Nadie sabe qué pasa por la cabeza del presidente ni qué busca en realidad con la iniciativa de reforma a la Ley de Aviación Civil y la Ley de Aeropuertos a través de la cual autoriza el cabotaje. Lo que parece es que hará lo que sea necesario para cumplir con dos de sus caprichos y obsesiones, uno, que funcione su aeropuerto Felipe Ángeles y dos, privilegiar su propia línea aérea, y la que oculta en discursos pero realiza en los hechos: cumplir los caprichos de sus amigos extranjeros.

Entreguismo

La iniciativa tiene un par de consecuencias brutalmente nefastas, la primera -inconcebible en alguien que se jacta de defender la soberanía nacional- es que, aunque usted no lo crea, se entregará a los extranjeros el espacio aéreo nacional.

La segunda, igualmente antinacionalista, es que hiere de muerte a la aviación mexicana, Volaris, Aeroméxico, Viva Aerobús, al permitir a las aerolíneas extranjeras realizar rutas nacionales.

La iniciativa no sólo contempla permitir el cabotaje aéreo en el AIFA, sino en todos los aeropuertos y rutas nacionales.

Muchos se pueden ir con la finta que AMLO asume una medida “neoliberal” con el pretexto de incrementar la competencia y bajar los precios a los usuarios, que sería lo menos pernicioso, pero no lo es, no es una medida neoliberal, es una política entreguista.

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La voz de los expertos

El capitán Humberto Gual Ángeles, secretario general de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), asegura algo que ya habíamos mencionado en este espacio, al presidente lo engañan, quizá se aprovechan de su ignorancia en algunos temas y le dicen lo que a él le gustaría oír, además de que lo asesoran muy mal.

El secretario general de ASPA lo describe perfectamente en una entrevista, esta iniciativa de ley es al puro estilo de Antonio López de Santa Anna, quien entregó el territorio a cambio de apoyo para mantenerse en la presidencia, pero ¿AMLO a cambio de qué entrega la totalidad del espacio aéreo nacional? Lo explica con precisión al comparar al once veces presidente de México, AMLO entrega con esta ley la totalidad del espacio aéreo nacional a los extranjeros, lo cual, en su opinión, es traición a la patria.

Por su parte José Alonso, secretario de prensa de ASPA, asegura que el impulso de este gobierno al cabotaje, que ha estado prohibido en México y prácticamente en todo el mundo, es una opción para detonar el flujo de pasajeros en elAIFA que, hasta hoy, no ha validado su construcción.

El Colegio de Pilotos Aviadores de México A.C, fijó su posición en un comunicado: “El modificar nuestra legislación para beneficiar intereses ajenos a los mexicanos, es inconstitucional, atentaría contra la soberanía de nuestro país y pondría en riesgo el desarrollo que genera la industria aérea nacional.”

Una herida de muerte

Tan desigual es el mercado aeronáutico de Estados Unidos al de México, que en un santiamén pulverizará al mercado nacional.

Con datos de la FAA y de la AFAC, Estados Unidos tiene 19 mil 633 aeropuertos mientras México tiene 78; ellos tienen 5 mil 791 aviones comerciales y México 355, nuestro vecino tiene 2.9 millones de pasajeros al día y México, 290 mil, la llegada de las líneas extranjeras a México a cubrir rutas nacionales, será como quitarle un dulce a un niño.

AMLO ya detalló hace unos días que tendrá su propia línea aérea con destinos a los lugares donde nadie vuela. Es tan miope su visión que, para que su línea funcione, prefiere destruir a las líneas aéreas nacionales y abrir paso a las extranjeras y así, él y su Ejército, cubrir ciertas rutas no rentables por falta de pasajeros e infraestructura.

Así lo dijo: “Hay muchos sitios en los que no se puede llegar por avión porque no son atendidos por las líneas actuales; además, ha habido una disminución, pues no sólo fue Mexicana, sino Interjet, y también se han reducido los vuelos de Aeromar. Hay ciudades en donde antes había vuelos y ahora ya no hay”.

Charlatanería

AMLO contradictorio, falso y manipulador.

El presidente se ha quejado de que el avión presidencial no se puede utilizar en México, que solo sirve para vuelos internacionales y en aeropuertos muy grandes, pero al dar su anunció aseguró que iniciará con 10 aviones y el avión presidencial.

El colmo del absurdo: El gobierno mexicano prohíbe a UBER prestar servicio de taxi en el AIFA, pero eso sí, está presuroso a abrir los espacios aéreos para que la aviación extranjera brinde servicio doméstico en territorio nacional.

¿A cambio de qué el presidente entrega a los extranjeros la totalidad del espacio aéreo nacional? ¿Qué harán los legisladores de Morena? ¿Seguir cumpliendo ciegamente los caprichos de su jefe aunque ello signifique entregar la soberanía nacional?