CENTRO A LA OLLA
Imagine ser dueño o el principal directivo de un club profesional de Primera División y que una de sus referencias para la contratación de jugadores sea una página de internet o las redes sociales… ¿Entonces para qué demonios se pavonean por tener un departamento de inteligencia deportiva?
Con espacios como Transfermarkt, los aficionados al futbol han logrado tener una visión y acercamiento en lo que se refiere al mundo del mercado del futbol a nivel números. En algún momento, parte de la prensa la ha tomado de referencia, aunque hay que decir que es un sitio que se nutre de estimaciones, nada oficial.
Este ejercicio ha ganado un espacio importante, pero para nada puede ser tomado por los clubes -profesionales-, como una referencia de mercado o basarse en estas estimaciones para saber si tendrán la capacidad de pretender a un jugador u otro.
Por eso cuando Ricardo Peláez habló en entrevista para Azteca Deportes, con David Medrano, que en el caso de un posible interés por Brandon Vázquez, delantero del Cincinnati FC, había visto que el delantero tenía un valor de marcado de 500 mil dólares y cuando habló al club le pidieron 5 millones de dólares (poco más de 100 millones de pesos), siempre y sencillamente hizo el ridículo.
Porque ningún ejecutivo de ese nivel está para poner de referencia el precio de un posible activo publicado en un sitio de internet. Es absurdo y al mismo tiempo es un reflejo de la pobreza directiva que existe en el Guadalajara, cuyo máximo logro es haber regresado a este equipo a una Liguilla, cuando eso tendría que se una obligación.
Claro que no es el único que ha buscado un refuerzo en redes sociales o comprado por internet.
Antes se hacía a través de videos que llegaban a las oficinas de los equipos con un gran trabajo de edición de los promotores. Hoy, basta con escribir en Google el nombre del jugador que se busca para obtener información y listo, aunque eso no es nada profesional. Es como el estudiante que termina su tesis con solo Copy+Paste.
Al final, Peláez contrató a Santiago Ormeño, de quien seguramente también vio en un sitio de internet cuánto costaba, pero se le olvidó hacer click en sus estadísticas…
Hoy, las Chivas padecen de una falta de gestión que los hace ser uno de los peores equipos del futbol mexicano, sin rumbo y lo único que han sumado es este nuevo absurdo por parte de un de los mas “importantes” dirigentes, que se añade a aquello de que les venden caro, de que no hay jugadores, y tantos otros pretextos que al repetirlos y repetirlos, han buscado convertirlos en una verdad.