Nadie más calificado que un excanciller para aclarar algunos puntos relacionados con el escándalo de la agregaduría cultural en Madrid. Y, todavía mejor, si el entrevistado es un intelectual tan crítico de la 4T como Jorge G. Castañeda, quien ocupara el cargo de secretario de Relaciones Exteriores durante la primera parte de la presidencia de Vicente Fox.

I. La agregada cultural

Reportera: ¿Qué decir del affaire Brenda Lozano?

Castañeda: Para empezar, esto es un poco una tormenta en un vaso de agua. El cargo de agregado o agregada cultural en cualquier embajada, desde hace muchos años, es un cargo muy noble, muy vistoso, un cargo importante; pero estamos hablando de un funcionario, de una funcionaria menores. No se trata del embajador o de la embajadora, no es el jefe de cancillería, no es un cónsul general. Es un funcionario, en cualquier país, menor. Eso no quiere decir que no haya habido muy distinguidos agregados culturales de México en muchos países, a lo largo en los últimos cincuenta o sesenta años, o más. Si no me equivoco, Octavio Paz fue agregado cultural en París, en los años cincuenta.

II. Escándalo excéntrico

Reportera: Un cargo menor, entonces…

Castañeda: En un cargo de jerarquía relativamente baja, que normalmente no suscita este tipo de discusión, ni en cuanto al despido de Jorge Hernández que también fue un distinguido agregado cultural, ni en cuanto al nombramiento de Brenda Lozano, que podría hacer, o no, un muy buen papel. Es un poco excéntrico que el presidente de la República discrepe en público del secretario de Relaciones Exteriores, a propósito de una designación de jerarquía muy menor.

Reportera: ¿No es un nombramiento como el de la señora Isabel Arvide, que sí es una cónsul?

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Castañeda: No recuerdo si Estambul es un consulado de carrera o un consulado general; si es un consulado general, se entiende un poco más su nombramiento. Pero aún en ese caso, por lo menos, es un nombramiento presidencial. El de Brenda Lozano NO es un nombramiento presidencial, es un nombramiento de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Esta es una primera reflexión: una tormenta en un vaso de agua, insisto, un poco excéntrica, medio rara. Normalmente no sucede ni en México ni en otro país.

III. “No voy a renunciar”

Reportera: ¿Usted cree que fue una campaña violenta y misógina, como lo escribe Brenda Lozano en su columna de El País? ¿Es ella una víctima?

Castañeda: Ha sido víctima de las campañas de bots y de redes sociales, de los partidarios de la 4T, como mucha otra gente. No es ni la primera ni la última. Ahora, uno puede preguntarse… si el propio presidente dice que no debe estar en ese cargo, pues…¿por qué insiste estar en ese cargo?

Reportera: Ella dice: “Yo no voy a renunciar, no voy a desistir”.

Castañeda: No es de renunciar. El presidente de facto ya la renunció. Ella no es miembro del servicio exterior mexicano, esto es muy importante. El de Brenda es un nombramiento de artículo 7, como hay muchos. Ella no tiene ningún derecho como miembro del servicio exterior mexicano, porque no lo es, no es parte del servicio. Como tampoco lo era Jorge Hernández, ni la mayoría de los agregados culturales de Madrid en el pasado, o en otras ciudades, hoy mismo o en el pasado.

Reportera: Es decir, aunque los designen, ¿por no ser parte del servicio exterior, los pueden quitar? Brenda Lozano, ha estado cuatro días en el cargo, es la persona que ha estado menos días en el cargo.

Castañeda: Bueno, ni siquiera sabemos si ha estado cuatro días. No sabemos si su nombramiento ya lo firmó el secretario de Relaciones, no sabemos si ya le expidieron su pasaporte diplomático, no sabemos si ya le hicieron todos sus trámites administrativos que se deben de hacer. No sabemos nada de eso. Ni un anuncio. Ni uno solo en este que es un gobierno de anuncios. Gobierno de anuncios en el que los anuncios no son realmente realidades.

IV. El presidente ordena, y punto

Reportera: Y las destituciones también las sabemos por vía Twitter.

Castañeda: En Twitter o vía mañanera. Tampoco nos consta. El presidente no tiene por qué pedir, él da instrucciones, que las puede dar. Insisto, es un poco absurdo que López Obrador se meta a este nivel, para hacer esos nombramientos. Los agregados culturales, con algunas excepciones, en algunos momentos normalmente los hace el director de relaciones culturales de la Secretaría de Relaciones, que ha existido esa dirección desde hace décadas; le cambiaron el nombre esta vez para ponerle diplomacia cultural, es la misma, no tiene nada de nuevo. Normalmente es el director quien le propone al secretario y el secretario nombra. Yo nombré a cuarenta agregados culturales, mucho de los cuales están opinando ahora sobre todo esto. Me lo proponía mi director de relaciones culturales, Gerardo Estrada, que hizo un magnífico papel. Pero jamás le llevé uno de esos nombramientos al presidente.

