Leído hace dos días en la columna Templo Mayor de Reforma:

  • “Luego de sacar adelante la aprobación en el Senado de la reforma judicial, el que sigue muy activo es el coordinador parlamentario guinda, Adán Augusto López”.
  • “¿A dónde creen que anduvo ayer? Pues ni más ni menos que en la oficina alterna del Tribunal Electoral federal, allá por los rumbos de Periférico sur. Cuentan que se reunió en privado con la magistrada presidenta, Mónica Soto, que tan buen servicio le ha dado a la 4T”.
  • “Dado que en estos días está de moda eso del respeto escrupuloso de la división de poderes, nadie vaya a pensar que el tabasqueño fue a dar indicaciones de cómo quieren en Morena algunas resoluciones pendientes, como las elecciones de Jalisco…”.

No es buena noticia la posibilidad, absolutamente alta, de que se anule la elección de gobernador de Jalisco, que ganó a la buena —voto por voto, casilla por casilla— el candidato de Movimiento Ciudadano, Pablo Lemus.

Nada tiene de positivo que la oposición siga perdiendo espacios. Ojalá ya lo entiendan, en un ataque repentino de pluralismo, las personas que mandan en la izquierda. Sé que están convencidos de eso tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador como la presienta electa Claudia Sheinbaum: ojalá influyan para evitar algo tan absolutamente de mal gusto democrático como lo que podría ocurrir en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Comenté con una persona que respeto que no se vale golpear a la oposición, y me respondió que el TEPJF es imparcial y solo aplica la ley al margen del partido al que se beneficie o perjudique, y enseguida me puso como ejemplo el municipio de Zacatecas. Mal ejemplo, pésimo.

Qué bueno, sin duda, que la sala superior del TEPJF haya validado el triunfo del PAN en Zacatecas. Es importante lo que pasó ya que una sala regional había anulado la elección. Pero, seamos serios, resulta absurdo comparar al municipio de Zacatecas con el estado de Jalisco.

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Jalisco es la entidad federativa mexicana con el cuarto PIB más grande. Zacatecas está en el lugar 28 de 32. Entre los 100 municipios con el PIB más alto, Zacatecas está en el lugar 93, esto es, casi en la última posición. Y según una clasificación que he visto en Wikipedia varios municipios de Jalisco son mucho más relevantes en términos económicos: Guadalajara, lugar 3; Zapopan, 8; El Salto ,35; Tlaquepaque, 44; Tlajomulco, 48. Ignoro por qué Puerto Vallarta no aparece en esa lista, pero estoy seguro de que su PIB es mucho mayor que el de la ciudad de Zacatecas.

Así que suena a mal chiste justificar la muy probable anulación de la elección de Jalisco ganada por MC con el reconocimiento del triunfo opositor en el municipio de Zacatecas.

Escenarios si se anula el triunfo de Lemus

De ocurrir una resolución de la sala superior del en el sentido de anular la elección para gobernador de Jalisco, el congreso del estado deberá elegir un sustituto que entrará en funciones el 6 de diciembre. Al sustituto o interino se le nombra por mayoría simple de los diputados y las diputadas locales presentes en la sesión respectiva, siendo que haya cuórum.

De anularse la elección antes del inicio de encomienda de la próxima legislatura estatal, o sea antes del fin de octubre, sería la actual legislatura con mayoría de diputados de Movimiento Ciudadano la que designaría al gobernador sustituto.

Si la anulación se diera después de 1 de noviembre, entonces sería el próximo congreso el que seleccionaría al interino. Se supone que en la nueva legislatura Morena y partidos aliados tendrán el mismo número de integrantes que MC, PAN y PRI. Pero, en opinión de analistas jaliscienses, no sería difícil para la izquierda en el poder federal lograr el voto extra que necesita para que el gobernador sustituto sea alguien cercano al morenismo.

El plazo para que el congreso convocara a nueva elección es amplio: tiene que haber al menos 45 días entre la convocatoria y la jornada de votaciones, con un tiempo de campaña de 30 días… Pero, ni hablar, podría convocarse hasta un año después de que el sustituto empezara a gobernar. La ley es la ley y es maleable al gusto de quien tiene más habilidad.

Para el nuevo proceso electoral, si lo hubiera, los paridos estarían habilitados para postular otro candidato u otra candidata, no necesariamente a quienes contendieron en la elección posiblemente anulada

Si por alguna razón no fuera Pablo Lemus por MC —se le podría inhabilitar, dependiendo de la causa de la anulación electoral—, estarían más que listos para buscar la candidatura a gobernador Salvador Zamora Zamora, Alberto Esquer y Clemente Castañeda, todos de alguna manera ligados al actual gobernador Enrique Alfaro.

Sería lógico que PAN y PRI se unieran a MC para cerrar filas con un candidato único de oposición a Morena. Después del sainete en el legislativo federal por la reforma al poder judicial se fortaleció la alianza de hecho entre la oposición, cuyos partidos por sí solos realmente muy poco representan. Conste, no es que juntos asusten al morenismo, pero si se unen tienen al menos la capacidad de llamar la atención mediática, lo que ya es avance en tiempos de casi partido único.

En Morena Jalisco se elucubra que podría no ser postulada de nuevo Claudia Delgadillo. Su desempeño en la anterior campaña fue realmente ineficaz: empezó muy bien en las encuestas, inclusive ganando y cada día perdió puntos porcentuales hasta que la superó fácilmente Pablo Lemus. Sobran voces en el morenismo, jalisciense o nacional, que la culpan por no haber obtenido más votación.

En el caso de que Delgadillo no contendiera, estarían buscando la nominación personajes como Carlos Lomelí, actual senador que ganó el escaño con el mayor número de votos, por encima de la votación que obtuvo Claudia Delgadillo, aunque no por su por su popularidad, que nunca ha sido impresionante, sino por la inercia de la votación en favor de una Claudia mucho más eficaz en el terreno electoral, Sheinbaum, hoy presidenta electa de México.

Sea lo que fuere, Lomelí obtuvo más votos que sus competidores del PAN, Francisco Ramírez Acuña, y Alberto Esquer, de MC. Un poco de pena, por cierto, que alguien con la trayectoria de Ramírez Acuña llegara al Senado como primera minoría.

El otro interesado en Morena sería Alejandro Peña, quien se avecindó en Jalisco desde hace ya más de 6 años. Oriundo del Estado de México ha sido el encargado de controlar todo el tema de los programas sociales federales en la entidad.