Vaya que el tema de las emisiones de CO2 a la atmósfera se ha subido a palestra. La industria aeronáutica, de manera constante se analiza y se crean estrategias para mitigar los gases de efecto invernadero. Esto me da pie para hablar de la aviación privada.
A diferencia de la aviación comercial, la aviación privada no se rige por las mismas reglas de horarios y slots, y aunque a veces pareciera que artistas, políticos y gente del “jet-set” son dueños de sus aviones, la realidad es que la gran mayoría renta estos equipos.
A menos que vivan debajo de una piedra y no se hayan enterado, este domingo se llevó a cabo el “Super Tazón número 58″ en la ciudad del pecado, Las Vegas. Los equipos que pelearon para disputarse el trofeo “Vince Lombardi” fueron los 49´s de San Francisco y los “Jefes” de Kansas City.
Confieso que soy fan de los Jefes desde el año 1988, gracias a un compañero de la primaria y de banca, que hablaba maravillas del equipo. En mi familia siempre les ha gustado este deporte, tanto verlo como jugarlo, por eso desde pequeña no eran nada desconocidos dos eventos: el año arrancaba con el “Desfile del Torneo de las Rosas” (Tournament of Roses Parade) que precedía al partido del “Tazón de las Rosas”. El segundo evento era el “Super Bowl”.
Por supuesto que el tema en tendencia del día, y que se robó el espectáculo deportivo fue el noviazgo entre Taylor Swift y el receptor de Kansas, Travis Kelce. Por diferentes motivos Taylor tiene puestos los reflectores encima, y por ello fue noticia que una vez terminado un concierto en Japón, voló a tierras norteamericanas para ver a su novio jugar (y ganar) el partido, y elevar por los aires el trofeo como ganador del “Super Bowl LVIII”
Se tiene contabilizado que Taylor Swift, una de las mayores artistas del momento, que no solamente canta, sino que escribe sus propias canciones, emitió, tan solo el año pasado durante su gira “ERAS Tour”, más de 8,300 toneladas de CO2 a la atmósfera.
Para que tengan un parámetro, esto es aproximadamente más de 1,200 veces la huella de carbono de un pasajero promedio. Una realidad de la que no nos podemos abstraer, es que hoy en día toda la información que tenga que ver con Taylor vende como pan caliente, por lo que no resulta extraño que solamente a ella le siguen el rastro de las emisiones de carbono a la atmósfera.
De hecho, el periódico británico The Guardian ya había hecho un estudio sobre los ricos y famosos que suelen utilizar la aviación privada para sus viajes. Son alrededor de 200 personas, que tan solo durante el 2023 realizaron más de 45 mil viajes, arrojando 415 mil 518 toneladas de CO2 a la atmósfera.
Sumemos a esto la plataforma “myclimate carbon tracker”. Ellos lo mencionan en su página: “En 2023, los viajes aéreos fueron uno de los factores que matan el clima más evitables y, sin embargo, el número de vuelos, aviones y jets privados está aumentando en todo el mundo. Al crear visibilidad en torno al mayor número posible de estos vuelos, nuestro objetivo es generar un debate sobre los viajeros excesivamente frecuentes.”
Ahora sí, viene lo bueno. En todos (o casi todos) los portales de noticias, se habla de Taylor Swift y su gran huella de carbono; sin embargo, el top ten durante el año pasado no lo encabeza Taylor, pero ni de cerca, es más, podemos asegurarles que no está ni siquiera dentro de los primeros 30 lugares.
Porque hay que tomar en cuenta varios factores: el avión “de Taylor” no es de ella. El Dassault Falcon 7X es un avión de tres motores fabricado por Dassault Aviation, una compañía francesa fundada después del terminada la Segunda Guerra Mundial por Marcel Bloch, la cual hasta el año 1990 que se quedó con su nombre definitivo.
Un dato histórico a resaltar es que el dueño de esta pequeña fábrica de aviones fue encarcelado en 1940, durante la ocupación Nazi en Francia, y luego deportado a un campo de concentración en 1944, del que pudo sobrevivir, y fue liberado en el año de 1945.
Este apasionado de la aviación, junto con su compañía han fabricado aviones tanto militares como civiles, y uno de ellos es el Dassault Falcon 7X. Otro dato interesante sobre este equipo, es que tiene un nuevo diseño para mejorar el ahorro de combustible, en aras de aumentar el rango operativo, que traducido al español es que gasta menos turbosina y vuela más kilómetros por hora, lo que favorece tanto al mantenimiento de la aeronave como a la operación en sí, reduciendo costos y huella de carbono.
