Ambos estados tienen historia e historias. Estados hijos de la Sierra Madre Occidental. Hermanos de la geografía y en cultura. Mazatlán es la playa de Durango. Durango es la cúspide de la sierra sinaloense.
Este sábado hubo encuentro en el estado minero. Uno era de Sinaloa, los otros estaban en Durango. A leguas se les miraba que andaban buscando algo. Son gallos que no se asustan de “la grilla”. El objetivo, espaldarazo para Marina Vitela. De paso, acuerdos. Sinaloa tiene intereses en Durango y viceversa. El Presidente López Obrador, también. Cada gira de AMLO para estas tierras, lo hace pisando ambos estados.
En política nada es coincidencia. Rocha Moya, Nacho Mier y Mario Delgado de gira por Durango. Marcelo Ebrard, también, se mueve y se muestra. Todos con un interés. Rubén Rocha Moya se mueve como mariscal de campo para tejer fino. Pocos recuerdan que Ignacio “Nacho” Mier conoce bien la tierra de Pancho Villa, fue delegado de Morena en ese estado. Mario Delgado no se manda solo y Durango debe llevar buenas cuentas.
Primero, en Sinaloa. Los rumores no se hicieron esperar después de filtrarse la foto de Rocha Moya, Nacho Mier y Estrada Ferreiro en Sinaloa. Qué si Nacho vino a poner orden. Qué si ya llegaron a un acuerdo. Especulaciones muchas. La realidad, es más simple que la política. La amistad entre el gobernador y el coordinador de los diputados de Morena es sólida. De esas que se conservan y corresponden con los años.
Lo cierto es que Rocha Moya y su amigo Nacho Mier, volaron juntos a Durango a apoyar la campaña de la candidata de Morena a la futura gubernatura de la tierra de Pancho Villa. También se dieron cita varios diputados federales. El encuentro fue mostrar el músculo de Morena. Marina Vitela lleva buen respaldo.
Segundo, en el estado minero hubo de todo. Saludos, gritos, aplausos y vítores para Don Marcelo. ¿Qué andaría haciendo por la sierra el Canciller de Relaciones Exteriores? Ese mensaje a Palacio Nacional llegará de quien debe.
Llamó la atención que el mandatario sinaloense siempre estuvo sentado de lado de Don Nacho Mier, su amigo. El que sabe quién sí y quién no está en el proyecto de la 4T. El que de verdad le habla al oído al Presidente. No lo piensen dos veces.
Suposiciones aparte. El diputado Mier vino a Sinaloa a saludar a Rubén Rocha Moya. De paso, se fueron a la gira en Durango. Como buenos amigos, estuvieron presentes en La Laguna y Gómez Palacio, en apoyo de la candidata.
En una semana agitada, hay que decirlo, Rocha envía el mensaje del saber hacer política y conservar amigos. Sabe que no necesita aliados de membrete o qué nunca fueron o serán. Ahorita es cuando. La fuerza del aún entrante gobierno le permite restar lastres para navegar las turbulentas aguas venideras. Después, no será tan sencillo. Las negociaciones para las alianzas se encarecen.
Sin duda esta gira traerá movimientos interesantes. Nadie se manda solo. En el argot beisbolero que tanto le gusta al Presidente: no hay bateo libre. Todos voltean a ver las señales del manager. En política como en el béisbol. El manager se vale de subalternos. AMLO tiene en Mier un excelente catcher, también da señales, llevan la aprobación del manager. Si los peloteros las ignoran corren riesgo de quedar out. En Sinaloa hay buenos beisbolistas… pero no todos.