Estamos en vísperas de que se instale un ejercicio democrático que puede resultar trascendental si hacemos valer nuestro derecho de salir a las urnas el próximo domingo 10 de abril. De hecho, considero que, el futuro del país en aras de consolidar esta dinámica participativa, podrá adquirir una nueva cultura efectiva que será importante de acuerdo con las decisiones que se tomen a partir del mecanismo designado o, mejor dicho, a pregunta expresa si deseamos qué el presidente continúe o no.
Y es que de acuerdo con estudios preliminares más del 80% de la población asistirá el próximo domingo. En lo que respecta a la determinación que tomará, el 87% desea que el mandatario siga en sus funciones de jefe del Ejecutivo federal. Entonces, si partimos de esa premisa, es muy posible que, el mismo 10 de abril cuando se emita el conteo rápido, el presidente López Obrador habrá de ser ratificado bajo el criterio de la decisión positiva de la inmensa mayoría de la ciudadanía civil.
De esa forma, me sumo a las voces de la clase política, en especial a la de Morena que, en todo momento, no sólo han defendido el mecanismo democrático, sino que lo impulsan porque ayudará, sin lugar a dudas, a cimentar un modelo plural donde reine la participación en la consulta popular. Además de que sumará favorablemente para poner a la vanguardia el reconocimiento que tenemos por nuestros representantes a través de un procedimiento sencillo, será un hecho sin precedentes.
Por ser una alternativa viable, no tengo la menor duda que se convertirá, a futuro, en un mecanismo eficaz por el gran impacto que se ha anticipado en vísperas del próximo domingo 10 de abril.
Así pues, se prevé una gran participación a pesar de los obstáculos que ha puesto el árbitro electoral para desprestigiar el ejercicio democrático. Sin embargo, la revocación se mantendrá firme y sin dificultades ya que la misma población civil alimenta la idea óptima de aportación; entonces, con esa organización nada podrá impedir que, una vez instaladas las casillas, saldremos a votar y hacer valer nuestro derecho como ciudadanos.
Será una etapa histórica, porque millones de mexicanos votaremos a favor de que siga el presidente en sus funciones. De hecho, de esa cuestión estoy plenamente convencido ya que creemos en una democracia plural y transparente con reglas de participación que no dejen margen a la especulación, ni muchos menos como a la posibilidad de poner en duda su procedimiento ya que es de gran interés público, al menos, así lo ha manifestado una inmensa mayoría de la población.
Eso se puede traducir en números tangibles porque cada vez hay más interés colectivo en la totalidad del país, pero sobre todo madurez para tomar decisiones que impacten positivamente al territorio. Hay que recordar que, en nuestras manos, seguirá el futuro mediante un ejercicio en el que se augura un resultado altamente favorable para el presidente López Obrador.
Justamente esa actitud la estamos abrazado millones de mexicanos que nos hemos motivado para salir a votar el próximo domingo a favor de continúe el presidente en sus labores hasta el 2024: año en que fue electo para finalizar su sexenio.