, sino a toda la comunidad que me sigue y que interactúa conmigo.

Eso Twitter pues no lo ve.

El tema es que hoy por hoy, he perdido el acceso a mi cuenta original, @panaclo, y no sé si algún día me la devuelvan.

Les contaré cómo es vivir sin Twitter:

Para mí fue caer en un profundo vacío y soledad. Y sí, ¿entonces quiere decir que soy adicta a las redes? Entonces puede ser posible.

Pero al no contar con Twitter sentí una desconexión brutal con el mundo de afuera, no nada más en términos noticiosos, sino la conexión que siempre he tenido con la gente, con esa gente que no conozco pero que me sigue y de la que me siento muy honrada y agradecida porque ahí están, hablando conmigo, dándome ánimos y creando conversaciones e historias sin conocernos.

También, vivir sin Twitter es en realidad no saber cómo podría ocupar el tiempo que le dedicaba a otras cosas, me he puesto a leer más y a atender otras cosas de la vida. Ciertamente…

Después de no poder estar mucho tiempo sin Twitter, abrí otra cuenta: @Panaclo23. Pero de tener 56 mil seguidores ahora solamente tengo uno el cual agradezco profundamente, pues se siente extraño porque por más que escribo parece que le hablo a la nada.

Sin embargo, descubrí que soy más que una cuenta con muchos seguidores. Soy un simple ser humano que de pronto se sintió fortalecido por tener una cuenta con tantos seguidores y de la nada, sentirse nada por no tenerlos.

Pero sigo siendo valiosa e importante. Y lo que digo y escribo sigue teniendo peso y sustancia.

No dejaré de luchar para que mi cuenta me sea devuelta. Realmente yo misma me puse muchas trabas para recuperar mi cuenta blindándola con códigos de seguridad que no eran necesarios, como si yo fuera tan importante y esos líos de los códigos de seguridad son los que ahora no me dejan accesar a ella.

Tendré que volverme más humilde y no dejar de escribir en mi nueva cuenta. Quizá no sea relevante ni importante porque no tendrá el número de seguidores que tenía en la otra pero así como empecé de cero hace diez años quizá tenga que hacerlo de nuevo.

Sería un milagro que me devolvieran mi  anterior cuenta.

Pero creo en los milagros.

Y sí, soy adicta a Twitter y no le deseo ni a mi peor enemigo pasar por la pérdida de su cuenta porque en verdad que te enlaza con el corazón

No sé si Twitter siga siendo la red social más importante, pero hoy estoy segura que sí lo es.

Tú qué me lees y me has leído con anterioridad, te pido me ayudes a pedirle a Twitter que revisen mi cuenta y me la devuelvan íntegra.

No se vale la censura y eso pasó conmigo y por querer luchar contra la censura, ahora la tengo clausurada.

En fin… que a ver qué hago con lo que queda del día. Sin Twitter es difícil imaginarse un día redondo.

Pero ahí estaré en mi otra cuenta viendo si alguna vez el milagro de recuperar la anterior se me da.

Gracias a todos los que me leen acá que me seguían por @panaclo…

Por ahí los espero en @panaclo23 o en algún lugar de este hermoso mundo.

La vida tiene que seguir.

Es cuanto.