“Esta expresión hace referencia, en principio, a los gatos. La gente suele decir, “es como un gato, siempre cae parado”, o su variante “un gato, como quiera que lo tires, cae parado”. El dicho habla de la común creencia de que los gatos siempre aterrizan de pie, sobre sus cuatro patas. No importa si intentaban realizar un gran salto, si tropezaron y cayeron, o si alguien los arrojó; lo cierto es que los gatos siempre encuentran una manera de sobrevivir a la caída y salir prácticamente ilesos.”
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El botín es suculento
Cuidado, UNAM. Las razones no necesariamente son las correctas, el pretexto es Palestina, el campamento la prueba de lo que podría venir y la UNAM es botín.
¿Quienes acampan afuera de la rectoría de la máxima casa de estudios del país, de la Universidad Nacional Autónoma de México, piden realmente por Palestina? ¿O se trata de golpear a Israel, a Estados Unidos, de ocupar a la universidad, de apoyar al obradorismo? ¿Los manifestantes sabrán siquiera saben dónde se ubica el Estado Palestino geográfica e ideológicamente hablando?
Tal vez lo más importante en este caso, antes que nada, es ubicar a Palestina ideológicamente —y ubicar en ello a los manifestantes—. Un régimen que mandaría a todos esos protestantes, los que pertenecen a la comunidad LGBT+, a terapias de conversión y a todas las mujeres que acampan a morir apedreadas si se resistieran a usar el abaya (vestido largo/túnica) y el balck (para cubrir toda la cara). ¡Ah! Y a todos los que ahí acampan —hombres y mujeres por igual— a la cárcel o a la pena de muerte por convivir sin tener vínculos familiares o matrimoniales.
La tan común incongruencia cuatrotera
De igual forma llama la atención la incongruencia de los manifestantes: les duele más Palestina que los 185 mil muertos en México producto de la delincuencia que hoy arropa el presidente AMLO, que los más de 150 mil desaparecidos (eso antes de que el régimen morenista los borrara), que los muertos por la pandemia, que los feminicidios, que el desabasto de medicinas, que… un largo etcétera.
Incongruencia de los que protestan que se extiende también al plano internacional, pues han callado ante la invasión rusa a Ucrania o porque defienden a Hamas pretextando que también este grupo es Palestina. Incongruencia porque toman espacios de la Universidad Nacional y exigen el despido de todos los maestros judíos que imparten clases y participan en proyectos de investigación, pero apoyan a Claudia Sheinbaum —que es judía— y que como judía (ese es su origen familiar) ¡se formó y ha hecho investigación precisamente en la UNAM!
Como ya es costumbre con los seguidores de Andrés Manuel: libertad de expresión solo para algunos (ellos), pero no para todos. ¿Qué más fascista que eso?
Un brete electorero
Me temo que la UNAM está nuevamente en tremendo brete. Cortesía de la 4t y de sus grupos porriles. Espero haya dimensionado cómo esto puede crecer y convertirse en algo muy rijoso, incluso antisemita y vandálico, como ya lo estamos atestiguando en Estados Unidos.
Para variar, a la máxima casa de estudios le han tendido una trampa y esta juega su papel con excelencia al permitir que los “manifestantes” se planten frente a Rectoría…
Porque más allá de Palestina o de lo que sucede en diversas universidades a nivel mundial, lo que estamos atestiguando en la UNAM es a Morena preparando o su protesta por los —algunos de los— resultados del 2 de junio y a la vez su celebración, lo cual conllevaría a la toma de la UNAM de manera posterior.
Estoy convencida de que en el fondo este campamento de defensa de Palestina no tiene nada. Todo esto es la avanzada de Morena para celebrar algunos resultados de las elecciones y protestar por otros.
No exagero. El actual gobierno federal y los locales de la CDMX que le antecedieron han mostrado su intención de tomar por asalto a la Universidad.
¿Caer parado?
La Rectoría anuncia: se “reconoce la diversidad de pensamiento existente en el campus”. ¿En serio? ¿Cuando los que acampan reclaman lo mismo que exigían los nazis hace 80 años, esto es, sacar a los judíos de las universidades? Será el sereno, pero eso no es “diversidad de pensamiento”. Ello constituye la regresión, el pensamiento retrógrada y racista del que —por lo visto— los manifestantes no tienen memoria.
En el momento en que dejaron poner la primera tienda de campaña, la UNAM se encuentra en una situación de pérdida haga lo que haga. A Morena le das la mano y te toma el brazo. La Universidad Nacional ya debería de saberlo de memoria.
Mas eso no quita que Leonardo Lomelí se debe plantear si lo que procede es terminar con el campamento como han hecho en Estados Unidos. Mal negocio para la casa de estudios: si lo levantan cae de cabeza; si no lo levantan, cae de espaldas.
Mal negocio también para la oposición política
En Estados Unidos, quitar campamentos en la universidades le podría costar la reelección a Joe Biden. Aquí en México, irónicamente, podría ser lo contrario. Me refiero a que un desalojo —particularmente si se torna violento— victimizaría al morenismo, le impulsaría en las urnas y al frente opositor —sin deberlas ni temerlas— le perjudicaría. Y es que el campamento que hay en la Universidad tiene fines netamente electorales.
Estamos atestiguando una trampa redondita y bien puesta contra la UNAM, contra sus principios, contra su universalidad y su autonomía. También una nueva forma de manipulación que un puñado de rijosos hace contra un proceso electoral sin interferencias y, por lo mismo, contra todo el pueblo de México.
Giros de la Perinola
1.- En octubre pasado, cuando el grupo terrorista Hamas secuestró a más de 300 judíos, México tardó dos días en dar su respuesta diplomática. Y cuando finalmente se dio, esta fue deficiente: “No queremos la guerra, estamos a favor de la paz y que el gobierno mexicano reconoce el derecho a la legítima defensa que asiste a Israel”. Nunca condenó a Hamas y tampoco exigió al grupo terrorista que le devolviera a los mexicanos injustamente secuestrados.
2.- Claudia Sheinbaum ha dicho que ella no es practicante de la religión judía, si bien no reniega de su ascendencia judía. Cabe la pregunta, entonces: ¿por qué, sabiendo que los manifestantes piden expulsar a todos los maestros judíos de la UNAM, ella guarda silencio?, ¿así defenderá a los maestros mexicanos cuando quieran expulsarlos de universidades europeas?
3.- Quienes acampan piden artículos de limpieza, comida, etcétera para poder extender su estancia en la explanada de rectoría. ¿Pedir víveres para los palestinos que dicen defender?… Ha, ha, ha.
4.- El desmontar la bandera nacional sin autorización para luego izar la bandera de otra nación es una falta imperdonable a nuestra patria, además de ilegal.