PROMETEO

El anuncio este domingo 20 de julio, del retiro del presidente Biden a la candidatura demócrata por la reelección, noticia que, si bien se dilató por días, era esperada. El presidente Biden debilitó su candidatura por motivos de falta concentración en eventos públicos y al evidente declive de su salud física, que eran cuestionados por los propios demócratas y aprovechados sin duda por el ex presidente Trump, que, pese a todas las críticas por su estilo particular, es un hecho el apoyo y simpatía en los electores estadounidenses, que lo perfilan como fuerte favorito y con ventaja de credibilidad de los republicanos y el estilo de dirigir la campaña mediática y de posicionamiento en los electores, que pondrá cuesta arriba a cualquier candidato hombre o mujer de los demócratas.

Para México tiene dos posiciones en el imaginario, para la línea intelectual de izquierda, no les gusta el estilo amenazante y exigente que presenta Trump en sus discursos, en temas de migración y comercio. Está el asunto ya expuesto en sus mítines de devolver a miles de migrantes y cerrar la frontera, en el segundo el tener equilibrio sobre comercio exterior bajo sus reglas. En ambos casos el tema de costo vía impuestos en remesas y aranceles, le pone presión a la narrativa de un gobierno que se asume como soberano y nacionalista. Solo que el 80% del comercio exterior es con Estados Unidos y que las remesas son factor para el consumo interno, son 5 mil millones de dólares mensuales, así que al gobierno mexicano le queda cooperar y ser menos retador en el discurso nacionalista.

Esto es lo que no logro la pésima oposición oportunista en México, será a través de la relación binacional como se generaran equilibrios en materia energética, industria de exportación, infraestructura, migración y contención al crecimiento de China en la inversión, que ya es clara que realiza en México. El ex presidente Trump, sabe muy bien como apretar a los políticos mexicanos de izquierda o derecha (Ebrard, Peña Nieto, Videgaray), le gusta la confrontación y el ganar ganar de una manera u otra, pero presentándolo finalmente como una negociación consensuada.

Por otra parte, está la derecha mexicana, que ve con entusiasmo, que haya por lo menos en Estados Unidos, alguien que ponga contrapesos reales a la narrativa de este sexenio y de la presidenta electa, ello con relación a la participación concentrada del Estado en actividades como electricidad, minería, infraestructura y la influencia especifica que busca tener en el poder judicial, por lo que serán temas que tanto republicanos y demócratas van a pedir que haya claridad y precisión en la inversión privada y que haya libre competencia. No hay duda que el tratado de libre comercio de los 90′s y el T-MEC que entró en vigor en julio de 2020, les han dado grandes ventajas comerciales a ambos países y en especial a México, destacando las regiones centro y norte del país. Ciudades como Tijuana, Mexicali, Juárez, Torreón, Saltillo, Monterrey, San Luis Potosí, León, Aguascalientes, Querétaro, Guadalajara y la zona metropolitana de la CDMX son las que mayor provecho han obtenido de ello, denotado en inversión productiva e infraestructura en energía, urbana, académica y de servicios de comunicación que las potencializan a mayor escala que otras regiones donde los apoyos y subsidios son sus incentivos y no la productividad como prioridad.

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La cercanía, la infraestructura creada desde los 90′s, ha permitido buenos resultados, pero no ha permeado en otras regiones del país que están concentradas por grandes poblaciones con bajo desarrollo e infraestructura a excepción de sus capitales por la concentración de recursos de los gobiernos estatales y la cabecera municipal. Puedes desarrollar el Tren Interoceánico y conectar con la frontera sur. Sin embargo, en tanto las carreteras e infraestructura sigan siendo de mala calidad y alta inseguridad, y se mantenga el irregular nivel educativo como pasa en Zacatecas, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Puebla y Tabasco. La inversión privada será mas lenta que otras regiones, pese al importancia económica, política y social de estas zonas.

El discurso oficial habla cada mañana de los momentos estelares de su administración, grandes logros cero errores, macaneo perfecto en todos los temas. Seguridad, economía, empleo y salarios, salud, educación, infraestructura, programas de bienestar y destaca el apoyo al sureste que nadie había otorgado como ahora. Hay poco espacio para hablar de déficit fiscal, de la informalidad con tasas del 60%, de que no se ha acabado la corrupción y que sigue la impunidad en este gobierno, empezando por Segalmex, o bien de que las fuerzas armadas, fiscalías e instituciones de seguridad, no han podido contener la percepción de que hay altos índices de inseguridad por cobro de piso o extorsión o robo, que son generadores de inflación e inhibición de inversión privada.

