Según las clasificaciones internacionales, estas son las mejores escuelas del mundo para estudiar ciencias políticas:
- 1. Escuela de Gobierno John F. Kennedy (Universidad de Harvard, EE. UU.)
- 2. London School of Economics and Political Science (Reino Unido)
- 3. Institut d’études politiques de Paris (Sciences Po, Francia)
- 4. Universidad de Georgetown (EE. UU.)
- 5. Universidad de Oxford (Reino Unido)
- 6. Albert-Ludwigs Universität Freiburg (Alemania)
- 7. Universidad de Yale (EE. UU.)
- 8. Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, todavía España)
- 9. George Washington University (EE. UU.)
- 10. Universidad de Bolonia (Italia)
En México, las siguientes son las mejores universidad para graduarse en politología:
- 1. Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
- 2. Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Tec)
- 3. Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM)
- 4. El Colegio de México (Colmex)
- 5. Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE)
- 6. Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL)
- 7. Universidad Iberoamericana (Ibero)
- 8. Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ)
- 9. Universidad de Monterrey (UDEM)
- 10. Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)
La tesis principal de la politología
En todas las universidades mencionadas sus maestros —eminentes sin duda— saben que la ciencia política se sintetiza en una frase, y la transmiten a sus estudiantes:
La política es el arte de tragar mierda sin hacer gestos, sonreír, dar las gracias y pedir otro plato
Sabiduría política
Enseguida, la más importante escuela de cuadros políticos del mundo
Lo saben todos los estudiosos de la politología. Y, sin duda, es algo que envidian: los mayores políticos comemierdas de la historia se han formado en una institución mexicana, el Partido Revolucionario Institucional, PRI.
Los priistas si algo saben hacer es disfrutar la caca de sus jefes o líderes. No conocen otro camino para llegar a los altos cargos de poder.
Hoy, 10 de enero de 2022, Marcelo Ebrard dio una gran lección del arte de deglutir excremento sin protestar. Se ha visto como lo que es, un hombre muy bien formado en el priismo. ¿O estoy equivocado y ya renunció el canciller?
AMLO enmendó feamente la plana a Ebrard
Primero, entendamos qué significa enmendar la plana (cito a un blog español):
- Tal expresión se utiliza como “referencia a arreglar o corregir algo que se ha dicho o hecho incorrectamente”.
- “Enmendar la plana significa, literalmente, corregir la hoja” en que han hecho la tarea los niños.
- “La plana, tal y como la describe el Diccionario de la RAE, era el nombre con el que se conocía al escrito que hacían los niños en una cara del papel cuando aprendían a escribir”.
- “La función del maestro era corregir (enmendar) los posibles fallos que en ella había, de ahí que surgiera la expresión ‘enmendar la plana’ que acabó derivando a cualquier tipo de corrección que se realizase sobre el trabajo de otros (ya no solo en materia escolar)”.
La Secretaría de Relaciones Exterior armó todo un lío ayer domingo
- Primero dijo la SRE que Martín Borrego Llorente, director general para América Latina y el Caribe, representaría a México en la toma de protesta de Daniel Ortega como presidente de Nicaragua.
- Ello generó críticas porque, como todos sabemos, Ortega es un dictador.
- Asustado por tales críticas, el canciller Ebrard envió a recular a su jefe de Oficina, Daniel Millán —quien el sexenio pasado colaboró en la SRE con el priista/no priista José Antonio Meade—; Millán entonces dijo que siempre no, es decir, que México no enviaría a nadie a la toma de protesta de Ortega.
- Ebrard se puso feliz y contento con eso porque se le dejó de criticar y aun lo elogiaron sus medios aliados, como Reforma en su columna Templo Mayor, pero… en la mañanera de hoy lunes le preguntaron al presidente Andrés Manuel López Obrador su opinión sobre la decisión de México de no enviar a nadie a Nicaragua.
- Quizá, antes de contestar, Andrés Manuel se preguntó en silencio, solo en su cabeza: “¿Qué tontería es esta?”. Igual no utilizó la palabra tontería, sino otra más adecuada, pendejada, pero es algo que no puedo saber.
- Ya hablando a todo México, la respuesta inicial de AMLO no fue muy dura, seguramente para no molestar a Ebrard de más, pero sí empezó a corregirle la plana al canciller: “Todavía no se decide...”, es decir, si se enviaba, o no, representante del gobierno de México a Nicaragua.
- Cuando recordó que el evento nicaragüense era hoy mismo, el presidente fue más enérgico. Decidió, por lo mismo, que México debía estar representado en la toma de protesta de Ortega y dijo: “Vamos a ver si da tiempo de que llegue (el representante), porque nosotros tenemos buenas relaciones con todos y no queremos ser imprudentes… Sí van a ir representantes, ahorita vamos a verlo”. Después AMLO informó que Ramiro Ayala, jefe de la cancillería en la Embajada de México en Nicaragua, representaría a nuestro país.