V. Ebrard se humilla

Reportera: En su caso, dice usted señor Castañeda, como exsecretario de Relaciones Exteriores, jamás le consultó al presidente los nombramientos. Es decir, usted decidía, quién sí y quién no, al final es una responsabilidad que usted tenía. Pero Marcelo Ebrard, actual canciller del gobierno de México, está haciendo o está tratando de hacer ver que el presidente Andrés Manuel es intolerante, quizá frente a las personas que no conocen estos términos, como Brenda Lozano, feminista…

Castañeda: Se puede ver así. Esta es, en parte, la forma de conducir la cancillería de Marcelo Ebrard. Es decir, él acepta todas las humillaciones públicas que sean, todas. No hay una que no acepte. Tiene una lista de humillaciones y él las va palomeando. Si el presidente de la República le dice al secretario de Relaciones: “Oye, este nombramiento, no”, y que se lo diga en público, el secretario debería de decir: “Si al presidente no le gusta como conduzco la cancillería, pues me voy”; pero, en este país y en este gobierno, la gente NO renuncia, salvo Urzúa que sí renunció, hay que reconocérselo.

VI. Estar o no de acuerdo

Reportera: ¿Los diplomáticos deben estar de acuerdo en todo con el gobierno?

Castañeda: Es otro tema. Cualquier gobierno tiene gente contratada que algunos funcionarios estarán de acuerdo con el gobierno con el que trabajan, y otros no. Esto no afecta si no hablamos del servicio exterior, del Banco de México, del Ejército, de la Marina, áreas en las que el funcionario deben estar de acuerdo con la política que se lleva, en el ámbito específico que se le encomienda. Pero no necesariamente tienen que estar de acuerdo con todo lo demás. Eso sucede con frecuencia en México y en muchos países. Ahora bien, ya hacerlo en público, en una columna cotidiana, semanal, ya es un poco más complicado.

Reportera: ¿Se refiere a lo que publicó en Milenio el exagregado Hernández, artículo por el que se supone se le destituyó?

Castañeda: No es el único caso. López Obrador tiene algo de razón, y lo dijo a propósito, si no me equivoco, del cónsul general de México en Nueva York hace unos meses. Y lo dijo a propósito de Brenda Lozano. Ahora, si no están de acuerdo, ¿qué hacen ahí? Tiene algo de razón, sobre todo, insisto, NO son miembros del servicio exterior. El servicio exterior mexicano, como los servicios de carrera en todos los países, tiene la característica de que sirven al gobierno de turno. Son permanentes, son de carrera. Y sí llega un presidente que cambia la política exterior, en tal o cual aspecto, el servicio sigue esa política exterior. En algunos casos, la gente renuncia, ha habido varias renuncias en este sexenio de López Obrador, de gente del servicio.

Reportera: ¿No debería tener permanencia la gente del servicio exterior?

Castañeda: La gente del servicio, normalmente, sigue con un gobierno o con otro y lo hemos visto desde la administración de los expresidentes Fox, Calderón, Peña Nieto y López Obrador, que son gobiernos muy distintos, con temas de política exterior muy distintos, y sin embargo ha sido más o menos el mismo servicio exterior el que ha puesto en práctica la política exterior que cada uno de esos presidente determinó. Otra cosa, es cuando tu NO eres miembro del servicio exterior y te invitan a ser parte del gobierno. Pero cuando tú aceptas ser parte del gobierno, aunque sea en un cargo de baja jerarquía como el de agregado cultural, pues de todas maneras “mas o menos” estás o debes estar de acuerdo.

Reportera: Ella, Brenda, no está de acuerdo con la 4T. Se nota en sus tuits y en lo que ha comentado, no está a favor.

Castañeda: Eso es un poco raro. Es extraño. También en el caso de Jorge Hernández, quien sé que estaba haciendo una buena labor, obviamente no sabemos los detalles, de por qué fue despedido. Uno puede plantearse… si tiene ese cargo, ¿cuál es la lógica de una columna en Milenio? A menos de que la columna se exprese únicamente sobre el tema de su encargo, en este caso, la representación cultural de México en España. Que escriba sobre tal o cual exposición, concierto, obra de teatro, apertura de un restaurant, es totalmente legítimo. Pero ¿que escriba sobre los libros de texto…?, el presidente López Obrador ,o alguien de la cancillería, o uno mismo podría preguntarse: “Este señor, ¿por qué opina en una columna de los libros de texto?, ¿qué tiene que ver eso con la representación cultural de México en Madrid?

