Pese a los esfuerzos del equipo de Xóchitl Gálvez en su reciente gira por Nueva York y Washington para estigmatizar la imagen de México en Estados Unidos, a través de una campaña negra de ataques arteros contra la investidura presidencial de AMLO y para descarrilar a la candidata puntera, Claudia Sheinbaum, ayer domingo en la primera plana de la sección editorial del The New York Times se publicó un artículo que tuvo mucha resonancia en varias comunidades de EU. En este se reconoce la amplia ventaja que tiene Claudia en las encuestas presidenciales, y, contrario a la narrativa de la oposición, se refiere a nuestro proceso electoral y a nuestro país, como una democracia efervescente con una sociedad plural.
En dicho artículo, su autor, Ilan Stavans, destaca que: “La campaña presidencial de México está en marcha y, si hay que creer en las encuestas, Claudia Sheinbaum, física y candidata del partido gobernante de izquierda Morena, podría ser la próxima presidenta del país”, y cuestiona si “abrirá caminos o seguirá por el trazado”.
En este análisis de The New York Times, Stavans (de nacionalidad estadounidense y mexicana, de origen judío, reconocido en el ambiente intelectual internacional) destaca el perfil de Claudia y el impacto que pueda tener en el rumbo del país bajo su mando (cito sus palabras entre comillas):
- De llegar a ser presidenta, Claudia podría “redefinir la política progresista en América Latina”.
- “Su ascenso indica cómo el pluralismo ha redefinido la textura de México”. Para el autor, “es sorprendente” que una mujer pueda liderar el país. “Es algo sísmico en un país imbuido de machismo…”
- Su ascendencia judía es motivo de optimismo sobre la apertura de la sociedad mexicana y es una importante señal del proceso democrático que vive México. Dice que ella “rara vez se identifica públicamente como judía y no ha exagerado ni ha tratado de evitar su identidad”. “El hecho de que ella sea la favorita dice algo sobre el grado en que la efervescente democracia del país ha rediseñado el papel de los grupos minoritarios. Aunque aún está por ver si ganar la presidencia, como está dispuesta a hacerlo, traerá un cambio positivo y definitivo, más allá de un proyecto político popular.”
- La candidatura de Claudia refleja la libertad de religión en el país. Pese a ello, “su herencia judía la ha convertido en el blanco de una campaña de difamación. Han circulado falsos rumores de que ella no es ciudadana mexicana… Un ex presidente mexicano, Vicente Fox, que es un católico acérrimo, la acusó de ser judía y extranjera al mismo tiempo”. “Aun así, la fe de los antepasados de Sheinbaum no ha tenido mucho impacto en su vida política”.
Stavans se refiere al papel que Claudia pueda tener en la dirección del país en temas como energías limpias, libertad de prensa y la seguridad nacional. Subraya la importancia que tendrán conflictos como el de Israel y Hamas (menciona el respaldo de Claudia a la posición neutral de México) y la crisis fronteriza con EU por la migración (que dice, involucra a migrantes de lugares tan lejanos como China, Rusia, y África), como retos difíciles que definirán su política exterior. También señala que en política interior deberá enfrentar a los cárteles de la droga y la violencia en el país.
Los señalamientos que hace Stavans sobre la personalidad de Claudia se fundan en que sus antecedentes familiares tienen coincidencias. Ella, independientemente de su ascendencia, creció en un ambiente familiar intelectual y humanístico, donde la educación y la conciencia social (sin especial énfasis en la práctica religiosa, sino más bien en las costumbres y tradiciones de su mexicanidad) fueron pilares de su formación.
Quizás por ello es que uno de los aspectos que Claudia siempre resalta, y Stavans confirma, es que más que un credo religioso lo que ella predica es el humanismo, que no distingue entre una fe u otra. Habría que resaltar que uno de sus lemas favoritos es una frase del Papa Francisco, que profundiza “la fraternidad y la igualdad” entre las personas: “la única manera lícita de mirar de arriba a abajo a alguna persona es cuando le das la mano para levantarse”.
De cualquier manera, lo que queda claro con el artículo de Stavans es que The New York Times se suma a la prensa internacional que reconoce que en nuestro país Claudia Sheinbaum está muy cerca de marcar un hito el próximo 2 de junio: en un proceso democrático, por primera vez una mujer humanista de izquierda puede convertirse en presidenta de México.