La generación de políticos en el poder hoy, encabezados por Claudia Sheinbaum Pardo, sabe muy bien que esta generación de servidores públicos y estadistas -los que realmente lo son- los que llegan en el último barco y que son testigos de todas las luchas políticas recientes, muchas de ellas encarnizadas que son testigos de triunfos discutidos y de muchos desmayos, como la propia Claudia Sheinbaum, y que son por cierto, los que más han luchado contra tanta resistencia en un país fundado en una mentalidad rancia y conservadora, como el nuestro, hay que decirlo, son los más valiosos, los más resilientes, los más preparados y los más leales.

Un gran exponente de esa generación de políticos forjados en la adversidad y que ha sabido mostrar sus atributos de guerrero de las ideas y la persuasión ciudadana es sin duda el gobernador de Sonora y presidente del Consejo Nacional de Morena, doctor Alfonso Durazo Montaño, quien se ha convertido en la figura política más destacada de la 4T y del actual partido político en el poder, a tan solo seis meses de que la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, iniciara su desempeño al frente de la primera magistratura del país.

Los elogios y el reconocimiento se dieron en San Luis, Río Colorado, Sonora, durante la ceremonia de ayer domingo, con la que se dio inicio a la construcción de un gran Hospital General con una inversión de 4,500 millones de pesos y, en el arranque de la construcción de la carretera serrana que irá de Bavispe, Sonora, a Nuevo Casas Grandes, Chihuahua; todo dentro del Plan Sonora, que viene desarrollando el gobernador Durazo desde hace más de tres años, en el que destaca la planta fotovoltaica más grande de América latina, ubicada en Puerto Peñasco y la carretera de Guaymas a Texas.

Sinaloa y sus ya reseñados planes y proyectos de conexión -hasta el cansancio- hacia Chihuahua y el este industrial estadounidense (vía tren y vía carretera) se han quedado atrás, gracias al empuje de Alfonso Durazo Montaño, quien ha sabido vender, dicho sea esto en el mejor de los afanes, a Sonora como la conexión geográfica más funcional y más eficaz desde México, desde el sureste asiático hasta el noreste norteamericano.

El ascenso y la consolidación del sonorense en el ánimo presidencial no es casual ni gratuito; es totalmente causal y al hombre nativo de la sierra de Sonora (Bavispe) le ha costado y significado demasiados esfuerzos, dedicación, trabajo, sufrimiento, gozo y entrega a sus principios y a sus proyectos en un plano de honestidad y de trabajo incansable.

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Analicemos esta historia personal:

Hace ya 57 años que el adolescente Alfonso Durazo Montaño salió del pequeño poblado de Bavispe, después de haber cursado su educación primaria, con rumbo a Agua Prieta y a Janos, para avanzar y estudiar la Secundaria y la Preparatoria, en condiciones paupérrimas: es hijo de un campesino y pequeño ganadero, que procreó doce hijos en situaciones de mucha necesidad.

Siendo Alfonso Durazo uno de los hijos menores de don Conrado Durazo y, ante la notable necesidad económica familiar al concluir el bachillerato, él optó por cruzar la frontera para emplearse en Arizona como migrante indocumentado temporal, para poder sostenerse y apoyar a su familia: auténtica cultura del esfuerzo y no del privilegio, como lo fue Luis Donaldo Colosio, de quien Durazo fuera secretario particular en el CEN del PRI y en la SEDESOL.

Alfonso se trasladó a la Ciudad de México en situación de penuria económica junto a uno de sus hermanos en busca de nuevos horizontes y cursó la carrera de Ingeniero Civil en la UNAM, después optó por la Licenciatura en Derecho, además de una maestría en Inglaterra, más el doctorado en el campus Ciudad de México del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.

Ya en el desempeño profesional, Alfonso Durazo Montaño ha tenido exitosas y brillantes realizaciones, no carentes de sinsabores y de luchas llenas de sufrimientos y de intrigas; de golpes bajos que lo han llevado a victorias, pero también a sacrificios y a eventuales derrotas.

Inició su carrera burocrática en una posición técnica modesta pero importante, en el área de Radio y Televisión de la Secretaría de Gobernación (en tiempos del gran ideólogo, político y estadista, don Jesús Reyes Heroles) desde donde apoyaba a las distintas dependencias federales.

Así conoció a Heriberto Galindo Quiñones, quien en ese tiempo ocupaba la Dirección General de Comunicación de la Secretaría de Hacienda, al lado del gran economista, don David Ibarra Muñoz.

Heriberto fue designado al poco tiempo, Director General del Consejo Nacional de Recursos para la Atención de la Juventud (el legendario y siempre bien recordado CREA) por el presidente Miguel de la Madrid a propuesta de Reyes Heroles y, tuvo el acierto y el tino de invitar a Durazo como su brazo derecho, habiéndole encargado las áreas más importantes: Comunicación Social, Delegaciones y Consejos Estatales, más Organización Juvenil, lo cual le significó a Durazo una gran escuela política que despertó y consolidó su vocación social y político laboral, en aquel importante organismo descentralizado al lado de su entrañable amigo, su primer mentor quien le concedió las primeras oportunidades de orden político.

Galindo presentó a Durazo con el ya desaparecido Enrique Jackson -su paisano sinaloense- quien lo designó como subdelegado político en Cuauhtémoc; y también Heriberto lo presentó con Luis Donaldo Colosio, con quien el sonorense se integró al CEN del PRI como subsecretario de gestión social y más tarde como su secretario particular, primero en el PRI y después, en la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), cuya sede principal fue en el complejo de Las Flores, al poniente de la CDMX.

