Cuba lo tiene (3 pesos), lo mismo las islas Fiji (7 dólares) así como también la Unión Europea con sus existosísimos y de variados modelos billetes, de curso legal y emitidos por el banco central europeo de cero euros. Todos estos últimos tres ejemplos de billetes con la finalidad de promoción turística, que por sus diseños espectaculares y sus denominaciones poco habituales, son adquiridos por los turistas a manera de ‘souvenir’, recuerdo y/o regalo para amigos, conocidos y/o familia.
En el caso de los billetes de CERO euros, se venden en cosa de tres euros, y hay (literalmente) cientos de diseños, de todos los países y ciudades miembros de la UE y zona euro; el de tres pesos de Cuba lo buscan los turistas que van a la isla desde hace muchos años y el de las Islas Fiji (de siete dólares) es con motivo de haber ganado este país el Mundial de rugby, pero obvio también es un novedoso mecanismo de promoción turística se los países e incluso para generar algo de derrama de divisas.
Un billete nuevo, emitido por el Banco de México, dedicado a Acapulco, con un espectacular diseño, sería ideal vehículo para que turistas extranjeros que visitan a todo México se lleven uno ó más como recuerdo, siendo una excelente para la promoción turística de Acapulco. pero no sólo a nivel internacional, sino también nacional, ya que al circular por todas las manos, todos los días, la marca ACAPULCO se mantendría de forma constante en la mente de los mexicanos, para así, a la mejor oportunidad, visitar el hoy tan lastimado bello puerto mexicano.
Lo ideal sería de una denominación tanto baja como poco habitual, como por ejemplo, de 40 pesos, con la Bahía de Acapulco (ya hubo una serie, en 1914, en plena Revolución mexicana con esa temática), y, por ejemplo, con la efigie del General sureño Juan N. Alvarez, al cual por cierto la historia oficial no ha hecho la justicia que merece. Ojalá estas líneas con esta idea llegarán al presidente AMLO, y se llegara a implementar, porque Acapulco va a resurgir en base a trabajo y esta ciudad no tiene otra actividad económica que no sea el turismo.