“Las siete ya van a dar

El niño va a merendar

Las siete van a sonar

Y es cuento de no acabar

Porque el niño es un llorón

Que siempre sale con esta canción

Ay, mamá

Me duele mi diente

Porque traen la leche caliente

Yo así no la quiero tomar

Que se la lleven a enfriar.”

FRANCISCO GABILONDO SOLERA

Si camina como ganso, se cansa como ganso, seguro es López Obrador. El asunto es que va feliz en carroza, pero la norma es que esta se convierta en calabaza a las 12 en punto.

Es verdad lo que dicen: el año más difícil del sexenio de cualquier presidente es el séptimo.

En la historia moderna de nuestra nación, los mandatarios más aferrados al poder han sido sin duda Salinas de Gortari y ahora López Obrador. Para ese par, aquello de ‘lo que te choca, te checa’ se convierte cierto. El ego de ambos ha alcanzado niveles insospechados. ¿Se acuerdan cuando el “innombrable” al final enloqueció realizando hasta una huelga de hambre?

Pues bien, no hay sorpresa (¡cuántos años llevo advirtiéndolo!), López Obrador no se quiere ir. Cual moderna “Cenicienta política” quiere bailar lo más posible.

Palacio Nacional es mucho Palacio como para irse a refugiar a “La Chingada”. Ya sabemos que no se quedará quieto. Las veces que regrese a la capital —yo ni siquiera creo se irá— será por vía terrestre, tratando de “jalar” gente y restregándole a Claudia el “punch” que aún tiene entre el pueblo mexicano. ¿Volverá a sus andrajos o seguirá usando Suburbans machuchonas, bien austeras?

Las columnas más leídas de hoy

Mala señal, muy mala, que, a menos de 90 días para el cambio de estafeta, Andrés Manuel lance una nueva campaña de publicidad; dice mucho de su talante y de sus intenciones.

Se sabe diminuto y es a base de diminutivos, lindo, chiquito, inocente e infantil, como quiere verse reflejado en el psique colectivo. Deja que corra la campaña del mini AMLO; caricatura digital virtual para reiterar su presencia como el “cabecita de algodón”.

La estrategia no es mala, lo que no la hace menos perversa: ¿cómo una caricatura con esas características puede ser culpada por el desastre que fue el Insabi? Que la tragedia se cuente en millones de pesos y en cientos de miles de muertes, para él es lo de menos.

Y para eso precisamente le sirve la caricatura. ¿Quién se lanzaría a culpar a una adorable producción animada?

Pero como la usa de parapeto (esto es, evidentemente no quiere pasar a la posteridad como una simple caricatura), es que Andrés Manuel anuncia ahora —sí, al cuarto para las 12– toda clase de nuevos programas sociales y/o de viejos logros. Esta semana se la ha pasado hablando de los nuevos créditos a la vivienda vía el INFONAVIT, del IMSS Bienestar (ya mero llegamos a Dinamarca)…

Es muy difícil despedirse del poder, ¡se le nota! Le da el visto bueno a los anuncios de gabinete de Claudia y se la lleva con él a sus giras. Nunca un “yoyo” había durado tanto.

Que a estas alturas del partido, decida lanzar una nueva campaña de publicidad, grita lo siguiente: hagamos lo que sea para mantenernos en el ánimo de las personas y si se puede en el poder.

Pésima señal.

Giro de la Perinola

López Obrador se enoja, explota contra el TEPJF por la resolución que le señala vulneró los principios de imparcialidad en la contienda. Total, solo habló mal de Xóchitl 90 veces, burlándose de ella otras tantas. Únicamente coaccionó el voto de la ciudadanía e hizo uso indebido de los programas sociales…

Por supuesto, si alguien señala lo obvio, la víctima siempre es él…

Atención: es posible que utilice este desaguisado para decir que se queda más tiempo.