“En tu mar estoy perdida

Tu corriente me ha arrastrado

Y ahora floto a la deriva

Sin saber cuál es mi estrella

Sin mañana

Sin amor

Sin rumbo

Porque sin ti

Querido amor, sin ti

No sé sobrevivir”

LUCÍA MÉNDEz

“Here’s Donald!”

PARAFRASEANDO A JOHNNY CARSON

El día llegó. Trump está de vuelta como presidente de los Estados Unidos. Impresionante el acto de su investidura. Pero más sorprendente el que su primerísimo comentario de política en su discurso de aceptación fue declarar una emergencia nacional en su frontera sur (o sea con nosotros) y declarar a los cárteles del narcotráfico como organizaciones terroristas.

Poco más de media hora fue lo que requirió para reiterar las propuestas que ha repetido en su campaña. Todas compactas; esta vez como hechos consumados, no como propaganda barata.

Uno puede estar de acuerdo o no con sus postulados, mas su propuesta de volver hacer a Estados Unidos el país más importante de la tierra logró que, en cuestión de unas horas, les devolviera a los gringos (a la mayoría de ellos ciertamente) el orgullo de ser estadounidense. Orgullo… Increíble.

Supo agradecer los votos de las minorías (ahora mayorías) y prometer fuentes de trabajo, mejores salarios y un crecimiento económico nunca antes visto. Volvió a la ambición como un don y una razón por la cual los Estados Unidos puede llegar más lejos que nadie. Ya lo han hecho antes. Se dice fácil, no lo es. Pocas personas en la historia del planeta han logrado provocar lo que el mandatario estadounidense hizo ayer.

Por ello, pero no solo por eso, por cuanto al comparativo y la relación con México, Trump reta a Claudia Sheinbaum; le significa un antagonismo desde la derecha, desde la izquierda, de todos lados. Compite por las audiencias y los apoyos de los que hasta ahora ella ha gozado en nuestro país. Primero, al agradecer a la comunidad hispana en Estados Unidos y prometerles un mejor futuro. Luego, al nombrar a los narcotraficantes como grupos terroristas y avisar será implacable en perseguirlos. También al no dejar lugar para las dudas en la forma en que tratará a los migrantes ILEGALES; terminando por detallar las ambiciones territoriales para Estados Unidos. En esta ocasión no mencionó para nada a Groenlandia, pero sí la inversión estadounidense hace más de 100 años en el Canal de Panamá y cómo ahora lo maneja China. Sentenció que cambiará el nombre del Golfo de México por Golfo de América, hoy ya más que una balandronada pues es la bandera de salida de lo que esboza será su ánimo nominativo y territorialista.

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Su discurso encandiló a republicanos, demócratas, desencantados y también a muchos mexicanos que no soportan la violencia generada por el crimen organizado y la dificultad de la autoridad para ponerle un freno. Que detestan el desprecio que a veces hace el obradorismo del progreso, del esfuerzo, del mérito y que ha naturalizado en nuestra nación la mediocridad a costa de los contribuyentes fiscales formales.

El —¿único?— daño colateral: más de 5 millones de mexicanos indocumentados que viven en los Estados Unidos. ¿Cuántos de ellos mandará el gobierno norteamericano de regreso?

Pero el punto no es ese, sino que la responsabilidad está ahora de este lado. Ya no se vale trasladarla y culpar exclusivamente a Estados Unidos. ¿Qué tiene la administración de Claudia Sheinbaum preparado para ellos? ¿Algo más que la promesa populista de Claudia Sheinbaum de dar tarjetas del bienestar y 100 USD para que regresen a México? Esa estrategia suena de entrada insuficiente si se consideran los ingresos que esos migrantes tienen allá, si se recuerda que seremos los que pagamos impuestos los que financiaremos esa iniciativa y si se considera que los deportados es gente que puede y QUIERE trabajar.

Pero la cosa es todavía más grave, aunque Sheinbaum criticó el programa, lo que estamos atestiguando es de hecho la restauración de facto del “Quédate en México”. ¿Nos lo merecemos?, ¿no es el gobierno de México el que permitió la caravana de migrantes que inició en Tapachula, Chiapas ayer? ¿Y CUÁNTAS antes desde el 2018? Pero sobre esta última, ¿para qué permitirla si se sabe que ya las fronteras están cerradas?, ¿para qué presionar aún más a los estados fronterizos de nuestro país?

El gobierno de Sheinbaum ya visualiza que toda esa gente se quedará varado en México, que esto provocará todo tipos de desgracias y crímenes. ¿Ir tras sus votos una vez nacionalizados mexicanos compensó la desgracia que se viene ahora?

Entre el fallido botón de pánico por parte de la Cancillería, la tímida propuesta federal y la prisa de Trump por instaurar nuevos aranceles, por eliminar la ciudadanía por nacimiento, por cancelar de forma inmediata el CBP y por considerar a los narcos como terroristas, el régimen de la 4t está en serias dificultades por cuanto a su capacidad de reacción. Muy corta.

Me temo que no hubo una preparación suficiente para enfrentar el tsunami, la carnicería que será —ya es— la era Trump. La reunión de emergencia de Claudia Sheinbaum con su gabinete convocada ayer nos lo hace ver.

El anaranjado presidente acaba de dar el banderazo de salida para la deportación más grande de su país. Lo que incidirá en muchos estadounidenses (aún sean recién nacionalizados) para acusar, señalar y entregar a sus vecinos o conocidos legales o ilegales. Será muchas veces usado como pretexto para perjudicar a gente honesta y trabajadora.

El regreso de Trump preocupa a muchos y anima a otros tantos. Les garantizo que a nadie dejará indiferente. En el plano de México, sus políticas pueden beneficiarnos o perjudicarnos en grado sumo. ¿Podría ser Trump benéfico para México? ¿O resultará algo parecido a The Shinning? A la velocidad que se están dando las cosas, tendremos la respuesta en cuestión de semanas.

Giro de la Perinola

(1) El resplandor (The Shinning) es una película de 1980 de terror. Dirigida por Stanley Kubrick y protagonizada por Jack Nicholson y Shelley Duvall. El terror psicológico generado por la actuación de Jack Nicholson y del pequeño Danny Lloyd recuerda que cualquier bondad o ánimo de hacer bien las cosas puede terminar en una tragedia espantosa.

(2) Hagamos una encuesta a los mexicanos preguntándoles sobre su parecer relativo a perseguir narcotraficantes como si fuesen terroristas. ¿Cuál sería el apoyo, especialmente en ciertas regiones del país, a esta determinación de los Estados Unidos?