Es verdaderamente urgente dar un giro al paradigma político electoral por medio de una reforma constitucional luego de una serie de excesos y extralimitaciones en las determinaciones que han tomado a través del órgano colegiado. De hecho, en este mismo espacio de opinión fundamentamos la importancia- posteriormente de que se produjo un descontento generalizado- por la toma de decisiones que, hasta cierto punto, han resultado ambiguas o, más bien dicho, sesgadas producto de una maniobra fuera de la realidad autónoma.
“En más de una ocasión el presidente López Obrador ha mostrado su inconformidad por la toma de decisiones de los órganos “autónomos” electorales que, últimamente, nos hacen pensar que existe un conflicto de intereses. Eso lo ratificó la sala superior del poder judicial en materia electoral que quitó tres triunfos ganados en el escrutinio público a Morena en las pasadas elecciones del 6 de junio, lo que es realmente inquietante.” Los fragmentos de esta premisa hacían alusión a la afrenta que hemos vivido los mexicanos una y otra vez.
Quizá hay fuertes presiones porque, de otra forma, no entiendo realmente las determinaciones de un órgano que, se supone, es autónomo, pero también respetuoso de los poderes de la nación.
Y es que no hace mucho, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó incluir la presencia de un integrante del partido MC y del grupo plural. Lo más lamentable de todo es que, con ello, hay una clara intromisión a la vida interna del legislativo federal, pero sobre todo del Parlamento. Además de ser una agresión directa al sustento orgánico de un poder de la nación, existe un abuso a manos de la sala superior.
De hecho, existe la Ley de Medios de Impugnación, la cual sustenta que es improcedente que el Tribunal Electoral se introduzca a la vida interna del Parlamento, de las Cámaras y del Congreso. Siendo una determinación con plena facultad legislativa, ¿entonces por qué el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación insiste en esa postura? No es posible que esto siga sucediendo en una división de poderes que, bajo cualquier circunstancia, debe tener garantía en sus determinaciones.
La circunstancia es que, bajo esa disyuntiva, el Tribunal Electoral sigue propinando golpes bajos a la vida autónoma del legislativo. Y es que no se trata de cualquier situación que podamos minimizar; estamos hablando de respeto a los Poderes de la Nación. Siguiendo la naturaleza de ese proceso, a Morena le correspondían nueve, de acuerdo a la representación numérica, es decir, nueve propietarios y nueve suplentes en la instalación de la Comisión Permanente luego del primer cierre de sesiones.
Con esa razón justificada, nuevamente ganó la prudencia de los líderes de Morena en el Senado para integrar la comisión permanente luego de que finalizara la primera etapa del ejercicio legislativo. De hecho, Morena cedió un espacio a su aliado el PES, caso que no hizo el PAN- ni el PRI- con el PRD. ¿Qué pasó allí?, ¿y la alianza?
Esto confirma los confines del contrapeso, pero también desnuda que, el Tribunal Electoral, no defiende lo que le corresponde, sino, se ha convertido en un mecanismo que solapa los caprichos de la oposición. Es una lastima que, con excesos, se corte el desarrollo democrático. Por tal motivo, urge una reforma electoral capaz de vencer estos lastres que siguen generando dudas y que, por desgracia, afectan el proceso de transformación, al ser irresponsables cuando invaden el espacio autónomo en la división de poderes.
Lo mismo pasa en el INE. Ojalá prospere pronto y madure lo más rápido posible el proyecto en el legislativo de reforma Electoral. No será fácil, pero tampoco imposible. De hecho, trascendió que, el mismo presidente López Obrador, está pensando en enviar la propuesta a la Cámara Alta- sabedor de la capacidad que posee su coordinador de los senadores de Morena para amarrar acuerdos, eso sí, sin sobresaltos y con respeto, incluyendo a las minorías que también cuenta. Hechos, no palabras.
Mientras eso pasa, qué mensaje se mandó en tribuna su líder de la fracción de Morena: “hay que construir el Senado para que sea una Cámara de reposo, una Cámara de sabiduría, una Cámara de serenidad y prudencia. Y que con esta Cámara, podamos frenar el exceso y evitar las intemperancias de la pasión de aquellos hombres que por sus discursos exaltan y generan odios y rencores”. Una cita de Fray Servando Teresa, con un alto contenido responsable de lo que significa legislar.