Los antecedentes políticos de la oposición, en los últimos años, no son alentadores si nos guiamos por los datos que, a la par de su decadencia, han ido en detrimento. No sé realmente que busque la oposición; lo que es un hecho es que, en la actualidad, están prácticamente desdibujados que, como tal, será un efecto duradero de degradación ante la falta de liderazgos y, por si eso fuese poco, ante la presencia de un contrapeso blandengue. Desde luego, para constituir un partido se necesita la participación de la sociedad y buena parte del cariño de la población, al menos del 3% del electorado para tener una vida orgánica. Algunas organizaciones sociales lo han logrado y otras, como México Libre, han fracasado en el intento al no reunir los requisitos mínimos.

Desde el momento en que la oposición no ha logrado ponerse de acuerdo y unificar una sola expresión, las cosas no han funcionado. Hay, sin exagerar, más de 20 organizaciones que han buscado hacerle contrapeso a Morena y, si contemplamos su rentabilidad, han quedado sepultadas y defenestradas por la misma población civil. Somos MX, el nuevo experimento de Claudio X González y Guadalupe Acosta Naranjo, no tiene futuro. Sucederá lo mismo que México Libre, Frente Amplio por México y toda aquella nomenclatura que, desde su nacimiento, estaba predestinada al desgaste anticipado por la premisa que hay de la crisis profunda que vive la derecha, México Mx, se supone, es un grupo de políticos que ha transitado en las filas del PRIAN y PRD; sin embargo, realmente es una metamorfosis que se desprende del PRIAN.

Hay un vacío enorme de liderazgos que, si examinamos uno por uno, no podemos augurar un poder de convocatoria, lo mismo que un espíritu de liderazgo que sea altamente atractivo para la población civil. No sé si realmente alcance el registro, pero, sí es así, el porvenir, por lo menos en las elecciones intermedias del 2027, tendrá el mismo destino que el PRD. Eso, en general, se puede ir anticipando por la falta de elocuencia y, sobre todo, por no asegurarse de construir un proyecto de nación. Eso mismo aseguraban con Xóchitl Gálvez y allí están los resultados; una determinación express no es, políticamente hablando, la solución a la degradación que vive la derecha. Haciendo el control de daños, de hecho, la oposición salió perdiendo más terreno y, en ese lapso, dividida ante el reparto de culpas. A su vez, queda claro, atestiguamos el ocaso del Sol Azteca, que pudo marcar la diferencia en su momento, pero que decidió entregar las bases ante el canto de las sirenas de Claudio X González.

Ese fracaso, combinado con la pobreza política con la que se expresa la derecha, no son componentes que sumen a favor para construir un contrapeso que, como tal, no existe. Somos Mx, sin temor a equivocarme, ni siquiera figura como una fuerza que pueda competir al tú por tú a Morena. No lo hicieron el PAN, PRI y PRD juntos, mucho menos un componente variopinto que lleva consigo el estigma de la corrupción. Lo que hemos atestiguado y comprobado, es el poder de una fuerza o movimiento como el que constituye Morena. Ayer mismo lo dijimos con una base sólida de fundamento: el lopezobradorismo ganará el mayor número de ayuntamientos en Durango y Veracruz. Podemos leer este hecho, que por cierto será el preludio para el tsunami morenista en 2027, como una escenario dibujado a favor del partido guinda o, en el mejor de los casos, para la coalición Seguimos Haciendo Historia.

Las semanas transcurrieron y, en concreto, Somos Mx buscará las firmas necesarias para constituir un partido. Veo muy complicado que eso suceda, sin embargo, pueden arañar el registro al hallar respaldo del PRIAN. Eso, como dije antes, se antoja difícil, máxime con una oposición que se ha fragmentado luego de la paliza que recibieron el pasado dos de junio. Hoy, al igual que en otras circunstancias similares, han tomado la decisión de ver nacer a Somos Mx. Es, sin ir más lejos, más de lo mismo; es decir, una metamorfosis de México Libre o del propio Frente Amplio por México. Todos ellos, por cierto, no ofrecieron resultados tangibles en el corto plazo. Desde luego, la población civil, a través de la propia participación social, les ha cobrado factura en el momento que han intentado aprovecharse de la buena voluntad de los votantes.

Es un tremendo reto el que enfrentará Somos MX. De lograrlo, tendremos que reconocerles, con el porcentaje requerido, que han superado la prueba de fuego. Desde mi punto de vista, que no hay que alejarnos de esa concepción por los antecedentes recientes, no tendrán futuro, mucho menos para hacerle frente al dominante paso de Morena y el abrumador respaldo que tiene Claudia Sheinbaum.