Tras el deplorable asesinato del candidato presidencial, Durazo sufrió la pena negra, por la dolorosa ausencia de su jefe en quien tenía fincadas sus mayores esperanzas. Adicionalmente fue víctima de intrigas infames que le impidieron acceder como legislador, pero en cambio logró convertirse en secretario de Desarrollo Social del Departamento del Distrito Federal al lado de Manuel Aguilera Gómez.

Luego de desprecios en el PRI, Durazo se contactó con el presidente electo Vicente Fox, con quien fungió como secretario particular y coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República, donde en principio tuvo un excelente desempeño al lado del guanajuatense, pero terminó rompiendo los lazos amistosos, políticos y laborales, por infinidad de irresponsabilidades del presidente de la República, quien entre otras frivolidades pretendía promover a su esposa Martha Sahagún, como candidata presidencial del PAN para que buscara ser su sucesora. Durazo se opuso a aquella “aventura” impertinente de Fox y mediante una larga y conceptuosa misiva, presentó su renuncia denunciando los yerros presidenciales.

De ahí laboró en el periódico El Universal, como vicepresidente de relaciones gubernamentales y se despidió para buscar oportunidades político electorales en Sonora, las que primeramente obtuvo de parte del dirigente del Partido Convergencia y hoy Movimiento Ciudadano (MC), Dante Delgado Rannauro, por cuyo impulso logró ser Diputado Federal, integrante de la 62 Legislatura, donde por cierto coincidió con Ricardo Monreal, Luisa María Alcalde, Manlio Fabio Beltrones, Heriberto Galindo, Ricardo Anaya, Alejandro Moreno, Damián Zepeda, Eloy Cantú, Javier Treviño y Silvano Aureoles, entre otros.

En sus tiempos dorados, Dante Delgado fue un factor determinante para su acercamiento con Andrés Manuel López Obrador, con cuyo impulso logró ser dirigente de Morena en Sonora, Senador de la República, secretario de Seguridad federal y candidato al Gobierno de Sonora, donde hoy se desempeña como titular con tanto brillo y acierto al grado de recibir notables apoyos de parte de la presidenta de la República en beneficio de las y los sonorenses, además del reconocimiento que le prodigó ayer por tierras sonorenses.

Es muy importante ese reconocimiento y el elogio que le hizo la presidenta al gobernador, porque es público y notorio que Claudia Sheinbaum es una mujer muy íntegra, exigente y rigurosa, que sabe observar y evaluar con rigor y todo indica que sin lugar dudas y por las evaluaciones practicadas, Alfonso Durazo ocupa un lugar privilegiado como el mejor gobernador morenista del país y como uno de los mejores del país, considerando a los que hoy gobiernan Querétaro y Coahuila.

Este reconocimiento, que se lo transcribo textual, amable lector: “Me da mucho gusto estar en la tierra del gobernador Durazo, con todas y con todos ustedes (ciudadanos sonorenses) (aplausos intensos de la concurrencia) (….) porque además de que es un gran gobernador del Estado de Sonora, Alfonso, comprometido, trabajador, honesto, que quiere a su pueblo, además de eso, siempre que vengo a Sonora, tengo el gusto de poder platicar con él, porque es un hombre de mucho conocimiento, no solamente de la situación nacional, de la política, de la situación internacional y siempre es un gusto compartir y llenarse de ese diálogo con los compañeros de nuestro movimiento… muchas gracias Alfonso, por todo lo que le has dado a Sonora… y al movimiento de transformación…”

Y es que, si algo requiere el gobierno de Claudia Sheinbaum en estos momentos, es un equipo que la respalde, que hable por ella, que dé la cara por la presidenta y por “su movimiento” que la impulsó a la presidencia.

Con gente como Alfonso Durazo, que ha dado resultados claros y fehacientes en donde ha estado. Que ha sabido migrar de un partido a otro sin tache alguno a donde ha estado se le recuerda con afecto y gratitud.

Sin duda, tiene la escuela de la “cultura del esfuerzo” de Luis Donaldo Colosio hasta acá viene a repercutir la buena formación de un cuadro político. Ni duda cabe. Su vida es un caso raro, pero real ha sido una lucha constante contra las adversidades de todo tipo.

Alfonso Durazo nació para luchar desde los escenarios más insospechados del servicio público y de la política y continúa teniendo la sensibilidad social a partir de las vicisitudes que tuvo desde niño y adolescente y, lo sigue conmoviendo, la pobreza, del pueblo más vulnerable para decirlo a la manera del gran poeta guanajuatense, el porfirista Antonio Plaza, orgullo de México y de América “porque nació para luchar el hombre como nació para volar el ave”.

Derivado del gran elogio y el notable reconocimiento de la presidenta de la República, podría ser premonitorio o profético que Alfonso Durazo Montaño en un futuro no muy lejano, sea invitado a formar parte del gabinete de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, cuando concluya su mandato o antes, si se llegaran a requerir sus servicios en el plano nacional, en las áreas eminentemente políticas.

Claudia Sheinbaum y la 4 T tienen en Alfonso Durazo, un gran prospecto para optimizar aun más su gobierno.

Si no al tiempo.

Héctor Calderón Hallal en X: @pequenialdo; @CalderonHallal1;

fixiflaux99@gmail.com;

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