- No quiso ser duro con Ebrard, pero dadas las circunstancias Andrés Manuel terminó por corregirle muy fuertemente la plana al titular de Relaciones Exteriores.
En estos casos, la dignidad exige renunciar al cargo
Eso fue bastante feo hasta para un político profesional. Ante algo así lo único digno es la renuncia, aunque se tenga la mejor relación con el jefe porque este, seguramente molesto pues nadie le había informado nada, le enmendó públicamente la plana al canciller.
AMLO ha exigido a sus seguidores y colaboradores ser radicales, sí, contra los privilegios. Estará el presidente de acuerdo conmigo en que también se debe ser radical en la defensa de la dignidad personal.
Por cierto, Andrés Manuel no ofendió a Marcelo Ebrard al enmendarle tan enérgicamente la plana... la culpa la tuvo el propio Ebrard, quien no consultó algo tan delicado con su jefe.
Se puede estar de acuerdo, o no —yo no lo esto—, con la decisión de Andrés Manuel de enviar a Nicaragua a un representante del gobierno de México, pero él es el jefe y se le debió preguntar su opinión antes de anunciar algo potencialmente conflictivo.
Con mayor razón, Ebrard, si fuera un hombre digno, ya habría renunciado: para empezar porque su jefe le enmendó la plana en público, y en también porque fue culpa del canciller todo el problema.
¿Por qué no renunció Ebrard? ¡¡¡Por su título de Gran Maestro Comecacas del priismo!!!
Piensa Ebrard seguramente que Morena y el PRI son lo mismo y que la única manera de avanzar —sobre todo al puesto de presidente de la nación— es la de aguantarle todo al jefe. Como en los viejos tiempos del salinismo en que don Marcelo fue entrenado.
Cómo recuerdo lo que hace años me dijo, cenando, Jorge Mendoza, alto ejecutivo de TV Azteca. Ocurrió pocas horas después de que AMLO me invitara a participar en su equipo de campaña para las elecciones de 2006.
Mendoza es el reconocido sumiller —en francés, sommelier—, que me enseñó a solo beber vinos de mil pesos porque más baratos no son suficientemente buenos, y más caros representan despilfarro. Me dio el consejo en 1994, hace casi 30 años. Me espanta pensar que para cumplir cabalmente la sugerencia de Mendoza hoy tendría que pedir vinos de más de 7 mil pesos. No lo haré, mejor seguiré pensando que mil pesos son mil pesos hoy, lo fueron ayer y lo serán mañana. Y en un sentido, pero solo en uno, no estaré equivocado.
El hecho es que aquella vez me dijo Mendoza: “Compadre, ni caso tiene que te metas a la política. Porque la política es el arte de comer mierda y ustedes los periodistas no lo saben hacer como Dios manda. No vas a avanzar nada”.
Y no avancé. Marcelo Ebrard, en cambio, sí ha crecido bastante como político. ¿Seguirá creciendo hasta el cargo que tanto desea, el de presidente? ¿Será Morena, como el canciller piensa, lo mismo que el PRI?
Creo que Morena es muy distinto al PRI. La principal diferencia entre ambos partidos radica en que el primero es democrático y el segundo no. Por esa razon, y a juzgar por las encuestas más confiables, no tiene Marcelo demasiadas posibilidades. Aquí dos estudios serios, el de MetricsMx publicado este lunes 10 de enero en SDPNoticias, y el de Buendía&Laredo difundido poco antes de la navidad de 2021 en El Universal:
Posdata: otro tragacaca, don Ricardo Monreal
En Reforma, dándoselas de nórdico —se sintió vikingo zacatecano— el senador Ricardo Monreal se lanzó contra los radicales de la 4T, es decir, básicamente contra el presidente Andrés Manuel López Obrador y la jefa de gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum.
Según Monreal, el radicalismo de las principales personalidades de Morena va a destruir a México. En la mañanera de hoy Andrés Manuel respondió al senador simple y sencillamente diciendo —con otras palabras— que le valen gorro las expresiones del vikingo de Fresnillo y dando a entender que la puerta de salida del partido de izquierda está muy ancha para que Ricardo la cruce sin ningún problema cuando se le antoje.
¿Qué hizo Monreal? ¿Respondió con la temeridad de los guerreros vikingos o con el miedito de los priistas viejos, que como todo el mundo sabe eso es don Ricardo?
El zacatecano contestó según la cultura del PRI en la que se formó: comió caca, la disfrutó y pidió más en dos tuits que pasarán a la antología de la politología en el capítulo Cómo se rajan los vikingos machos entre los machos:
El proceso de transformación implica opiniones diversas y hasta encontradas; en una democracia es natural. Sostendremos nuestra posición, nadie se debe alterar ni ofuscar; continuaremos para lograr un país con justicia y paz. Por eso luchamos, no abandonaremos nuestra esencia.
{username} (@RicardoMonrealA) January 10, 2022