En México, los trabajadores del hogar, tanto hombres como mujeres, nombrados con el idioma español popularmente como mozos y sirvientas, representan una fuerza de trabajo muy importante, y de manera histórica, imprescindible.
En un artículo que publiqué sobre la problemática de asegurar a las trabajadoras del hogar en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) el 6 de Diciembre del 2018 en éste mismo panel de análisis: SDPnoticias, hice un cálculo de 5 millones de trabajadoras del hogar que deben estar activas en la actualidad, y los hombres, en estos trabajos, también por tradición, deben ser menos del 5% de este universo.
Toda la problemática alrededor del control financiero y fiscal de los trabajadores y trabajadoras del hogar surge por la manera tradicional y ancestral de contratar a todas estas personas por medio de un sistema de confianza y no laboral, lo que de muchas maneras los ha beneficiado enormemente, ya que además de recibir todos los servicios y comodidades de los hogares donde trabajan, incluyendo vivienda, alimentación, agua, gas, electricidad, y hasta entretenimientos, los pagos que reciben por sus servicios generalmente son más del triple del salario mínimo vigente.
La propuesta para regular este sistema de contratación de tantos millones de personas en todo México que trabajan en los hogares, no es únicamente con un esquema de incorporación al IMSS, ya que por tratarse de una problemática económica y fiscal mayor al comercio informal, y al mismo outsourcing, se debe plantear un mejor método para regular los miles de millones de pesos que genera el pago a todas estas personas que trabajan en los hogares de México mensualmente.
Lo que propongo es que sea la misma Secretaria del Trabajo del Gobierno Federal la que regule la contratación de todas las trabajadoras y todos los trabajadores del hogar del país, que sea la que establezca salarios justos e igualitarios, así como prestaciones de ley, sistemas de jubilaciones y pensiones, y apoyo para educación por medio de la Secretaría de Educación Pública, y coberturas de salud y bienestar, ya sea por medio del IMSS, o del reciente creado INSABI, que se maneje también con un esquema de sindicalización tradicional, y que se regulen todos los beneficios particulares, incluyendo los de alimentación y de entretenimiento que reciben todos los trabajadores y trabajadoras en los hogares en los que trabajan mediante una normatividad generalizada.
Aunado a todos los esfuerzos que se están llevando a cabo para ya transformar a México, espero que la aportación de la presente propuesta pueda de alguna manera reforzarlos.
Alberto Halabe. Twitter: @cancercuretop2