No. No de todas porque millones aun están solas, sin protección a merced de su agresor, están atrapadas en el terror de la violencia, son sometidas a golpes que no son suficientemente fuertes para que la denuncia proceda; miles de ellas están amordazadas por el pánico, aterrorizadas por ser víctimas de violencia psicológica también. Sus gritos quedan ahogados porque saben que nadie habrá de escucharlos.

Tiempo de mujeres, pero no de todas…

Las que valientes presentan su denuncia, las que expresan y señalan a su agresor son ignoradas; las acusaciones, los señalamientos quedan ahí escritos en un vil papel para quedar bajo otro y luego otro; sus nombres, su dolor y miedo no valen nada. A nadie conmueven sus lágrimas, a nadie impacta su rostro amoratado lleno de súplica. “No hay pruebas suficientes”, “sus lesiones no son graves”; el agresor lo sabe y queda libre, nadie lo investiga, nadie lo cuestiona, nadie corrobora…

Nada se hace hasta que los familiares de la víctima denuncian que está desaparecida; las mujeres de nombre simple tenemos mucho que perder.

Sheridan, activista y fundadora del Frente Poblano contra Deudores Alimentarios, denunció amenazas de su ex pareja; lo acusó de violencia y por no hacerse cargo del hijo que espera. Su voz no fue escuchada, su miedo no fue percibido, nadie hizo nada y hoy está desaparecida con nueve meses de embarazo.

Después de cruzar el umbral de su puerta, a Sheridan se la tragó la tierra; ahora sí la buscan cuando ya ni siquiera su sombra puede verse, es cuando las autoridades se coordinan para encontrarla. ¿Por qué no la escucharon? ¿Por qué no investigaron a su ex pareja cuando ella lo denunció? ¿Por qué no la protegieron? ¡¿Por qué?!

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Ahora Sheridan y su bebé que tal vez siga resguardado en su cálido vientre, están desaparecidos. ¿Habrá dado ya a luz? ¿En dónde? ¿Bajo qué circunstancias?

No imagino el terror que debe estar pasando Sheridan. La angustia de la activista, de la abogada, de esta mujer vulnerable en este “tiempo de mujeres”. Ella fue vista por última vez el jueves 26 de diciembre en la colonia Tres Cruces.

Las primeras 24 horas con cruciales, han pasado más de 72… Esta tragedia pudo haberse evitado si la hubiesen escuchado. Autoridades, ministerios públicos, todos insensibles.

Ya desaparecida es cuando la Fiscalía General de la República abre tres carpetas de investigación contra un futbolista. El presunto agresor, Iker N, fue denunciado por Sheridan ante la Unidad de Investigación de Delitos de Violencia Contra las Mujeres de la FGE, por delitos de abandono, acoso cibernético y amenazas. Ahí quedó todo, sus palabras se convirtieron en aire que se lleva el torbellino de la impunidad y las deshace, las esparce, se revuelven con los de las otras y todas se olvidan… Generando esto la “libertad de agresión” que muchas veces termina en feminicidio.

Sheridan mantuvo una relación de dos años con el futbolista Iker N. Cuando él supo que ella esperaba un hijo, él le respondió que “no era suyo”. Comenzaron entonces las amenazas. Sheridan supo que Iker había dicho que planeaba desaparecerla y quitarle al bebé, por ello ella lo denunció ante la Fiscalía de Puebla; por abandono, amenazas y violencia psicológica. El pasado 23 de diciembre, Sheridan ofreció una entrevista en la que las hizo públicas. Después, le llegó un mensaje en la red social en X: “es lo peor que pudiste haber hecho. Atente a las consecuencias”.

¿Tiempo de mujeres? No. No de todas. Nadie hizo nada por Sheridan. Nadie.

Al parecer en este país denunciar a un agresor, es sentencia para la víctima. Las palabras de Sheridan y aquellas no pronunciadas por su bebé aún en su vientre fueron ignoradas por las autoridades. Ni siquiera su estado vulnerable conmovió a nadie ni esa tierna vida que estaba por ver la luz.

Ya sin rastro de ella, es cuando se emite la ficha para localizarla y, a través de la Comisión de Búsqueda de Personas, contactaron a la familia para obtener información que ayude a las tareas de localización. ¿Por qué tan tarde?

No llego sola, llegamos todas”, ha dicho en varias ocasiones la presidenta Claudia Sheinbaum. Muchas sí llegaron a posiciones de poder y otra, Sheridan Mata Balderas llegó al Ministerio Público…

¿Para qué? Para después desaparecer