IRREVERENTE
Les platico:
La página oficial del municipio de Guadalupe, NL es un verdadero desmadre.
Está llena de vericuetos que complican la consulta más sencilla.
¿Quiere usted saber el destino del dinero que están recaudando del impuesto predial? Pues aguántese las ganas, porque los datos que hay -si logra dar con ellos- corresponden a la anterior administración de Cristina Díaz.
¿Le interesa saber qué empresas integran el padrón de proveedores? No aparecen por ningún lado.
¿La lista de funcionarios a los que el alcalde activó para su “administración”?, tampoco.
¿Los nombres de los regidores? Menos y vea usted que son los supuestos representantes de la ciudadanía, de las organizaciones cívicas, de los partidos políticos y por supuesto, los paleros del MC que están ahí como lisonjeros levanta dedos para aprobar todos los designios del alcalde y por ende, del gobernador naranja, Samuel García.
Uno de esos regidores, de nombre Arturo Alejandro Salazar Martínez, apenas recibió la constancia que lo acredita como tal después de las elecciones pasadas del 2 de junio, se fue a celebrar el hecho a una tanda de seis bares en el Barrio Antiguo de Monterrey.
Dejó a su paso un reguero de cuentas sin pagar que cuando salió del último beodo completo, se olvidó de los amigos a quienes había invitado a la francachela.
Uno de ellos me dijo que se levantó de la mesa, dijo que iba al baño y media hora después lo fueron a buscar y no estaba.
Amanecía ya el domingo 8 de septiembre, cuando en el rojo de un semáforo en las calles de Washington y Zaragoza, se quedó dormido mientras esperaba el cambio de luz.
Se formó la hilera de autos detrás de él y el pitadero de claxons despertó a los agentes de Tránsito que igual que Arturo Alejandro, dormían la mona dentro de sus vistosas y bien equipadas patrullas.
Uno de tales oficiales tuvo que tocarle con los nudillos la ventanilla y a duras penas el regidor electo despertó.
Precavidamente solo bajó el vidrio lo suficiente para hacer caber su licencia de conducir, pero el tufo que despedía desde adentro a alcohol, reveló la realidad de su estado: “no estaba dormido de sueño, estaba bien pedo”, leí en el parte levantado por los oficiales, que se encargaron del asunto.
Cuando le dijeron al conductor, que por su estado tendrían que ser detenido y su auto levantado por la grúa, aceleró y al pasarse en rojo, se estrelló en el cruce de esas arterias, contra un vehículo conducido por una mujer.
En el mismo parte se lee que Arturo Alejandro declaró, en las celdas del Parque España a donde fue llevado esposado y detenido, que él estaba seguro de haber visto que el semáforo le marcaba verde.
O sea, además de borracho y parrandero, el tal regidor resultó ser daltónico.
El día anterior a este hecho, Arturo Alejandro publicó en sus redes sociales una foto donde aparecen muy sonrientes él y el alcalde Héctor García García, “Torín” pa´los amigos, mostrando el acta que lo acredita como regidor en el Cabildo de Guadalupe.
La misma oficina del edil filtró días más tardes que lo iban a remover de dicho puesto.
Los medios locales buscaron por todos lados la confirmación y no aparecía por ningún lado en la mentada página oficial del municipio.
Todavía ayer mi equipo lo buscó vía página y por otros medios y nada.
A la fecha, seguimos sin saber si Arturo Alejandro se sienta en una de las curules del Cabildo guadalupense.
Pero el hecho quedó ahí como evidencia de la inmundicia ue arrastran muchos funcionarios, legisladores, regidores y síndicos que les acompañan, en materia del patético servicio público que padece México en todos los órdenes de gobierno.
Ayer les di cuenta de la casona de cinco niveles que se manda hacer “Torín” en la zona más acaudalada de Guadalupe, la Colonia Contry Las Aguilas Segundo Sector, en un terreno y construcción que le fueron donados por miembros de la Canadevi-NL, la cámara de desarrolladores de vivienderos.
De esa manera, así de fácil, “Torín” sale de la barriada donde vivía con su anterior esposa -Yolanda Salas López- y sus hijos Ariane Vanesa y Héctor García Salas- en la populosa Colonia Bosques de La Pastora.
Ahora, merced a su “calidad” de alcalde, vuela como las águilas en el Sector Aguilas de la citada Colonia de postín, construida en uno de los desarrollos de la familia Estrada, dueños y herederos de medios de comunicación locales.
“Torín” dejó colgados de la brocha a quienes le metieron lana a su campaña buscando ser beneficiados con algún puesto importante en su gabinete, el más preciado de ellos, la Tesorería.
Pero no contaban con que las garras de Samuel metieran en todas las tesorerías de los municipios pintados de naranja, a sus propios tesoreros, designados por el responsable de dicha función en el gobierno de NL, Carlos Alberto Garza Ibarra, quien fue uno de los únicos funcionarios del gobierno de Jaime Rodríguez El Bronco que de la “vieja política”, pasó a la “nueva” de la que alardea Samuel.
Controlando las tesorerías, el todavía gobernador de NL controla la lana y eso no lo sabían o pecaron de ingenuos, quienes le apostaron a ocupar dicho puesto a cambio de $5 millones que le “donaron” al “Torín” en su campaña, y fueron varios los caídos.
El problema es que algunos de ellos pidieron prestado para dárselo al candidato, y se frotaron las manos cuando fuera declarado electo, pero hoy, se truenan los nudillos uno contra el otro por haber sido embaucados en forma tan vil y descarada.
Lo siento por los guadalupenses y también por quienes siguen creyendo en las promesas de cambio.
De hecho, cambio sí lo hubo en NL, “pero pa´pior”, como decía mi abuela la alcaldesa de Perros Bravos, NL, que mediante la primera consulta popular a nivel nacional, cambió su nombre al de Gatos Güeros y de ahí, al actual General Bravo.
Cajón de Sastre:
- Lo de “Torín”, lo del regidor del cual les narré sus andanzas y lo de muchísimos funcionarios públicos y legisladores, es una traición hacia los electores, servida a la mesa como guarnición.
- Ahora sí, mañana cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Iván y toda la Compañía.