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Las relaciones diplomáticas entre México y la República de Corea del Sur cumplen 60 años y en ese periodo de tiempo se han estrechado las relaciones comerciales y culturales entre ambas naciones, por lo que surgió la necesidad de iniciar un acuerdo para un Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral entre los dos países.
El gobierno mexicano anunció el 2 de marzo del 2022 el inicio de las negociaciones del ingreso de Corea del Sur a la Alianza del Pacífico para la primera mitad del año pasado, y el inicio de negociaciones de un “TLC bilateral”, siendo el objetivo de este acuerdo que las exportaciones mexicanas sobre todo de alimentos puedan entrar al mercado coreano con aranceles más bajos y que inversiones en los ramos de alta tecnología, automotriz y siderúrgica del país asiático lleguen a la nación azteca facilitando la cadena suministro a esas industrias con costos menores y que haya una transferencia tecnología.
El firmar un acuerdo comercial entre las dos naciones permitiría enfrentar los desafíos y oportunidades actuales bajo un marco institucional. Asimismo, se disminuirían las barreras comerciales de bienes y servicios, con lo cual se apoyaría la inversión y el intercambio tecnológico.
Un Tratado de Libre Comercio entre México y Corea del Sur traerá beneficios económicos para ambas naciones. Particularmente, las empresas mexicanas tendrían acceso a un mercado más amplio y mejor regulado, para aumentar su competitividad y comercio.
El acuerdo comercial es de suma importancia ya que, en México, existen más de 2 mil empresas con inversión surcoreana. Además, Corea del Sur está entre los cinco primeros socios comerciales del país azteca, mientras que México es el principal socio comercial en América Latina para Corea del Sur.
Hay voces que no están de acuerdo con un tratado comercial con el país asiático, sectores como el automotriz (autopartes) no vislumbran mayores beneficios del acuerdo comercial, pues el sector se provee de muchas empresas que ya radican en México, mientras que el sector siderúrgico ha alertado ante posibles dificultades para que el acero mexicano compita contra las exportaciones de acero subsidiado de Corea del Sur.
El intercambio comercial entre México y Corea del Sur pudiera no parecer alto, pues sólo representa el 3.9% del comercio total que México tiene con su principal socio comercial, Estados Unidos; sin embargo, el tratado podría tener un impacto importante en la integración comercial de América del Norte, en las cadenas de suministro y en el comercio del país azteca con otras naciones con las que compiten los productos coreanos en el mercado mexicano.
En la actualidad hay un grupo de 80 empresas de electromovilidad, fabricantes de vehículos eléctricos y productoras de semiconductores de Corea del Sur que están interesadas en invertir y convertir a México en su centro manufacturero aprovechando el llamado nearshoring que ofrece la nación latinoamericana.
Las empresas coreanas como Posco, Kia, Inzi, Samsung, LG, Speco, Pantech, Nieco, Hyundai, Dyos, Kepco y otras han invertido más de 8 mil 475 millones de dólares en la construcción de plantas y fábricas en México, además gran parte de la tecnología y suministros que se usaron para la construcción de la Refinería de Dos Bocas provenían de Corea del Sur.
Actualmente, las operaciones de las compañías coreanas están empleando a más de 150 mil personas a lo largo del territorio mexicano.
Hay más de 430 empresas coreanas en México y más de 2 mil 30 negocios coreanos registrados en la Secretaría de Economía, incluidas micro, pequeñas y medianas empresas.
Empresas mexicanas como Bimbo, Maseca, KidZania, están invirtiendo en Corea del Sur, pero esto es mínimo en comparación con las inversiones que tienen los empresarios del país asiático en México.
Un Tratado de Libre Comercio entre México y Corea del Sur es necesario ya que incrementaría la producción del país latinoamericano y las oportunidades de empleo y desarrollo tecnológico.
Valdría la pena recordar un viejo proverbio coreano que dice “hasta para levantar una hoja de papel es mejor entre dos”; con el acuerdo comercial entre las dos naciones habría sinergia que repercutiría en bienestar para los habitantes de ambas naciones.