Vayamos ahora con los motores, estos son Pratt & Whitney, de la familia de turbofanes Pratt & Whitney Canada PW300. Tal y como lo informa en su propio sitio web “Todos los motores Pratt & Whitney están listos para operar con SAF en mezclas de hasta el 50% con Standard Jet A Kerosene.”, esto es, el avión que utiliza Taylor Swift para viajar tiene la posibilidad de usar 50% de SAF y 50% de turbosina, lo que hace que la huella de carbono en sus viajes disminuya.
Y ese dato no lo tienen quienes “rastrean” los vuelos de Taylor Swift, pues lo que hacen es calcular las emisiones de CO2 usando como combustible únicamente la turbosina, pero no contemplan esta posibilidad. Lo que sí es una realidad es que es justamente en el sector de la aviación privada donde comenzaron a utilizar el SAF en sus operaciones, y gracias a ese impulso es que este se ve ahora en la aviación comercial.
Pero al Super Bowl no solo llegó el vuelo privado de Taylor. Los organizadores estimaron que más de mil aviones privados llegarían a Las Vegas, a cualquiera de sus tres aeropuertos: el Aeropuerto Internacional Harry Reid, que es para operaciones comerciales, así como North Las Vegas y Henderson Executive Airport. Pero por la magnitud de la llegada de tantos aviones privados, también estuvo disponible el Aeropuerto Municipal de la ciudad de Boulder, a una distancia de más de 35 kilómetros.
Así es que pongámonos serios: Taylor Swift no es el problema, y no lo ha sido. Datos de la agencia Yard revelan que durante 2023 Swift hizo 170 viajes, los cuales según sus propios cálculos generaron 800 toneladas de CO2. Cifra que no llega ni al 10% de lo que reportaron quienes siguen los aviones que renta: 8,300 toneladas; creo que hay bastante diferencia de cifras.
Esto viene a colación porque los que más generaron gases de efecto invernadero (GEI) fueron las más mediáticas de las hermanas de la familia Kardashian: Kim y por supuesto Kylie; le sigue Travis Scott, Elon Musk (el fabricante de Tesla y los autos “no contaminantes”); el marido de Beyoce, Jay-Z; el magnate y desarrollador de software, cofundador de Microsoft Bill Gates; la cantante canadiense y diva Celine Dion, Tyler Perry actor, comediante, cineasta afroamericano; el gran Steven Spielberg, cineasta; y Sir Leonard Valentinovich Blavatnik, empresario y filántropo británico-estadounidense nacido en Ucrania.
¿Hace algo Taylor Swift para no ser catalogada como una “criminal ecocida”? Según los voceros de la cantautora, ella compensa las emisiones de carbono con la compra de créditos para el financiamiento de iniciativas para la reducción del CO2 a la atmósfera.
Por increíble que parezca la generación de una “energía limpia”, es la que más contamina a nivel mundial. Datos del “Centre for Climate and Energy Solutions” revelan que la producción de electricidad emite el 60% de gases de efecto invernadero. Le sigue la industria petrolera, responsable del 31% de emisiones de CO2 a la atmósfera.
¿Saben cuál es el porcentaje con el que contribuye la aviación, ya sea comercial o privada? De acuerdo con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), solo el 2% son atribuibles al tráfico aéreo.
Dos cosas me llaman poderosamente la atención: el señalamiento obsesivo por parte de sus críticos a una mujer talentosa, tratando de hacerle “flygskam” originado en Suecia, que es “la vergüenza de volar”. Como si fuera la única que emite altas emisiones de gases de efecto invernadero. En Suecia tuvieron importantes repercusiones antes de la pandemia, los vuelos bajaron un 11%, afectando con ello la economía de la industria aeronáutica.
Y lo segundo, ¿por qué no sucede el mismo fenómeno con los hombres de más de 50 años que también optan por los vuelos privados? No vemos que estén constantemente monitoreando no solo a los artistas, sino a los grandes empresarios, los verdaderos oligarcas que son dueños del mundo, a ellos no vale la pena una sola crítica.
The New York Times recoge en un artículo “Unos 1000 aviones privados llegarán a Las Vegas para el Super Bowl. Las Vegas enfrenta problemas de energía, calor y sequía. Los habitantes están preocupados por el aumento de la emisión de gases de efecto invernadero debido al tráfico aéreo el día del partido.”
¡Más de mil aviones! Y los medios solamente hablando del “avión” de Taylor Swift.