Por: Luis Escobar Ramos
Los que encabezan estas tendencias son los países altamente industrializados y aquellos que han tomado como sus principales políticas públicas el desarrollo tecnológico, la innovación y la ciencia y tecnología, lo que les ha permitido alcanzar importantísimos avances y dividendos económicos, mientras que en el sentido inverso se encuentran aquellos países que no han sido capaces, por sus condiciones económicas, políticas o sociales, de establecer políticas, planes y programas en el ámbito tecnológico-digital, lo que ensancha la brecha en el mundo ahora digital.
En el pasado la automatización era un fenómeno concentrado en una industria a la vez, eso permitía a los trabajadores que eran desplazados por la tecnología en una industria, moverse hacia una industria emergente; hoy es diferente y esto se debe a que la Inteligencia Artificial puede utilizarse en todas las industrias y que la automatización se pueda dar simultáneamente en muchas de ellas. Por lo que a medida que los algoritmos sean cada vez más inteligentes, el proceso se acelerará, surgiendo la preocupación de que si se trabaja menos horas y se gana un sueldo menor, cómo se haría para sobrevivir?
Un elemento central en esta visión tecnológica lo representa la Inteligencia artificial, que es un conjunto de tecnologías con las que se pretende que las máquinas sean inteligentes, indispensable es destacar que esta disciplina tiene aplicación en diversos aspectos de la vida cotidiana, llegando al punto de coadyuvancia o sustitución de algunos trabajadores, lo que es parte de las fobias y temores de la sociedad actual.
Otra disciplina que juega un papel primordial en este enfoque es la robótica, que debe entenderse como la ciencia y técnica que está involucrada en el diseño, fabricación o utilización de robots, imitando el comportamiento humano o animal. Es fundamental mencionar que en la actualidad existe a nivel global una buena cantidad de expertos que hacen ver que la robotización destruirá el empleo de forma inexorable; a ellos se les ha llamado “TECNOPESIMISTAS”, siendo uno de sus máximos representantes Martin Ford, quien en su libro “EL ASCENSO DE LOS ROBOTS” expresa que no es enemigo de la tecnología, no obstante, invita a que tengamos respuestas económicas y políticas para la ola de desempleo que se viene, ante lo que propone un Ingreso Básico Universal que haga frente a la disrupción tecnológica.
En el otro extremo se encuentran quienes miran con optimismo todo lo que ocurre en la Cuarta Revolución Industrial del siglo XXI, que está ocasionando cambios estructurales en el empleo; así como en otras actividades. Ellos reconocen que la Inteligencia Artificial y la automatización provocan un aumento de la productividad, incentivan la relocalización y emergen interrogantes sobre su impacto en el empleo y la equidad social, entre otras.
Existen diferentes estudios sobre este tema, uno de ellos es el de la Universidad de Oxford, que pronostica que el 47% de los empleos corren el riesgo de ser reemplazados por robots y computadoras con Inteligencia Artificial durante los siguientes 5 o 10 años; de tal forma que los distintivos de este proceso son: Digitalización y velocidad, sin embargo, como un punto de vista netamente personal debo mencionar que destrucción de empleo siempre se ha dado y efectivamente, la diferencia de hoy quizá estriba en la vertiginosidad de los acontecimientos.
Ejemplos muy alusivos de destrucción y que se dan a costa de terminar con otras empresas que empleaban muchas más personas son Kodak- Instagram y Blockbuster- Netflix, por no innovar a tiempo.
Una de las primeras aportaciones en este ámbito, la hicieron los profesores de la Universidad de Oxford Carl Benedikt Fre y Michael Osborne, quienes fueron los primeros que alertaron sobre los riesgos de la Inteligencia Artificial y la Robótica por sus efectos disruptivos, exponencial y veloz, a diferencia del pasado.
De igual forma, los economistas Martin Goos y Alan Manning han advertido que ese avance exponencial de la tecnología estaba empezando a crear una polarización laboral en la que posiblemente sólo sobrevivirán los trabajadores con mayor y mejor educación.
En cuanto a esta visión debo decir que la automatización, la Inteligencia Artificial y la Robótica, no son un futuro, son una realidad y se encuentran presentes en muchos ámbitos de nuestra vida, de ahí que cada día se hable más de ello y de su impacto en el mercado laboral, no obstante, es prioritario entender que la utilización y convivencia será inevitable y ante ello debemos asumir un actitud proactiva en lo individual y colectivo, para lo cual se hace necesaria la planeación, el diseño e implementación de política pública en los campos tecnológico, de ciencia y tecnología, de innovación, que deberá plasmarse en planes y programas con una fuerte relación entre lo educativo y el mercado de trabajo, considero esta es la vía para atemperar y eliminar los temores al momento que estamos viviendo.
Continuaremos la siguiente semana…………
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