LIBROS DE AYER Y HOY
Serán 93 mil millones 984, los votantes convocados, de acuerdo a la inscripción del Padrón Electoral, que tiene el INE.
Finalmente, después de varios meses, y las más diversas contradicciones políticas, los comicios más nutridos de todos los tiempos en México enseñarán sus resultados. Aunque se nota efervescencia, ha aumentado la inmunización en vacunas y descendido en algunos estados el ataque del virus, se ignora cuál será la reacción de los votantes. Se adelanta no obstante como positiva ya que se guardarán todas las medidas de salud.
Serán 93 mil millones 984, los votantes convocados, de acuerdo a la inscripción del Padrón Electoral, que tiene el INE y están en juego 2 mil 415 cargos, que algunos reducen a cerca de dos mil. La Presidencia de la República ha señalado que hay paz en el país, que se anuncia una jornada electoral tranquila y que se espera, asimismo, limpieza en la elección.
Son palabras tranquilizadoras, aunque las amenazas que privan tienen inquietos a millones. La palabra anulación pronunciada por el propio consejero presidente del INE Lorenzo Córdova, amenazas de denuncias de la oposición en todos los puestos, quejas permanentes ante el INE, las muchas irregularidades que dejó pasar ese instituto para centrarse en Morena, crean incertidumbre. Pero en general, las diversas corrientes se están sumando para pronunciar a favor de sus propios intereses la frase: ¡A VOTAR!
Los que se pasaron de tueste y exhibieron sus orígenes
La mayoría de las críticas sobre las campañas coinciden en la sequedad de las propuestas, en la poca profundización de los problemas del país y en la búsqueda de un voto que siga encaminando a los mexicanos a un mejor entorno.
Lo que destacó en esta tumultuosa campaña, como también tumultuosos son los puestos en oferta, fue el enfrentamiento entre las partes, ampliadas por una oposición que estuvo utilizando medios que les son afines y tuvo la concurrencia ilegal, y abusiva del Instituto Nacional Electoral (INE) puesto en su lugar de la manera más estricta, por el editorial de La Jornada el 3 de junio.
Pero hubo unos que se pasaron de tueste con campañas agresivas en las que involucraron a sus propios orígenes y mandantes políticos. Unas fueron las feministas de siempre, la que pelean en las marchas, al promover la campaña votar por botar, a un poder que indudablemente no quieren porque prefieren a los anteriores, en los que la situación de las mujeres estuvo peor.
Otro caso que llamó la atención y que aparentemente puede no estar conectado con las elecciones es el de los normalistas. La detención de los estudiantes de la normal de Mactumactzá fue tomada por enemigos del régimen, entre ellos del ejército zapatista, para recalcar acciones contra los normalistas de los estados de Puebla y Chiapas.
Las necesidades que arrastran los jóvenes ha hecho crisis desde hace años cuando se trató de destruir las normales en el gobierno de EPN a través del secretario de la SEP Aurelio Nuño. Fue entonces cuando desaparecieron los 43 de Ayotzinapa. El asunto tratado por un comentarista cercano al zapatismo sirvió para señalar directamente a los gobiernos de Chiapas y Puebla en ese afán del uso de las generalizaciones para denostar y hundir, que es muy común de esos grupos. El asunto se volvió político en plenas elecciones, con la intención clara de ataques directos a los gobiernos de Morena.
Muy grave, curas que metieron a su iglesia ¿Responderá El Vaticano?
Loa sacerdotes que llamaron a “votar contra el poder”, no solo violaron la Constitución, y al tratar de vulnerar a un poder legítimo, involucraron a su propia iglesia, la católica, una religión en la que tal vez miles de los que están en Morena rinden culto o mantienen respeto por sus creencias.
Una iglesia que está vinculada a un país extranjero, el Vaticano, con el que se mantienen relaciones respetuosas, pese a su intervención directa al considerar miembros de su grey e imponer títulos externos a los clérigos mexicanos.
Es algo que la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) debe responder.
Los sacerdotes Ángel Espinoza de los Legionarios de Cristo y Pedro Pablo Elizondo de Chetumal, llamaron a no votar por el actual gobierno, llevados de la sugerencia del ex cardenal derechista Juan Sandoval Iñíguez que advirtió que hay peligro de que se instale la dictadura. A ellos se sumó el rector de la Universidad Pontificia de México Mario Ángel Flores, según datos publicados el 3 de junio.
Los mencionados hablan desde su contexto religioso llamando a enfrentar al partido que está en el poder; están convocando a votar contra un proyecto que fue votado por 30 millones de mexicanos generando directamente la división, al contrario de altos prelados que estuvieron convocando a la unidad. Siempre se conoció en el pasado la relación estrecha que la CEM mantenía con los gobernantes en turno, no exenta de reciprocidades.
Carlos Salinas les reformó el artículo 130 constitucional en plena connivencia con los dirigentes católicos. Las invitaciones de papas que tenían fines políticos, fueron armadas también en los senos familiares como lo sostiene el escritor Rafael Loret de Mola en su libro Galería del poder.
Ha habido pues, una relación estrecha en un país en el que se contempla el laicismo en el artículo Tercero Constitucional.
Pero el ex abrupto de los clérigos publicado en medios (La jornada, 3 de junio 2021, página 3 ), rebasa cualquier violación.