¿Conocen a esta aerolínea? Poseen unos simpáticos aviones de hélice (turbohélices para ser exactos), y tienen su propia terminal en el AICM Benito Juárez.

Esta “pequeña” aerolínea vio la luz a finales de la década de los 80. Surgió a raíz de la necesidad de realizar viajes cortos regionales. Desde el año de su nacimiento (1987) hasta dos años después, operó desde el aeropuerto de Toluca, para posteriormente trasladarse de manera definitiva la Ciudad de México.

¿Cuál es la importancia de Transportes Aeromar S.A. de C.V.?, ¿por qué esta empresa anunció en días recientes que operarán en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles?

La aerolínea cuenta con más de 20 destinos, entre nacionales e internacionales, y el tamaño de sus equipos es ideal para la operación en aeropuertos como los ubicados en la península yucateca. Debemos tener en cuenta que ese mercado se dejó de explotar con la salida de dos aerolíneas: Aviacsa por un lado y Aerovías Caribe (Click, de Mexicana), quienes se encargaban de las rutas del sureste mexicano.

Me queda claro que para la explotación del Tren Maya se requerirá de aviones que transporten pasajeros a destinos clave para poder subirse al tren. Es con esta propuesta que el sindicato de Pilotos, ASPA, ha gestionado un préstamo por parte de Nafin y Bancomext.

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El crédito tiene diferentes objetivos, el primero sortear la crisis económica que viene arrastrando la empresa; el segundo es afrontar las deudas que mantiene con los trabajadores; el tercero es coadyuvar en el desarrollo económico del país, manteniendo las rutas y slots (espacios de tiempo de despegue y aterrizaje), que no pueden quedarse sin utilizar, o en manos de aerolíneas extranjeras.

Todo esto suena, fabuloso, pero hay un “gran pero”. El próximo día 25 de enero, Aeromar está emplazada a huelga, tanto por la planta de pilotos como de sobrecargos. Es evidente que los rumores corren más rápido que la pólvora y los compañeros llevan ya muchos años con promesas de pagos de prestaciones adeudadas como bonos, tiempos extras y demás, y la empresa del señor Katz, no ha cumplido.

Ya en su momento los mecánicos han manifestado su cansancio ante esta situación, que incluso ha derivado en la pérdida de la casa habitación del trabajador, pues, como en un caso similar a Interjet, al empleado se le descuenta vía nómina su pago correspondiente al Infonavit. Cuando la línea aérea no ingresa ese pago ante la institución de vivienda gubernamental, ocasiona morosidad e incluso la pérdida del bien inmueble.

Lo digo “en firme”, no me parece descabellado el plan que le está ofreciendo al gobierno de la Cuarta Transformación, no me parece inalcanzable, sino todo lo contrario. Apostar por esta pequeña aerolínea es lo mejor que pueden hacer, pensando en darle otra opción a los pasajeros, pues habrá quienes eviten el HUB de Cancún, y prefieran llegar al aeropuerto de Tulum o al de Chetumal.

Hace muchos años, cuando volaba en Mexicana de Aviación, quienes volábamos en el esquema de 6x4 (esto es, volar 6 días consecutivos, y descansar los siguientes 4, durante todos los meses), teníamos un vuelo que servía para completar la secuencia de 6 días: el vuelo salía de la Ciudad de Los Ángeles y llegaba a México, para después hacer un vuelo ida y vuelta a la hermosa ciudad de Oaxaca.

Salíamos en un vuelo que nosotros denominamos “tecolote” (porque es de madrugada), con pasaje en su mayoría “étnico” -término para diferenciarlo del pasaje de negocios y del turístico-, a su llegada al AICM tenían conexiones con vuelos a otros destinos al interior del país; la mayoría de los norteamericanos iban a Cancún. En la escala técnica, apenas bajaba el último pasajero del avión, se limpiaba la aeronave y resurtían las cocinas (galleys), y recibíamos a los nuevos pasajeros; ahora eran en su mayoría del viejo continente: franceses, alemanes, holandeses e ingleses.

Precisamente ese tipo de pasaje es el que podrá hacer uso del Tren Maya, y que buscarán aeropuertos pequeños para pueblear. Justo aquí es donde aparece Transportes Aeromar, ofreciendo vuelos a ciudades pequeñas del Sureste mexicano. Su propuesta tiene potencial, y estamos en vías de presenciar una buena coyuntura: que termine de cuajar el crédito, y que esta pequeña aerolínea pueda seguir avante brindando un servicio necesario para el país.

Hago votos porque así suceda, y que sea sin menoscabo ni sacrificio de lo que hasta el día de hoy les adeuda la empresa. Mis mejores deseos para los compañeros que laboran en Transportes Aeromar. Si lo consiguen, será el mejor momento para reinventarse como gremio y que dejen atrás a todo aquello que en el pasado reciente simplemente los han ignorado. Va por ustedes, compañeros.