Las elecciones son también un plebiscito para los gobiernos en turno. Aunque ya no estuvo en la boleta, el pasado 2 de junio fue un referéndum para el gobernador de Jalisco Enrique Alfaro. La victoria de este domingo de Movimiento Ciudadano en Jalisco, que garantizará 12 años de gobiernos naranjas, en un país pintado por la 4T, representa un éxito a su proyecto político y un aval a sus políticas y sus gobiernos, no así para Dante Delgado, que su apuesta política fue un fracaso.

El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, es una figura política que genera sentimientos extremos. Es un personaje que ha demostrado que no se anda con rodeos y que toma decisiones sin medias tintas. Este carácter fuerte y su comprobada visión a futuro lo han convertido, sí en un líder polémico, pero indudablemente influyente en el panorama político estatal y nacional.

El año pasado, Dante Delgado líder de MC a nivel nacional y el gobernador de Jalisco, se enfrentaron en declaraciones. Alfaro no estuvo de acuerdo en las decisiones y el manejo que tuvo el partido de MC en lo federal y pintó su raya, aseguraba a mediados del 2023 que Jalisco tenia identidad y vida propia y tomaba decisiones desde lo local, y el tiempo le dio la razón, hoy MC Jalisco es el único estado en el que están dando la batalla a los morenistas.

A lo largo de seis años al frente del gobierno estatal, Alfaro ha sido reconocido por sus aciertos y como toda persona al frente de un encargo público, ha sido sujeto de críticas y señalamientos sobre su gestión, uno de los más frecuentes en los últimos meses, es que se encuentra en una burbuja que le mantiene lejos de las demandas de la población. De ser cierta esta afirmación a cabalidad, los resultados electorales del pasado 2 de junio no podrían haber sido posibles. El triunfo de MC en Jalisco refleja sin lugar a dudas una aprobación al trabajo de Alfaro, ya que como se ha demostrado, es con el voto como la ciudadanía premia o castiga a sus gobernantes. Esta ratificación de la confianza ciudadana en las urnas ha sido una constante que ha acompañado a Alfaro al cierre de sus gobiernos.

Tlajomulco fue el municipio en el que inició su carrera en el ejercicio de gobierno como alcalde en 2009, de entonces a la fecha, este municipio es un claro ejemplo de su capacidad para transformar realidades institucionales y sociales. Durante su mandato, convirtió un municipio aislado, con una administración caótica y que era considerado el patio trasero de la ciudad, en una localidad ordenada, innovadora, pujante en inversión y crecimiento, caracterizada por programas sociales que incidieron en el acceso a la educación y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes, entre ellos el programa de uniformes y útiles escolares gratuitos, que ahora se replica en todo Jalisco y está garantizado por ley en el estado. El respaldo al estilo de gobierno que impulsó Alfaro es tal, que Movimiento Ciudadano sigue gobernando desde entonces Tlajomulco y lo seguirá haciendo, de acuerdo con los resultados de la reciente jornada electoral, que muestran que la ciudadanía refrendó su confianza al proyecto alfarista. Con el triunfo de Quirino, son 15 años de consolidar un proyecto que siempre se dijo, respondía a una visión de largo plazo.

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Guadalajara la capital del estado, experimentó asimismo un cambio significativo durante la gestión de Alfaro y de los gobiernos de MC que continuaron con su visión. Bajo su liderazgo, se puso en orden y se inició la transformación del centro histórico, se crearon programas sociales que impulsaron el emprendimiento y la cultura, se inició la transformación del espacio público para ponerlo al servicio de las y los tapatíos, sobre todo de parques y espacios deportivos y se atendieron graves problemas de inundación en la ciudad. Con la consolidación de esta visión, en los últimos 9 años, la capital del estado ha recuperado su importancia económica y su protagonismo internacional. Si bien persisten algunos desafíos propios de una gran urbe, Guadalajara ha avanzado en su afirmación como ciudad líder y lo seguirá haciendo gracias a la confianza que los tapatíos brindaron de nuevo a MC en las urnas y al liderazgo de Verónica Delgadillo, quien será la primera alcaldesa electa de nuestra capital.

En su gestión al frente del gobierno de Jalisco, Alfaro ha enfrentado desafíos como el desabasto de gasolina, la falta de apoyo del gobierno federal, la pandemia, la sequía, el desempleo y la inseguridad.

Los resultados en la atención de estas adversidades saltan a la vista, el estado ha salido adelante y se ha convertido en un ejemplo en el manejo de la pandemia, es líder en generación de empleos, cuenta con sistemas de salud y educación de calidad, a diferencia del contexto nacional, no tiene desabasto de medicinas y ha logrado reducir la incidencia delictiva. Además, ha resuelto el problema de abastecimiento de agua para los próximos 50 años. Estos logros reflejan su compromiso con las necesidades y demandas ciudadanas, la responsabilidad que apuesta por la eficacia en las políticas implementadas durante su gobierno. Con el triunfo de Pablo Lemus, se confirma de nuevo que en Jalisco el trabajo se hizo bien y la ciudadanía lo respalda.

Más allá de las opiniones divididas que genera el estilo de gobierno de Alfaro, las y los jaliscienses han decidido darles una nueva oportunidad a los gobiernos alfaristas, al refrendarle su apoyo en las urnas a Movimiento Ciudadano. Aunque se ha dicho que no es un gobernador popular, tanto Mitofsky, como Massive Caller, lo colocan en el top 10 de los gobernadores mejor evaluados. A diferencia a lo ocurrido en Nuevo León, donde se perdieron espacios que eran bastión emecismo bajo el cobijo del líder nacional Dante Delgado.

El camino para consolidar el liderazgo de Jalisco está trazado, será responsabilidad de quienes seguirán al frente, continuar y madurar los avances obtenidos.

Tras este recuento, resulta innegable que Alfaro ha hecho algo bien y que su legado perdurará en la historia de Jalisco. No se puede negar que es un líder polémico que, a lo largo de su gestión, ha enfrentado críticas y desafíos, pero los resultados electorales y los logros alcanzados reflejan el respaldo que le brinda la ciudadanía. Tlajomulco, Guadalajara y Jalisco, son ejemplos claros de su capacidad para transformar realidades a pesar de las adversidades.