Sonora Power
La buena noticia es que el efecto Trump se cebó y que esta semana ni el peso se desplomo frente al dólar, ni se desató una crisis de proporciones épicas como muchos anticiparon por la llegada del 47 presidente de los Estados Unidos a la Casa Blanca.
De hecho contrario a la expectativa, el peso se aprecia frente al dólar, la inflación bajó a niveles de 3.69% y ya el consenso de especialistas y analistas financieros es que no era para tanto, Donald Trump es más palabrería que realidad.
Creo que las cosas así irán quedando, a Estados Unidos le interesa sembrar la duda, pero no va por la visión de provocar una crisis global. El gran capital está metido de lleno en el gobierno del nuevo presidente y el gran capital sabe que lo que le conviene es no trastocar el ritmo de las cosas como van.
De lo contrario podrán afectar a la economía más grande del mundo y acelerar los escenarios en los que China tome control del rumbo económico global.
El mismo Trump sabe muy bien que México en especifico juega a su favor y que toda la filosofía del Plan México parte de mismo enfoque de fortalecer la posición de liderazgo de los Estados Unidos, porque a México le conviene.
Obviamente todos están haciendo su juego, en México el PRI y el PAN están jugando su carta de traidores, en Estados Unidos, quienes realmente serán afectados por la lógica trumpiana son los grupos progresistas, que ven como el conservadurismo se apropia de espacios y cierra ventanas.
Los ciudadanos estadounidenses sufrirán en carne propia las consecuencias de su elección, pero no es el caso de los mexicanos.
Ayer en la mañanera, se hizo una amplia presentación de los datos duros de la economía de los Estados Unidos, datos reales que ilustran el porqué nuestros vecinos son adictos a México y porqué no pueden prescindir de la mano de obra de los mexicanos.
Y es que el poder que tiene la presencia de mexicanos y latinos en el aparato productivo de Estados Unidos y la economía de consumo de ese país es algo que está fuera del control y la voluntad del gobierno.
Las ideas xenófobas y racistas, que buscan conferir a los inmigrantes mexicanos y del resto de América Latina, el rol de delincuentes, narcotraficantes y “bad hombres”, como lo implica la lógica trumpiana, es algo absurdo, al ser el 20% de la población y el 26% del producto interno de Estados Unidos, la primera minoría racial y el grupo poblacional con mayor crecimiento, no cabe duda que nuestra presencia en el vecino país del norte es algo indispensable, ya no digamos algo que pueda evitarse.
Pero creo que la realidad va más allá de lo que ocurre fronteras adentro de los EU, de hecho considero que para las empresas de ese país, la idea de deshacerse del socio mexicano es algo que no está en el script y atentaría contra sus negocios.
Por eso a la llegada del presidente Trump, más allá del gran show mediático nada ha sucedido y la expectativa es que nada sucederá.
En México hay un grupo de personas en los medios de comunicación y en los partidos de oposición deseando que el ejército y las agencias de inteligencia y espionaje gringos, intervengan en nuestro país y desarrollen (como en las películas) una “misión imposible”, que derroquen al régimen que les quitó sus privilegios.
Quizá por eso ven como propio el triunfo de la derecha en Estados Unidos.
Pero a ellos, entreguistas, vende patrias, traidores y demás, les tengo una mala noticia.
Nada de eso va pasar.
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