El papel de la mujer en la política, a la par de las reglas constitucionales en materia de paridad de género, son componentes que, entrelazados, han permitido abrir la brecha de la desigualdad. Muchos decían que, en pleno proceso presidencial, el expresidente inclinó la balanza por Claudia Sheinbaum para sucederle en el poder. Lo que creo es que, por mucho, la actual jefa de Estado, más allá de la cercanía con Andrés Manuel López Obrador, supo capitalizar la madurez que ha ido adquiriendo a través de distintas trincheras del servicio público. Desde luego, la Ciudad de México, dicho de otra manera, es casi casi la antesala para llegar a un ejercicio interno por la presidencia. Eso, por sí, fue una palanca que influyó, sin embargo, las cualidades de Sheinbaum, que diseñó una estrategia de posicionamiento para arribar a Palacio Nacional, fue crucial.

Y eso, a nivel nacional, lo demostró en cada uno de los debates presidenciales en los que, literalmente, hizo pedazos a Xóchitl Gálvez en todos los encuentros cara a cara. Esos eventos, que fueron diseñados para que la sociedad tuviera elementos para tomar partida por los perfiles, constituyen la prueba más contundente de que Claudia Sheinbaum, más que nunca, estaba preparada para tomar el lugar que dejaría Andrés Manuel López Obrador. De hecho, la votación histórica que hubo, a la par de lograr mayorías calificadas en ambas cámaras legislativas, la pusieron en condiciones inmejorables para llegar con enorme legitimidad. Eso, lo hemos visto todo, se ha manifestado con más del 80% de la aprobación nacional.

Luego de tomar protesta, queda claro, algo que ha sido muy notorio, además del equilibrio en la paridad de género en posiciones claves, la apertura a la mujer para que cargue con responsabilidades de primer nivel, algo muy importante, evidentemente, es la capacidad para operar dos grandes dependencias como lo es gobernación y los programas de asistencia. Eso significa que, en estos momentos, el papel femenino, que es sostenido desde la titular del poder ejecutivo, es el gran sostén del territorio nacional.

Eso, naturalmente, nos lleva más a comprender, más allá de los méritos que ha logrado en espacios claves, la influencia que pudo tener para decidir por Luisa María Alcalde en la dirección general del partido guinda. Eso es un ejemplo de que la mujer, en todos los sentidos, está rompiendo esa brecha de la desigualdad y que, para tal efecto, ha probado tener el oficio político para tomar decisiones al más alto nivel. Cada una de ellas, con sus propias cualidades y virtudes, ha demostrado eficiencia en la labor que les delegó la jefa de Estado. Entonces, queda claro, Sheinbaum es un ejemplo que se debe seguir de aquí en adelante. Desde luego, para los puestos de elección popular, de acuerdo con la ley electoral, los partidos deben aplicar la norma de equidad o, lo que es lo mismo, mitad y mitad para las gubernaturas, diputaciones federales y locales, lo mismo que para los ayuntamientos.

Entonces, lo que presenciaremos en las elecciones intermedias, así como ha venido aconteciendo, es tomar decisiones equilibradas para nombrar a los coordinadores del voto. Allí, desde luego, aparecen una larga lista de mujeres que, en definitiva, se están proyectando para las gubernaturas del 2027. Apoyándonos en los estudios de opinión, y en la misma perspectiva que han generado de protagonismo en sus trincheras, podemos aludir muchos nombres que, con esa capacidad de movilización, están generando un clima propicio para sus aspiraciones a futuro. La diferencia estará, de acuerdo con los propios estatutos de Morena, bajo el escrutinio minucioso de la encuesta que, al final de cuentas, es el mecanismo para resolver las designaciones.

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Con todos los méritos, al menos porque hemos escuchado su interés de participar en el proceso electoral, podemos ir esbozando algunos nombres que, desde luego, se medirán en la encuesta. Nos queda claro que el Senado de la República, por la relevancia, comienza a ser el epicentro o la cantera para encontrar a las próximas candidatas de Morena. En Baja California Sur, que además fue noticia por la forma de encarar a Lilly Téllez, la legisladora, Lucía Trasviña, será una de las principales protagonistas en esa entidad. Eso mismo sucede, de nueva cuenta, con la misma Nora Ruvalcaba en Aguascalientes. Y en Chihuahua, donde Andrea Chávez no tiene competencia interna, todo apunta en esa dirección, máxime porque hay en ella, a la par de mucho protagonismo mediático, una fuerte crítica a la oposición que, al final de cuentas, puede ser la llave de acceso para terminar con la hegemonía del PAN en aquel punto de la geografía. Ella, en sí, es considerada como parte de ese relevo generacional que hizo énfasis en su momento el expresidente López Obrador.

Otras aspirantes, que también comienzan a generar una corriente de opinión positiva al interior de las bases del partido, son la senadora de Guerrero, Beatriz Mojica. Se trata, sin duda, de una de los activos más importantes de aquella entidad. Siendo así, hay muchos elementos que nos han llevado a anticipar un buen escenario para ella. Lo mismo sucede en Colima, con la legisladora Ana Karen Hernández. Eso también pasa, de acuerdo con los estudios de opinión, con la alcaldesa de Tepic, que está en su mejor apogeo para ir en busca de la gubernatura de Nayarit. Otra de los perfiles, que se ha ido afianzando no de ahora, sino de tiempo atrás, es la voz elocuente de Tatiana Clouthier para Nuevo León. Y en ese lapso que corre a la velocidad de la luz, me refiero a las elecciones intermedias del 2027, suenan nombres como el de la secretaria de gobierno, Rosa Isela.

Todas ellas, cuya intención es llegar a la gubernatura de sus estados, tienen grandes posibilidades, especialmente en una coyuntura clave el tiempo de las mujeres.