Y es que el título de mi columna viene a colación por el impactante, casi inaudito tuit que lanzó la cuenta de Morena, de una playera con una calavera haciendo el gesto de guardar silencio  y la leyenda “Un verdadero hombre nunca habla mal de López Obrador” (se les olvidó ponerle el acento en la “o” del López, pero yo sí me acordé de ello).

Sinceramente, lo primero que pensé fue: “Es una cuenta fake, con una foto fake, una mal broma; un mal chiste” pero conforme pasaban los minutos, los propios morenistas se fueron encargando de darle credibilidad a esto, portando ellos mismos esa playera, como por ejemplo Jenaro Villamil.

Después empezaron las justificaciones: Que era un meme, que los jóvenes sí entenderían de qué se trataba, que era una cosa digamos de la chaviza para la chaviza, así tal cual.

Pero el error garrafal estuvo cometido y no hay manera de revertirlo.

En un país incendiado, lleno de odio por todos lados, en un país donde diariamente son asesinadas muchas personas, candidatos asesinados también, feminicidios, etc., este jueguito de la playera no era necesario.

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O bien lo quisieron hacer pasar como una broma “belicona” (concepto impuesto por Peso Pluma) o en verdad están apostándole a difundir miedo. Y de ser lo segundo me parece algo deleznable y ruin.

Porque lo que yo creo es que ningún presidente debería de hablar mal de los ciudadanos, debería de haber una playera que diga esto.

Porque sí, el presidente ha hablado mal de aquellos ciudadanos que no votaron por el, llamándoles de mil maneras, con apodos y con burla: conservadores, neoliberales, clasistas, racistas, fifís.

Todos estos términos que los repite una y otra vez para que taladren las mentes de los más débiles y eso sea lo que sientan y piensen de otros.

Polarizar y rivalizar es la estrategia mala de este presidente. Porque si es que lo que pretenden es diseminar el miedo, entonces los morenistas sin lugar a dudas andan muy desesperados ya.

El miedo paraliza, el miedo inmoviliza. ¿Esto quieren provocar? Que la gente por miedo no alce la voz, no critique o señale a este mal gobierno, que la gente no salga a votar el 2 de Julio.

¿Qué pretende Morena con esta campaña ruin, violenta, agresiva?

Lo que es peor, esas camisas ya están a la venta. Quieren que los obradoristas la porten. Para además por supuesto, hacer negocio.

Pero, ¿se imaginan a alguien portándola en la calle o en alguna reunión familiar? Va a generar más odio y polarización.

Me recordó lo que últimamente ha estado sucediendo en los partidos de futbol soccer en México. La gente es agredida por la playera que porta de su equipo favorito. Terminan golpeados e incluso hasta asesinados.

Por supuesto que la oposición tiene su propia camisa que no tiene nada que ver con la violencia y el odio. Su leyenda es “votar es de chingones”. Por ahí ha habido una discusión en torno a los derechos de autor de esta frase, lo cual me parece de lo más absurdo e irrisorio. Lo que importa es que el mensaje cumple su función. La gente también está portando estas camisas para incentivar el voto.

No estoy segura que las vendan. A mí me la van a enviar a mi domicilio sin costo extra.

Pero pudiera ser que suceda el mismo fenómeno: que quien porte esta playera también pueda ser objeto de violencia.

La desesperación de Morena es evidente. No es la forma terminar de defenderse lanzando una playera con tal imagen y tal frase. No era necesario pues.

Me extraña que el presidente esté cayendo en estos comportamientos, porque evidentemente claro que está enterado de esto, quizá lo niegue pero está enterado.

La cosa es que quién sabe si Claudia Sheinbaum esté de acuerdo con ello, porque al final de cuentas no se está hablando tampoco de ella, sino del líder de la nación.

Claudia va quedándose atrás en la desesperación del presidente por seguir  siendo el foco de atención.  A la buena o a la mala.

¿Qué excusa dará el presidente por este mal intento de marketing? ¿Qué justificación dará? Prácticamente no le veo salida. No puedes defender algo tan horrible como esto.

Y luego pues “un verdadero hombre… no habla mal de López Obrador” deja a un lado la posibilidad de que no haya regaño hacia las mujeres que sí lo hagan.

Vaya, todo mal. No necesitamos discursos cargados de más odio y resentimiento. Parece que no encuentran la salida.

Esto ya es un tema demencial. Y el país está en medio de esto.

Que Dios nos libre de todo mal.

Es cuanto.