México goza hoy la vuelta a la normalidad, o al menos, esta es la percepción que se siente en los sitios públicos. De acuerdo al semáforo epidemiológico, todos los estados del país, con excepción de Baja California, están en semáforo verde. Debemos celebrarlo desde el punto de vista de la economía, de la recuperación de los negocios, de los empleos y de la salud mental de los mexicanos.
Sin embargo, la pandemia del Covid-19 no ha terminado y, quizá, no terminará jamás. De Europa llegan noticias sobre el crecimiento acelerado de contagios en países con una baja tasa de vacunación. He allí el caso de Rusia y, sorprendentemente, de otros Estados de Europa occidental y central como Alemania, Países Bajos y Austria. Échese un vistazo a la cuarentena estricta que se ha implementado en este último para todos los adultos que no han sido vacunados.
¿Qué invierno viviremos en México? Ciertamente, y esto puede ser aseverado sin temor al error, que la próxima temporada invernal será distinta a la vivida hacia finales del año pasado e inicios del presente. Por un lado, a pesar de que quizá se registrará un repunte de contagios (al igual que la mayoría de las enfermedades respiratorias que se transmiten más fácilmente durante la temporada más fría del año en el hemisferio norte) las hospitalizaciones se mantendrán con una ocupación aceptable. Ello permitirá la continuidad de la actividad económica sin mayores contratiempos. Esto se debe, a todas luces, al avance de la vacunación a lo largo y ancho de todo el país.
No obstante estos datos medianamente halagüeños, debemos mirar hacia Europa. Los gobiernos nacionales, principalmente aquellos que iniciaron tempranamente las campañas de vacunación como el Reino Unido, diseñan ahora una estrategia para vacunar con una tercera dosis a los adultos mayores y a todos que sufren de una comorbilidad o enfermedad crónica.
En México, por tanto, el Gobierno federal, en medio de la relativa tranquilidad que ofrece el semáforo verde, debe comenzar a gestionar la aplicación de una tercera inyección a adultos mayores. Huelga recordar que ellos fueron los primeros en ser inoculados, lo que hace imperativo que hacia inicios de 2022 deban reforzar su inmunidad ante la eventual disminución de la efectividad de las vacunas.
No debemos quedarnos atrás. AMLO, López-Gatell y demás responsables deben mirar hacia el otro lado del Atlántico, y prever que grupos vulnerables comiencen a recibir su tercera dosis desde inicios del 2022. Es lo correcto y lo responsable.
José Miguel Calderón en Twitter: @JosMiguelCalde4