Vamos entrando a la recta final en la definición de quienes serán los candidatos o candidatas a la presidencia por parte de la 4T y también de la alianza.

El tiempo pasa ‘volando’, y la información, rumores, ataques y posicionamientos están a la orden del día. No ha dejado de ser interesante todo lo que está gestándose.

Veamos lo que pasa en Morena. La 4T tiene claro su método, quienes conforman el movimiento reconocen el liderazgo del presidente y al parecer, prácticamente quien resulte con mejores números logrará la unidad de las izquierdas y sumará aliados.

Sin embargo y para el análisis, vale la pena ponderar tres circunstancias. La primera que Claudia Sheinbaum aventaja con amplio margen en todas las encuestas. La segunda, el innegable crecimiento de Adán Augusto López, la irrupción del ex titular de SEGOB ha sido una grata revelación para la 4T, sobre todo cuando parece que carecen de cuadros que puedan estar a la altura. López Hernández ha demostrado ser un gran operador, su campaña exitosa es prueba de ello. Sin duda, tendrá mucho que decir en la víspera del 2024.

El tercer ponderable es lo de Marcelo Ebrard. Qué daño le ha hecho separarse del cargo. Mientras fue canciller, sus números se mantuvieron e incluso representaba riesgo para Sheinbaum. Una vez que inició la competencia interna, Ebrard se diluyó. Su movimiento se volvió gris. Desesperado en distintos momentos, las ocurrencias no se hicieron esperar. El último pataleo ha sido con las casas encuestadoras. Morena no va permitir que el ex canciller se vaya tan fácilmente, le venderán cara su salida.

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Los roles de Gerardo Fernández Noroña y de Ricardo Monreal me han gustado. El primero ataca y el segundo llama a la concordia. Por momentos, ha sido al revés. No han sido comparsas, han sido verdaderos alfiles y operadores del proceso. Ambos son hábiles políticos, con maneras distintas, pero elementos importantes para la 4T.

En el Frente Amplio por México también están en las definiciones. Me parece que Beatriz Paredes ha tomado la delantera.

Hace un año se destapó la senadora. De inmediato retomé, y escribí sobre ello porque me llamó poderosamente la atención. En su momento recibí mensajes y comentarios que por múltiples razones descartaban a priori a la tlaxcalteca.

Mi opinión no ha cambiado. El tiempo, las encuestas, la realidad política y el andar de la senadora Paredes Rangel, me han dado la razón hasta este momento.

Es Beatriz la mujer que debe representar al Frente Amplio por México rumbo a la sucesión presidencial 2024. La razón de mayor peso es que se ha erigido como un perfil sólido, que ha prevalecido ante Ricardo Anaya y su exilio, a Lilly Téllez y su estridencia, a Enrique de la Madrid y su largo recorrido desde el 2019, a Alito Moreno y su ambición personal, a Marko Cortés, a Miguel Ángel Mancera, Idelfonso Guajardo, Claudia Ruiz, Osorio Chong, Ángel Gurría, Miguel Riquelme, Mauricio Vila y muchos otros que en su momento levantaron la mano, se movieron e hicieron “su luchita”.

Esa solidez hoy tiene a Santiago Creel a punto de declinar en favor de Xóchitl Gálvez, en una jugada para evitar que el PAN se divida y pierda la oportunidad de encabezar la candidatura presidencial en la alianza. Un movimiento a la desesperada, porque la senadora panista y también finalista no representa un proyecto firme. En su discurso hay ocurrencias, y su plataforma es prácticamente un chiste mediático que agrada, pero en el fondo, no convence al electorado.

Es justamente esa solidez de Beatriz Paredes la que seguramente logre prevalecer ante la volátil espuma de Gálvez Ruiz.

Para cerrar, aquí alguna vez lo dije, el presidente controla la sucesión a placer. Ha sembrado semillas que han germinado en la oposición, y ha logrado dividir al frente. Sus más fuertes adversarios han sido debilitados. Del lado del discurso, la bandera del cambio sigue siendo de la 4T. En el frente no lograron posicionar su plataforma en la agenda pública. Por lo tanto, ante esa carente oferta aliancista, el pueblo elige continuar creyendo en el proyecto obradorista.

Definitivamente López Obrador es demasiado hábil para esta camada de opositores.

Twitter: @vanessafelixmx