Por: Luis Escobar Ramos
Desde luego utilizando como una de sus principales herramientas a las nuevas tecnologías exponenciales, ha causado fuertes estragos en los empleos de los trabajadores, ya que en muchos casos éstos han evolucionado o desaparecido, resultando impactados con ello un número importante de la fuerza laboral mundial y por consiguiente las familias que dependen de su ingreso y la propia sociedad en su conjunto, debido a que al dejar de percibir ingreso un grupo de trabajadores, pierde dinamismo el mercado interno de los países.
Sin embargo, estos acontecimientos anteriormente narrados no son producto de la casualidad, lo que amerita ir a la raíz y antecedentes que nos han llevado a la realidad que vivimos hoy, para ello diferentes entidades especializadas en el estudio del mundo laboral han desarrollado análisis y estudios profundos, para ubicar el futuro y fin del trabajo, mismos que de ahora en adelante trataremos de explicar y sintetizar, con el fin de coadyuvar en el entendimiento y conformación de propuestas que posibiliten el enfrentamiento de los desafíos.
La organización internacional PROJECT SINDICATE, sin fines de lucro y que se conforma por una unión de editores, prensa y asociación de periódicos, actualmente considerada la mayor fuente de artículos de opinión del mundo, opina que se dará la desaparición de más empleos y desempleo masivo, como parte de la evolución tecnológica, pero también habrá una alta demanda de especialistas en diseño de procesos y productos. Sostiene que, los diversos estudios sobre la Inteligencia Artificial y la creciente automatización en el mercado de trabajo son altamente especulativos, más no se deben subestimar las potenciales consecuencias de las nuevas tecnologías para el empleo.
Lanzan una propuesta de INGRESO BÁSICO INCONDICIONAL SIN TRABAJO ASOCIADO para evitar un previsible empobrecimiento, ya que podríamos estar en presencia de UN FUTURO SIN TRABAJO. De igual forma, se hace notar que los problemas del empleo vienen desde la limitada definición de trabajo que data del siglo XIX derivada de la separación generalizada entre el lugar de trabajo y el hogar (industrialización) que dejó a las tareas del hogar excluidas del cálculo de valor, del mundo del trabajo y el empleo por la ausencia de salario y de prestaciones públicas.
Apunta que el fin del ciclo de reconstrucción posterior a la Segunda Guerra Mundial, a fines de la década de 1960 y principios de los 70´s. marcó la transición de la vieja a la Nueva División Internacional del Trabajo; que a partir de la década de 1980, el trabajo no remunerado también regresó a las economías desarrolladas; la racionalización, financiamiento y tercerización de las operaciones intensivas en mano de obra en los países que comenzaban a industrializarse en la periferia del mundo rompieron el nexo entre el empleo de por vida y la seguridad social, que había caracterizado los mercados de trabajo en el mundo desarrollado.
Acto seguido, a medida que la digitalización y globalización de las cadenas productivas ganaron impulso, los empleadores introdujeron contratos laborales flexibles, forzando cada vez a más trabajadores a aceptar condiciones de empleo precarias, que ha generado subempleo y necesidad de subsidios públicos.
Actualmente el aumento de la actividad no remunerada no es privativo de los pobres, sino que abarca a la mayoría de la sociedad, por lo que para estar a la altura del nuevo entorno de la Inteligencia Artificial y las máquinas se debe trabajar en mejorar y promocionar el desempeño físico, mental y emocional, incluidas su apariencia, motivación y resistencia.
Es de destacar que sólo una fracción del creciente trabajo no remunerado puede ser efectuado por la Inteligencia Artificial y las tareas de las que sí se ocupe crearán nuevas demandas que habrá que satisfacer. Aún no está claro cuáles serán aquellas actividades que surgirán en el futuro como consecuencia de la pérdida del afecto personal cuando las máquinas y los algoritmos reemplacen la comunicación entre los seres humanos.
Como humanidad, en algún momento enfrentamos la transición de los sectores primario al secundario y al terciario en el pasado, con los cambios actuales se dará lugar a un nuevo sector económico, con nuevas formas de actividades mercantilizadas, las relaciones recíprocas podrían llenar ese vacío. Así también, ya casi nadie, independientemente de su ingreso, puede negarse al TRABAJO FANTASMA que nos exigen las comunicaciones modernas, las compras y la banca; de tal forma que cuando brindamos nuestros datos a la economía de plataformas, los clientes nos convertimos en trabajadores no remunerados de las empresas comerciales y ayudamos a impulsar el capitalismo mundial.
Se concluye que, ya sea que miremos el futuro del trabajo desde la perspectiva de la necesidad o de la realización, el trabajo no desaparecerá por la introducción de la Inteligencia Artificial. Existe la posibilidad de que la reducción del empleo y el trabajo remunerado se vea acompañado por un aumento de las actividades de cuidado o subsistencia no remuneradas, así como del trabajo fantasma moderno.
Este último escenario sólo es tranquilizador si encontramos nuevas formas de distribuir de manera justa el trabajo remunerado y no remunerado entre todos los ciudadanos, de lo contario, corremos el riesgo de desembocar en un mundo bifurcado, de ricos adictos al trabajo con empleos satisfactorios, pero estresantes, mientras que los desempleados tendrían que recurrir a estrategias de subsistencia para complementar el ingreso básico o la asistencia a los pobres.
Continuaremos la siguiente semana………….
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