Quizá hay una analogía entre la política y el fútbol en relación a los términos; en ambas hay normas para validar decisiones; también hay un árbitro que debe vigilar y calificar las acciones en cuanto al comportamiento. Tal vez en política estos elementos se aplican en el momento que se lleva a cabo un ejercicio electoral; aunque igualmente -hay juicios o reglas no escritas que terminan siendo informales- pero que al final implica corresponder de forma neutral.
En el fútbol ha predominado el famoso pacto de caballeros que ha generado especulaciones, sobre todo por algo que no logramos entender del todo, aunque, a simple vista, podemos descifrar que esto se pone en práctica cuando ambas partes, es decir, jugadores y directivos, acuerdan lineamientos internos para la competencia.
Lo anterior, tiene una perfecta semejanza con lo que hoy vive el proceso de sucesión presidencial adelantada. Se ha puesto sobre la cancha a todos los jugadores que deben alinear para el partido en Morena; no basta con anunciar la alineación, sino exigir reglas de participación neutras y equitativas en la medida que el juego lleve su curso. El árbitro decidió, primero, dotar de mayor capacidad e impulso a tres participantes y dejó, como todos sabemos, a un participante que siempre fue seleccionado en la banca.
Mientras lo otros ponen en práctica las estrategias de publicidad y los reflectores para que la afición observe el partido desde la tribuna, otros jugadores que -merecidamente- tienen que alinear en el once titular, fueron obligados a observar el juego en la banca, sin embargo, hay futbolistas que desde esa posición influyen y participan por la madurez y la experiencia que han adquirido en años de trayectoria.
Durante éste partido ha transcurrido más de medio tiempo del encuentro antes de llegar al juego decisivo del 2024. Muchos llevan ventaja -porque han tenido participación activa en la cancha- pues debemos recordar que, el árbitro del partido, solo reconoció a tres competidores en el campo dejando al más maduro y experimentado que hiciera su entrenamiento aparte.
La ventaja de los otros jugadores se notó en las estadísticas del juego. Sin embargo, el jugador que siempre espero el momento de entrar a la cancha, levantó el ánimo a partir de su posición, incluso, fue más llamativo porque generó más expectativas desde el banquillo, especialmente por el grito de la afición que clamó su arribo para completar el once titular.
Entonces, inspirado en el partido de su vida, el participante que faltaba se integra con el visto bueno del árbitro que permitió su acceso a la competencia y se suma, como los otros tres, a la lista oficial de la selección de Morena esperando equidad y sin olvidar que, para todos, la misma afición que alienta desde la tribuna pide el mismo trato parejo cuando cada uno muestre sus habilidades en el escenario sin que haya necesidad de llevar una cargada del juez en proceso interno.
El árbitro tiene que actuar parcial y equitativamente. Debido a que la cancha está completa, el presidente López Obrador debe asumir un rol tomando decisiones equitativas para que la competencia se lleve en un marco de respeto. De hecho, por primera vez noté al mandatario con ese ánimo de abrir la participación sin ocultar ni omitir nombres de aquellos que merecen competir.
La prueba o el desafío será, como todos esperamos, un arbitraje neutral sin cargada ni favoritismo. Y es que cada vez más vemos espectaculares y publicidad de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México y eso, en la competencia interna, es un mecanismo de ventaja o, en términos de reglamento, es pasar por encima de la Ley porque no son tiempos de ejercicios electorales. No es justo que a la vista de todos exista una campaña abierta con mucho tiempo de anticipación, especialmente con una maquinaria de publicidad a favor de Claudia.
Eso ha contribuido -a pesar de incurrir en actos anticipados de campaña- a promocionar su imagen. Frente a ello, el árbitro de la competencia interna en Morena debe pedir mesura porque se aprecia lo inocultable.
Finalmente, el cuadro titular está completo. Tanto Claudia Sheinbaum, Adán Augusto, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, están en la misma competencia de juego donde los espectadores observarán el juego sucesorio desde la tribuna. Puede ser que algunos tengan tiempo de ventaja, pero los partidos tienen una duración de 90 minutos y, en el fútbol, el último minuto o segundo también cuenta para ser el competidor que haga diferencia, meta el gol y gane el partido.
Recordemos que, el último jugador reconocido, vino desde atrás en aquella época en Zacatecas donde todas las condiciones eran desfavorables. Sin embargo, superó a sus rivales y ganó por goliza demostrando su capacidad, experiencia y madurez.
Notas finales
El grandísimo pecado que comete la reforma que propone utilizar recursos olvidados en la banca, es el de honrar la palabra y fortalecer a las policías del país, y con ello contribuir a regenerar la seguridad de los mexicanos, uno de los mayores reclamos sociales.
El líder de la fracción de Morena en la Cámara Alta dio la anterior explicación, en una entrevista radiofónica en donde explicó que los recursos mostrencos, abandonados en la banca por un lapso determinado, pasarán al Estado para ser usados en la Seguridad Pública o la política Social.
Sin embargo, el Presidente de la República, hace dos días ha dicho que le planteará al Senado que, este, apruebe una modificación en el sentido de que los fondos de cuentas inactivas vayan, en lugar de la seguridad pública, a los programas sociales, explicó también el Senador.
Ante la realidad nacional, en donde por décadas ha habido millones de personas olvidadas, que no han alcanzado los niveles de vida y de confort que reclama la Justicia Social, estos fondos servirán para fortalecer los programas sociales, pareciera ser una necesidad, no sólo jurídica sino social.
Informó el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, que actualmente se piensa que estas cuentas inactivas constituyen un fondo de cerca de 20 mil millones de pesos, que serían los primeros fondos para poder atender, a la seguridad pública, o, como dice el Presidente, las propias políticas sociales; programas sociales.
Pero claro, expresó también que esto lo definirán con libertad, con un voto de conciencia, los senadores en los próximos días. Una u otra forma parecieran ser correctas. “Quizá lo que podría preferirse es una mezcla o combinación de ambas propuestas. Es decir, programas sociales y fortaleza a policías municipales y estatales”