VII ¿Pistola en la cabeza?

Reportera: ¿Libertad de expresión?

Castañeda: Incluso uno puede decir que es un tema de libertad de expresión. Pero, ¡no es un tema de libertad de expresión! Nadie les puso una pistola en la cabeza diciendo “tienen que aceptar este cargo”.

Reportera: ¿Tenían que aceptar el cargo bajo condiciones? Esto es, si no lo es gustaban podían irse entonces…

Castañeda: Exacto, nadie los obligó a eso, entonces es necesaria cierta obligación de reserva, que más bien es un término militar, pero que se aplica también a los servicios civiles de carrera, o a los cargos en el extranjero. Sí, cierta obligación de reserva: tú no vas andar opinando, sobre temas que no te involucran, en columnas, entrevistas en la radio y televisión. Menos criticando al gobierno.

Reportera: ¿Está mal que escriban en los medios?

Castañeda: Digamos, cada gobierno tiene posturas al respecto. En los países de más tradición, esto no se hace. Un embajador, un cónsul, un secretario de estado, no escribe sobre temas que no son de su incumbencia, no habla de eso. No se ve al secretario de Turismo, dando una entrevista sobre la guerra en Afganistán. No se ve al secretario de la reforma agraria, opinando sobre los libros de texto. Pues no, porque no es su chamba, no es un asunto de libertad de expresión. Porque cuando uno ingresa a un Gobierno, uno acepta una serie de limitaciones a su desempeño.

Reportera: ¿Cómo cuáles?

Castañeda: Acepta restricciones de sueldo, horarios distintos, limitaciones a la capacidad de expresión. La libertad de expresión, por supuesto que sí. Ahora, nadie está obligado a eso, NO obligan a nadie a ser agregado cultural en Madrid.

VIII. Ebrard y su equipo

Reportera: ¿Es un arma de dos filos para Andrés Manuel quitar a Brenda Lozano?

Castañeda: Insisto, el presidente no tendría por qué estarse metiendo en nombramientos jerárquicos muy bajos. El presidente no se ocupa de eso, tiene otras cosas de que preocuparse: el huracán, la pobreza, por ejemplo. Esto es muy extraño, simplemente como es este gobierno bananero.

Reportera: ¿Es un punto bueno o malo para Ebrard, rumbo al 2024?

Castañeda: Yo creo que en el caso de Ebrard, él tiene un equipo bastante mediocre de gente suya, no la del servicio que trabaja con él, sino la que él llevó a la secretaría. Es gente bastante joven en general, a quienes les encomiendan una cantidad de cosas que incluso si usaran a toda la secretaría para ello, les costaría trabajo. Pero como NO la usan, tienen que ocuparse de las vacunas, de la opinión del agregado cultural sobre los libros de texto, de las condiciones de Brenda Lozano, de Afganistán, de las pipas de PEMEX, de la relación con los empresarios, de la relación con Estados Unidos, del tratado de libre comercio —realmente no hay Secretaría de Economía—. Es mucha chamba y pues, cuando tienes mucha chamba y la tienes que hacer con un equipo muy pequeño y muy poco calificado y profesional, pues la vas a regar.

Reportera: Gente valiosa se ha ido de la cancillería

Castañeda: Se le fue su jefe de oficina, se le fue su primer subsecretario encargado del despacho del secretario A, se le fue su embajadora en Washington, Martha Bárcena, y podríamos seguir así. Mucha gente o le ha renunciado o los ha tenido que despedir.

IX. Lo que Castañeda ha hecho

Reportera: ¿Usted qué hubiera hecho si estuviera en el lugar de Marcelo?

Castañeda: Yo, en primer lugar, hubiera sido muy cuidadoso en nombrar a alguien que no está de acuerdo con el gobierno. A lo mejor lo hizo Ebrard, no tengo idea. Lo primero es decir: “Mira, “tú has escrito una serie de cosas, que estando en la vida civil o privada tienes todo el derecho de hacerlo. A partir de hoy, ya no. ¿Estás de acuerdo en esas condiciones? ¿Sí o No?”. En segundo lugar les habría preguntado: “¿Estás de acuerdo con la política exterior y la política cultural del Gobierno de López Obrador? ¿Sí o No?” Si no estás de acuerdo no pasa nada, pero no puedes trabajar aquí; no, si no estás de acuerdo con esa parte. No tienes que estar de acuerdo con el Tren Maya, pero sí tienes que estar de acuerdo con que el rey de España pida perdón. ¿Por qué? porque es el Rey de España, y tú vas a estar en España. Eso es lo que yo hubiera hecho.