La imposición de criterios personales con respecto a la reforma judicial, temen un enfoque particular en temas fiscales y penal, no lo tiene tanto en materia civil, mercantil, laboral o familiar. La modificación constitucional para designar jueces, corre el riego de politizar decisiones y demorara la carrera judicial con base a que todos los días se les descalifica. Hay mucho por cambiar, pero esa no es la manera y será un grave error imponerla e implementarla como hoy se expone, en especial por personas que, sin experiencia en litigio activo ni carrera judicial, tienen cargos como ministro en la SCJN. Si esa va a ser la solución, además de la inviable y confusa manera en que podrán ser elegidos jueces de distrito, ministros, todavía faltar implementarla en los tribunales estatales que es donde está realmente el problema de impacto judicial para todos los mexicanos. Así que las prisas por aprobarla en septiembre no son buena noticia para el Estado de derecho y la autonomía del poder judicial en México. Este tema sin duda será tocado en las campañas republicanas y demócratas, veremos cómo se van colocando las posiciones al respecto.

Los mas fieles y convencidos seguidores del presidente López Obrador y su movimiento, darán todo tipo de argumentos y justificaciones en temas económicos, políticos y de pensamiento social. Apoyaran a la Dra. Sheinbaum, sino se sale de la línea marcada y no le mueve una coma al discurso del humanismo mexicano, la economía moral y la revolución de las conciencias, conceptos que argumentan en sus foros y narrativa, habría que preguntarle al pueblo bueno y sabio si entiende esos conceptos de manera clara y sencilla y que le significan en su día a día. Es claro que mientras haya recursos a repartir de becas, programas sociales y pensiones no contributivas, todos seguirán muy felices, por cuanto tiempo o con cuanto estarán tranquilos, eso los lo dirá el tiempo.

Hoy los partidos políticos más que una plataforma política de ideas y propuestas a desarrollar, se han convertido en compañías de mercadotecnia, con promoción de tarjetas de apoyo económico que inicio el PRI, luego ya Morena lo ha evolucionado a promover becas y apoyos económicos en pensiones no contributivas. Se ha logrado cohesionar el sentido de ser receptores de programas sociales, sin importar su fuente y que tipo de futuro habrá para las siguientes generaciones sino hay recursos suficientes, luego entonces importa el hoy y nada más, la clave es ofrecer apoyos y subsidios económicos, así como promesas y atención a los pobres. Ya se les ocurrirá algo en uno años, culpar a los de atrás o reciclar el baúl de reprivatizaciones o de continuar administrando deuda a largo plazo. En octubre tomara posesión de la presidencia la Dra. Sheinbaum y su gabinete ya lo perfilo o se lo sugirieron en las giras del adiós, a excepción del Ejercito y Marina, así como está pendiente el de las empresas clave del estado Pemex y CFE.

En noviembre son las elecciones en Estados Unidos y en enero estará la toma de posesión, vientos de cambio intenso en la relación bilateral si el ganador es el ex presidente Trump. En tanto el secretario de hacienda, ya anda avisando lo que todos sabemos, que la relación comercial con China no es justa, que México les compra mucho y que le vendemos poco a los chinos, habrá que ver que queremos vender que ellos no produzcan y que seamos más eficientes que ellos. Hoy la población mundial supera los 8 mil millones de personas y los chinos son el 18% de la población mundial y México es del orden del 1.6%. Esa gran diferencia en población (más de 10 a uno), en desarrollo y crecimiento del PIB.

Los chinos de 2019 a la fecha tienen un crecimiento promedio del 5% anual del PIB, nuestro país no supera el 1%. Uno de los crecimientos más bajos desde el sexenio de Miguel de la Madrid, que fue del 0.18%. Así que para negociar con los chinos hay que ofrecer algo más que retórica, sus productos son de todo tipo de calidad y precio. México tiene que pensar en cómo venderles a los chinos valor agregado o asociarse inteligentemente con ellos en esquemas que los americanos no consideren de alto riesgo, es decir chips, tecnología automotriz y comunicaciones. Nada fácil para Ramírez de la O y Ebrard, pero ya lo avisaron esta semana, necesitamos algo más que suerte con ellos y más con las elecciones norteamericanas a la puerta.

X: @MarioSanFisan | PROMETEO (previsión/prospección) | CEO FISAN SOFOM ENR

Banquero a nivel Directivo con más de 30 años de experiencia de negocios. Ex presidente nacional AMFE corporativo@fisan.com.mx