Hoy es Nochebuena. He de confesar en verdad que hoy no es una fecha que me emocione. Cuando era niña enloquecía de la felicidad pero básicamente era porque tenía una familia bastante disfuncional que nunca se reunía por el trabajo de mi padre y sus ausencias. Saber que ese día por la noche nos arreglaríamos los cuatro para salir a casa de mi tío y convivir me llenaba el alma de alegría.

No llegaba Santa así que no me alegraba ese día por los regalos, sino por salir y estar con mis padres y mi hermana que hoy por desgracia ya no están conmigo. Sin embargo, Dios siempre se encarga de hacerse presente y sentí esta necesidad e impulso de escribirles.

Sé que esta Navidad nos puede parecer a todos algo desconcertante: Tenemos encima otra vez como la Navidad pasada una variante de un virus acechante y desconocido que no sabemos si entrará en nuestros cuerpos o casas. Tenemos a un presidente que dice que todo está bien, pero la verdad es que cada día nos alcanza para menos. Y la incertidumbre del año que vendrá es, sin lugar a dudas, grande.

Pero a veces solo nos enfocamos en lo que no tenemos y en lo que nos hace falta. ¿Qué sí tenemos? Tenemos vida y por eso me estás leyendo, quiere decir que Dios necesita de ti en este mundo aun cuando no hayas entendido para qué ni porqué, si muchas veces ya ni tú mismo quieres estar.

Probablemente no creas en él pero hoy sin duda mirarás al cielo y te preguntarás si es verdad que existe y de pronto mirarás a algún ser amado junto a ti, a algún niño corriendo a tu lado o tendrás algo de comer en tu mesa o llegará ese mensaje inesperado y entonces es ahí cuando estará la respuesta.

Las columnas más leídas de hoy

Descubrirás si es que tu vida no tiene sentido y hayas perdido la fe, que si este país está convulsionado, tu puedes hacer la diferencia ayudando a otros, desde donde puedas y con lo que puedas... entonces cobrará sentido este día, y toda tu vida.

Si hoy te sientes solo y no tienes con quien estar, súmate a algún albergue para ir a ayudar; invita al vecino que sabes que estará solo, reparte comida a las afueras de los hospitales donde miles de familiares esperan aterrados noticias de los suyos.

Hoy empieza por casa y sé tolerante y amoroso con los que vives. Empieza por ahí. No necesitas tener esas cenas que te repiten que casi obligatoriamente debes de tener en tu mesa. Es mucha la presión social. Basta un sándwich, basta una sopa para que sepas que hoy tienes sustento y comida y lo compartas con alguien más.

Tal vez no recibas regalos de nadie, pero estás recibiendo el mejor regalo de todos: Estar con vida. Desde una cama o caminando, desde un hospital hasta la playa, desde donde sea que te encuentres hoy tienes este regalo que se llama vida. Así que deja de sentir que nadie te dará nada en este Navidad.

Y si hay seres amados que no están contigo porque trascendieron, sí estarán. Más cerca de lo que crees, más dentro de ti de lo que crees.

Los mexicanos somos mucho más que un presidente que se encarga de desunirnos y de ponernos a pelear unos contra otros. Somos más que unos cuantos queriéndonos saquear, somos muchos más los que defenderemos a esta nación si nos unimos.

Somos más que un presidente que no ha resuelto sus problemas emocionales y quiere desahogarse de ellos todos los días por las mañanas. Somos tan grandes que incluso hoy sería un día muy importante para pedir por él.

En fin, te deseo que tengas una Navidad en donde abras bien tus ojos. Veras la cantidad de regalos que te rodean.

¡Feliz Navidad!

Claudia Santillana Rivera en Twitter: @panaclo