Reportera: ¿Y respecto del presidente, qué hubiera usted hecho?

Castañeda: Dependería de tu sensibilidad y relación con el presidente, de qué tanto te delega y qué no te delega. Pues…, también hubieras pensado: “Este nombramiento le va crear una complicación a mi jefe, al presidente”. Si sí, entonces mejor no lo hago o le pregunto.

X. Pura pérdida de tiempo

Reportera: Se salió de control en una red social y además se utilizaron bots para crear tendencia y que llegara a la mañanera.

Castañeda: Exacto. Yo creo que eso se debió haber hecho, no sé si se hizo o no. Lo que sí sé, es que ahorita ya estamos en una situación, que insisto, ocupa espacio de la mañanera, de los medios, de las redes, de mi tiempo, de tu tiempo, que realmente NO lo merece.

Reportera: ¿Usted cree que si Brenda Lozano se quedara, sería buena agregada cultural? ¿Usted la conoce?

Castañeda: No, yo no la conozco. No he leído su obra, me dicen que es una escritora talentosa, pero desconozco. Quizá lo haría muy bien, no lo sé.

XI. Madrid, Madrid, Madrid

Reportera: Madrid tiene importancia cultural para nosotros…

Castañeda: En Madrid, hay una cosa un poco peculiar, porque en los hechos, hay una casa de México, digamos financiada, en gran medida, por el sector privado. No por el gobierno. Y hay de facto una directora de esta casa, de nombre Ximena Caraza, muy competente, que lleva muchos años en Madrid, en distinto cargos. Se trata de la institución con más peso, de materia cultural de México en Madrid, porque es la institución que tiene dinero. Una casa muy hermosa, que se instaló hace tres o cuatro años, en el sexenio de Peña Nieto, con aportaciones muy valiosas. Es una situación poco peculiar frente a otras agregadurías culturales. Lo primero que va tener que hacer la persona que llegue, sea Brenda o sea quien sea, es entenderse con Ximena Caraza y trabajar en colaboración con tal casa. No es tan fácil.

Reportera: Y esta el tema de que pidan perdón los españoles

Castañeda: La nueva persona que llegue tendrá que definirse en los hechos todos los días, ante los medios, sobre el perdón del Rey y la conquista. Y si vienen o no los españoles el 27 de septiembre a México. Y si lo pide López Obrador en la mañanera, que no le han contestado, lo tiene que hacer, pues son temas eminentemente culturales. ¿Que el agregado o la agregada cultural puede siempre decir: “yo, en eso no me meto, pregúntenle a la embajadora”? Seguro que sí, y la embajadora, María Carmen Oñate, que es muy competente, muy profesional, con mucha experiencia, sabrá qué decir. Pero la persona que llegue a la agregaduría cultural va tener que lidiar con este tema, que no es menor.

XII. No hay tema de libertades

Reportera: En resumidas cuentas, no es un conflicto de libertad de expresión…

Castañeda: Yo no lo veo, no en los casos de Brenda y Jorge, No es un tema de libertad de expresión. Cuando tú entras a un gobierno, sí tienes una obligación de reserva, por lo menos en los temas que no son de tu incumbencia, incluso en los temas que lo son, pues tú tienes que estar de acuerdo con la política del cargo que ocupas. Brenda Lozano no tiene derechos dentro del gobierno, dentro del servicio exterior. Hay una serie de derechos a los que uno renuncia cuando ingresa al gobierno, al servicio exterior, al ejército o la marina. Esta serie de derechos todos los ciudadanos los tenemos, pero algunos renunciamos a esos derechos cuando ingresamos a tales cargos. Eso es en México y en el mundo entero. Es una decisión voluntaria, eso es lo que más quiero enfatizar. En el caso de Brenda Lozano y de Jorge Hernández, no son miembros del servicio exterior mexicano. No lo son, punto. López Obrador tiene todo el derecho de decirle a Ebrard: “Busca alguien más”.

Reportera: ¿Qué debió haber hecho Brenda?

Castañeda: Si a mí, me descalificaran así, en público… lo primero que haría sería decirle al presidente: “Señor, tiene la razón, tiene usted todo el derecho; declino al cargo que me habían ofrecido”. Punto. Hay gente que cree que es importante aferrarse a un cargo.

Reportera: Esperaremos los próximos días sí se encuentre otra agregada cultural, pues se dice, en principio, que sería Natalia Toledo.

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