Todo estaba programado para este lunes 30 de octubre, fecha que la dirigencia daría a conocer los resultados de la encuesta para las nueve entidades federativas que tendrán transición del ejecutivo local. De pronto, la dirección del partido, a través de un comunicado, detalló que será hasta el próximo 10 de noviembre cuando haga público el anuncio. Es simple: hay mucha presión interna y, de paso, existe un cierto temor por las posibles fracturas que puedan provocar los resultados teniendo en cuenta lo que pasó este año en Coahuila.

Además de ello, puede ser que los efectos de la naturaleza sobre Guerrero sean otros de los motivos. Quizá., no obstante, me inclino más por la primera hipótesis, pensando en lo que puede llegar a pasar. Es cierto, en la esfera del cónclave que llevaron a cabo con todos los candidatos, cada uno aseguró que respetaría los resultados; sin embargo, esto no garantiza nada, como lo vimos con Ebrard, la amenaza de pugnas y fracturas está latente.

Por esa razón, considero que la dirigencia se está apoyando en dos factores claves que, sin lugar a dudas, influyen para tomar decisiones. Hablo del presidente López Obrador y Claudia Sheinbaum, heredera del bastón de mando. En ese sentido, claro está, se revolverá la encrucijada que existe, eso sí, con los números que, desde hace meses, marcan las tendencias. De hecho, es muy probable que la dirigencia tenga los resultados en sus manos y, para operar el proceso sin contratiempos, postergó el resultado, pues el cambio tan repentino puede tener una lectura clara del porqué.

En palabras más sencillas, se está valorando el posible impacto en caso de tener inconformidad en cada una de las entidades. Incluso, creemos que, en el fondo el anuncio se debe a que están evaluando todos los componentes que envuelven el ejercicio y, con ello, construir un posible escenario de quienes, para el proceso venidero, garantizan mayor capacidad de voto a favor de la causa de Morena. Por ese motivo, Morena no se aventuró y, como sabemos, continúa haciendo una valoración minuciosa que, dicho sea de paso, estaría muy avanzada.

Y para que exista esa garantía a la demanda del pueblo, hay datos muy concretos que permiten ir construyendo un hipotético anteproyecto de perfiles para las nueve gubernaturas, considerando las recomendaciones que emitió el órgano electoral en materia de igualdad de género. De entrada, ha quedado claro que, en el epicentro del lopezobradorismo, la disputa es de dos. Me refiero a Omar García Harfuch y Clara Brugada. De hecho, la alcaldesa con licencia de Iztapalapa, en los últimos días, ha ido creciendo de manera acelerada. Además de ello, ha recibido el respaldo de los grupos al interior de Morena, siendo una parte medular y, a la postre, aspecto que no podemos ignorar por el peso que tiene la base lopezobradorista.

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Tenemos claro que otra de las entidades donde no habrá ninguna duda para nombrar al coordinador estatal es la entidad de Chiapas. Ha quedado demostrado que, en todas las encuestas que se han divulgado, el líder de los senadores de Morena en la Cámara Alta, Eduardo Ramírez, lidera las preferencias de pies a cabeza. Su ventaja es tan amplia que, para efectos inmediatos, es técnicamente imposible de revertir. De hecho, hemos fundamentado que, hoy por hoy, la distancia que tiene en su poder es, en algunos casos, de más de 25 puntos del segundo lugar. Esto sella prácticamente la candidatura al no existir un aspirante que le compita en el seno morenista en aquella entidad del sur del país.

Lo mismo pasa en Veracruz, con Rocío Nahle.

Por ese motivo, me parece muy claro que, desde la dirigencia nacional de Morena, exista ese anteproyecto. En todo caso en las entidades donde, claro está, exista una distancia abismal del segundo lugar. De modo que, para el próximo 10 de noviembre, es muy difícil que haya sorpresas, a menos de que se presente un ascenso de algún perfil en los puntos donde la contienda es más cerrada.

Y es precisamente el porcentaje de las encuestas lo que nos ha llevado a construir un hipotético anteproyecto que, seguramente, Morena tiene en su poder con los datos que circulan en todas las encuestas de opinión. De ese modo, el mapa electoral quedaría así:

CDMX para Clara Brugada.

Chiapas para Eduardo Ramírez

Morelos para Margarita Saravia

Veracruz para Rocío Nahle

Yucatán para Verónica Camino

Jalisco para Claudia Delgadillo

Puebla para Alejando Armenta

Guanajuato para Ricardo Sheffield

Tabasco para Javier May.