Hola, Mariana Rodríguez:

Mi nombre es Claudia, no me conoces, pero yo sí sé de ti. Sé, por ejemplo, que eres Mariana Rodríguez, influencer y esposa del gobernador de Nuevo León, Samuel García.

Déjame te platico un poco de mí. Tuve cáncer de mama a los 29 años, bastante agresivo y viví toda la brutalidad que conlleva el tratamiento, como es la caída del cabello por la quimioterapia.

Mi padre me dio al inicio de mi enfermedad una cajita de regalo con una rasuradora y una notita que decía: “Cuando estés lista”. El día que “estuve lista” llegó y me rapé. A solas. Sin decirle a nadie. Con ese dolor que era mucho y muy profundo. Perder el cabello es una parte que a nosotras las mujeres nos duele bastante emocionalmente.

El peluquero de mi padre

Mi padre al darse cuenta que ya me estaba rapando, me tomó de la mano y, junto con mi pareja, me llevó a su peluquero de toda la vida. Pidió que lo raparan. Y mi pareja también se rapó. Ahí estábamos los 3 sin pelo, en silencio. Sin hablar. Y así, sin más gente alrededor, nos fuimos de ahí. Fue el momento más duro y más profundo de todo mi proceso. Y aún al escribirte esto y recordarlo se me derraman unas lágrimas.

Ahora sé que te vas a rapar, Mariana (no sé hasta dónde lo vayas a hacer) en solidaridad con un niño que conoces que tiene cáncer y que no han querido someterlo a quimioterapia porque piensa la madre que se vería feo.

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Todo esto suena muy lindo, salvo por un inconveniente: lo anunciaste como si fuera un show y esas cosas no se anuncian: se hacen.

Tristemente eso me quita la idea de que tu acción venga genuinamente de tu corazón, y de una manera completamente desinteresada. Te lo digo con respeto y sinceridad, Mariana.

Anunciar esto le quita la autenticidad al asunto y no termino de entender cuál es el fin de hacerlo.

Instagram

Después, subiste historias en tu Instagram en donde se te felicitaba por tan noble acción…, el problema es que, cuando alguien hace algo bien y se es felicitada por ello, una se queda esas cosas para reflexionarlas en la intimidad, pero bueno, decidiste subirlo, como un especie de autoporras.

Y seguías y seguías difundiendo las buenas y lindas palabras que la gente decía sobre ti.

Me quedé con la idea de que transmitirías todo el show de raparte, y esto en vivo, lo cual me parece patético porque hay un niño junto a ti que se siente mal, una madre aterrada y en medio el show mediático de tu rapada de cabello.

El corazón

Mariana, no está mal tu intención si es de corazón. En épocas como las de ahora en donde vemos que todos los políticos se han vuelto insensibles ante el dolor de los niños con cáncer, podría resultar esperanzadora tu acción, pero ¿para qué anunciarla? ¿El aplauso y mérito es tuyo o es mérito del niño que se atreverá a raparse en medio de su terror?

Otras figuras públicas ya han hecho esto (como Marco Antonio Regil para un Teletón), pero ellos al no estar dentro de la política, no se les duda del buen gesto.

Tristemente estas dentro de la política y cada acción que hagas generará suspicacia. La ciudadanía desconfía profundamente de ustedes, quienes se dedican a la política. Porque inclusive si tu intento de ayudar y ver por el prójimo es sincero, todo se arruina porque lo haces de manera mediática, para que el mundo se entere: por show, pues.

Quizá me dirías: “¿Cómo querías que no avisara lo que me haría? Soy figura pública y me verían rapada”. Y sí, tienes razón: te iban a pedir una explicación. Pero creo que tu gesto solidario habría resultado menos maquillado, más auténtico y más creíble si lo hubieras hecho sin avisar y después hubieras explicado, a pregunta expresa, el porqué y no gritando a los cuatro vientos de tu acción.

Esas acciones se hacen en silencio Mariana, y si no hubieras dado ninguna explicación, mejor todavía.

Hay un niño ahí que quizá no sobreviva. Hay un dolor familiar profundo. Depositar reflectores en un niño para que todos vieran que te rapas, le quita lo humanitario a la buena causa que hubiera podido ser.

Y luego ¿qué más harás? Porque evidentemente hay miles de niños más con leucemia. ¿Vivirás rapada siempre? ¿Qué cosa sustancial harán tú y tu marido, Mariana, por los niños con cáncer? ¿Qué tendrás que hacer para quitarte la imagen de youTuber o influencer y ponerte verdaderamente a trabajar?

Si hiciste esto de corazón o no, en tu conciencia quedará. Solo tú sabes hasta donde la ambición te nubla las emociones o si todavía dejas que fluyan para ayudar a otros.

Acuérdate que a veces, tanto show, termina por desgastar .