Mientras en el lado del oficialismo los tapados están a la espera de que el líder designe con su dedo mágico al candidato, en el Frente Amplio por México (FAM) la competencia se mantiene mayormente democrática.
La propuesta del Frente Amplió ya ganó desde que cualquier cosa podría pasar entre las dos candidatas que hoy disputan la competencia.
La 4T al ataque
Primero, a través de la figura del dirigente nacional del PRI, quien cumpliendo con su función de “infiltrado”, salió a declarar que, al estilo de Morena, lanzarán toda la estrategia de la partidocracia para mover la clientela corporativista en favor de Beatriz Paredes.
Segundo, lanzando a los medios “el borrego” de que Beatriz es aliada de AMLO y que llegado el momento le ordenarán a Alito dejarla sola en la elección presidencial, para que él o la candidata de Morena tenga un día de campo en la elección presidencial.
Compañeras y rivales
Mientra, en el FAM la disputa se da entre dos mujeres con perfiles muy diferentes, pero ambas, tanto Beatriz como Xóchitl, altamente competitivas y representativas de la sociedad.
Beatriz Paredes, socióloga, con una carrera partidista de toda una vida y amplia experiencia como funcionaria pública. Política con principios y altamente preparada académica e intelectualmente, forjada en la lucha política partidista y muy arraigada a la clase trabajadora del campo.
Xóchitl Gálvez, ingeniera de profesión, con una sólida trayectoria en el sector empresarial, sin militancia partidista, pero que por méritos propios fue llamada para colaborar en un gobierno donde destacó por sus iniciativas y su actitud disruptiva, es de origen indígena y cercana a la gente.
Ambas aceptaron las reglas del juego del FAM y asumieron el planteamiento de encabezar la propuesta de un gobierno de coalición, es decir, que de llegar cualquiera de ellas tendrán ,que gobernar con un programa elaborado por un grupo de expertos representativos de los diferentes sectores de la sociedad.
Las dos mujeres supieron voltear y valorar a la sociedad civil como base de la candidatura a la que aspiran y no a los líderes o jefes políticos de los partidos.
Cada uno su juego
La elección del 2024 será una elección entre dos opciones, una, que representa a la vieja escuela, las del viejo PRI-Morena, del dedazo, la imposición y la falta de proyecto, y la del FAM, con una novedosa propuesta basada en una elección de candidato más o menos democrática y compitiendo por el cargo, además de que este deberá cumplir con una propuesta definida de gobierno que saldrá de la participación de los más destacados expertos en acciones y políticas de gobierno y no por el interés de una visión personal del poder. De manera que, ya sea Beatriz o Xóchitl, tendrán que responder a eso y mantenerse de cara a la ciudadanía.
AMLO le tiene pánico a eso y por ello lanzó una campaña para desvirtuar y desacreditar a las candidatas. Lo intentaron con Xóchitl para bajarla de la contienda y no lo lograron, ahora como dice el presidente, “salieron todas las plumas” del obradorismo en los medios para buscar desprestigiar a Beatriz Paredes y destacando la posible acción de traición por parte de Alejandro Moreno, que es más morenista que cualquiera de las corcholatas.
Salieron al ataque para describir la operación, destacando lo que ya han hecho en otras ocasiones con su troyano, la activación de la base clientelar para actuar en contra del proceso de selección del FAM, asegurando que Beatriz es la candidata que quiere Morena, que está apoyada por Alito y que traicionará al FAM.
Una nueva cortina de humo que pretende ocultar los desaguisados que públicamente enfrentan las corcholatas, que Claudia no levanta, que se acusan de corrupción y de gastos excesivos en estos meses de promoción, los codazos de Adán Augusto y las acciones e inconformidad de Marcelo que ya expresó públicamente ante el proceso maniqueo de Morena y sus encuestadoras.
Lo cierto es que la elección del candidato de los dos bandos en los primeros días de septiembre será el “primer round “de la elección del 2024 y, si el FAM logra salir bien librado de su proceso, Morena y AMLO no tienen nada garantizado, de ahí la desesperación del oficialismo por tratar de reventar el proceso del FAM.
Twitter: @diaz_manuel