IRREVERENTE
Les platico lo dicho por Umberto Eco:
“Las redes sociales dan el derecho de expresarse a legiones de idiotas que antes hablaban solo en el bar o en el café, después de un vaso de vino o una humeante tasa, sin dañar a la comunidad. Ahora, tienen el mismo derecho de hablar que un premio Nobel. Estamos ante la invasión de los idiotas”.
Y yo le agrego lo siguiente: Las redes sociales son el reflejo de la derrota de nuestro sistema cultural.
En esta catalogación incluyo con mediano respeto, a las televisoras comerciales: Televisa y TV Azteca por delante.
Usurpadores
El oficio de comunicar mediáticamente es usurpado hoy por cualquiera que se meta a un chat o merodee por las redes sociales.
No necesitan investigar, verificar ni contrastar; les basta husmear en Google para copiar lo que otros dicen y adoptar poses doctas de jubilados tronados y relegados al vaivén de las mecedoras banqueteras.
Padecen estreñimiento de ideas.
Algunos, de apellidos linajeros, después de haber tronado a sus empresas familiares, dictan en chats y redes, cátedra de bobos, para los bobos.
He sido retado por algunos de esos a debatir y mi forma de rechazarlos es sencilla: “cuando inviertas, cuando hayas creado empleos y corras los riesgos del periodismo formal, platicamos”.
No es cosa de niveles, es de alcances y dimensiones.
Son usureros de la mesura. Diarréicamente opinan de todo y de nada saben.
Citan a cualquier mequetrefe-menesteroso con fuero, como Gerardo Fernández Noroña:
Festinan sus palabras con alfombra roja y caravanas.
Cajón de Sastre:
- Mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomprable Iván y toda la Compañía.
- Por lo pronto, pasen ustedes hoy un plácido domingo.