“Vives en tu propio mundo, pero no puedes vivir ahí; vives en este que no es tuyo.”

LA INCREÍBLE HISTORIA DE LA ISLA DE LAS ROSAS

“El remedio para no empobrecer: comprar lo forzoso y no lo que no es menester.”

REFRÁN

Nuevo dinero para López Obrador

Más allá de la discusión de si incluye o no tocar los fondos de las afores, el IMSS, el INFONAVIT y el FOVISSSTE, la reforma a la Ley Federal de Responsabilidad Hacendaria aprobada supuestamente busca capitalizar el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios dejando de lado el fondo destinado a estados y municipios (Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas). La razón es sencilla: el FEIP lo puede utilizar el gobierno federal cuando le venga en gana.

La reforma aprobada por la Cámara de Diputados —en lo oscurito, como le gusta a la 4T— permite a la Secretaría de Hacienda tomar recursos disponibles en activos financieros, a fin de completar el gasto por la caída de ingresos federales. Ya lo ha hecho antes; ahora podrá hacerlo con manga ancha.

Saqueo al FEIP

Hagamos memoria. La 4T recibió al FEIP en diciembre de 2018 con casi 280 mil millones de pesos (DOSCIENTOS OCHENTA MIL MILLONES). Su mejor nivel en toda su existencia. Pero ¡oh sorpresa!, tan solo en el 2019 —sin pandemia de por medio—, la austera 4T ya se había chupado el 45% de dicho fondo (158 mil millones de pesos). ¡En un año de gobierno se acabó casi la mitad de lo que se ahorró durante 20 años!

Ya en tiempos del covid, esto es, para finales del 2020, lo dejaron con apenas 9 mil 497 millones de pesos. Así, en dos años este régimen desapareció el 96% del fondo. El FEIP se descapitalizó durante lo que va de la presente administración.

Resulta necesario, entonces, capitalizarlo y volver a tener los ahorros de antes —o más—, pero la propuesta 4T para ello resulta criminal.

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Gastos no son ingresos

Para empezar, Hacienda está sobreestimando sus metas de ingresos presupuestales. Establece lo anterior como pretexto para poner sus garras ahora en los dineros de los fondos de estabilización que quedan y los que podrían llegar a haber bajo la vana promesa de que siempre podrán reintegrarlos en los periodos que haya mayores ingresos federales…

Pequeño detalle: dada la economía mundial y nacional y en razón de que el gobierno federal suele invertir en auténticos “barriles sin fondo”, es muy poco probable que se llegue a la meta de los ingresos presupuestados (y, por tanto, nunca llegue el tiempo para reintegrar los dineros sustraídos).

Lo anterior solo puede llevar a una conclusión harto alarmante: la 4T podrá usar activos financieros nacionales (incluso suponiendo que no sean los ahorros de las personas) sin transparencia y de forma totalmente discrecional.

Morena utilizará los activos financieros del país para tratar de completar su presupuesto federal. En otras palabras, la 4T busca completar los ingresos federales con la ayuda de los fondos para el gasto. Esto es tanto como decir que son ingresos de una familia los gastos que realiza...

Lo que uno ingresa NO son gastos. De hecho, idealmente, el gasto debe estar siempre supeditado a los ingresos, ya que uno no debe de gastar más de lo que ingresa (a menos que desee endeudarse gravemente).

Alimentar proyectos insignia

Pero hay algo todavía peor: el dinero que se tenía en el FEIP (al cual, ya se dijo, la 4T de por sí había dejado bastante enclenque) debería ser usado para emergencias, no para alimentar ‘elefantes blancos’ o programas clientelares.

Las cifras alegres de la presente administración sobre los ingresos son una ilusión. Requirieron conseguir recursos extras para poder continuar con sus gastos.

Ahora bien, el presupuesto federal que se ha otorgado a sí mismo el gobierno cuatroteísta cada año ha sido respectivamente el más grande del país. Mas este no ha sido usado de manera responsable; no han habido mejoras en educación, en el sistema público de salud, tampoco en infraestructura de caminos, por poner unos ejemplos. La 4T está destruyendo estos ámbitos y se ha enfocado en sus proyectos y programas “estrella”. Tan es así que de cada 100 pesos que se destinan para inversión, 21.4 serán para los proyectos de López Obrador.

Dicho de otra manera, el gasto público —destinado primordialmente al Tren Maya, a Dos Bocas, a Pemex, a la CFE, al AIFA, a la Sedena— crece más que la economía, pero sin aportar crecimiento para México.

Arriesgar TUS ahorros

Si de por sí grave lo anterior, ¿qué pasa cuando el esquema de gasto pone en peligro el ahorro de los trabajadores?

Aunque el comunicado de Hacienda sobre la reforma aprobada dice que las cuentas de las afores y las reservas del ISSSTE y del IMSS no se pueden tocar, en la nueva ley federal NO queda especificado el tipo de activos financieros que se pueden utilizar.

De encender todas las alertas: estos activos financieros son susceptibles de ser utilizados por el gobierno federal.

Habría sido necesario especificar las limitantes y alcances de la reforma. Algo tan sencillo de incluir como el definir que se trata de “activos financieros del Estado”.

El permitir que Hacienda pueda tomar activos financieros para gasto, sin especificación alguna, no solo genera dudas, también inyecta incertidumbre a una economía ya lastimada y podría acercarnos al abismo de una crisis fiscal.

El Tren Maya, Dos Bocas y la subvención al AIFA no serán palancas de desarrollo. Se trata de obras mal planeadas, que están saliendo más caras de lo presupuestado.

Robo ha sido poner dinero en solventar programas clientelares y caprichos de El Rey del Cash. Pero ahora, todo indica, la 4T va también por tus ahorros.