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Los continuos apagones que hay en la Península de Yucatán derivado de la carencia de planeación en materia eléctrica, que provoca un déficit de energía para satisfacer el consumo para la población, industrias y comercios; muy pronto tendrá solución, ya que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) construye dos centrales de ciclo combinado a gas natural en esa zona del sureste del país, con lo que se aumentara la oferta de generación de electricidad solucionando el desabasto de energía en las entidades federativas de esa parte de México.
El abastecimiento de gas natural para las plantas de ciclo combinado que se están construyendo en Yucatán será a través de la ampliación de gasoductos que trasportaran la materia prima desde Texas hasta el sureste del país donde se están instalando las generadoras de electricidad.
La planta termoeléctrica se esta edificando en la península yucateca y una lleva por nombre Mérida IV la cual tendrá una capacidad 500 megavatios, mientras que la planta de Valladolid tendrá una capacidad de 800 megavatios. Se espera que las plantas entren en operación en noviembre del próximo año.
El gasoducto Mayakán, mediante un convenio de ampliación de capacidad con con una empresa privada, hará posible que la CFE llevé gas natural a las nuevas centrales de generación de Yucatán en mayo de 2025.
Las centrales de ciclo combinado son más eficientes que las centrales térmicas de carbón o combustóleo ya que usan gas natural para generar electricidad y luego usan el calor residual de las turbinas de gas para vapor, que luego se usa para generar electricidad adicional; esto las hace más respetuosas con el medio ambiente.
Hay que recordar que el gas natural, a pesar de ser un combustible fósil es reconocido como un energético de transición a las fuentes limpias de generación, además de que las termoeléctricas que usan ese insumo producen electricidad de forma continua y no como las eólicas y solares que lo hacen de forma intermitente, por lo que requieren respaldo de otros generadores para abastecer de fluido todo el día a los consumidores.
El gas natural representa, para México, una buena fuente de generación eléctrica debido a sus ventajas principales, como su densidad menor que la del aire, competitividad y seguridad. A esto hay que sumar que impacta poco sobre el medioambiente. Además de utilizarse en la generación eléctrica, puede aplicarse en todos los sectores económicos: residencial, comercial e industrial, así como en centrales de cogeneración y trigeneración, y en vehículos, a través del gas natural vehicular.
La inversión que esta haciendo la hoy empresa productiva del estado en las dos termoeléctricas se estima en 2 mil 300 millones de dólares. La planta Mérida IV tiene un costo de mil 300 millones de dólares mientras que la de Valladolid es de mil millones de dólares.
La forma como se están financiando las nuevas termoeléctricas es mediante una combinación de deuda y capital. La deuda será financiada con recursos propios de la Comisión Federal de Electricidad y con préstamos de bancos internacionales mientras que el capital será aportado por la empresa que dirige Manuel Bartlett y por inversionistas privados.
Las dos nuevas termoeléctricas incrementaran en un 50% la capacidad instalada de la entidad federativa yucateca con lo que se ayudará a garantizar que el estado tenga un suministro confiable durante muchos años y mantener los precios del fluido eléctrico asequibles para los consumidores y que esa región del país sea un lugar atractivo para las inversiones creadas por la relocalización de suministros de la cadena productiva mejor conocida como nearshoring.
La inversión de las dos plantas termoeléctricas significa una gran apuesta de la CFE y un esfuerzo encomiable del gobierno de la Cuarta Transformación para el desarrollo de esa parte del país que por sexenios estuvo abandonada.