Se llegó el instante esperado: México enfrentará su primera prueba en el mundial de fútbol FIFA 2022 cuando enfrente a Polonia que llega, sin lugar a dudas, con más credenciales que nuestra selección. Quisiera ser optimista pero los jugadores que nos representan parecen no llegar en su mejor momento, sin embargo, la máxima competencia del balompié nos ha dejado testimonios de hazañas que vale la pena recordar.

De pronto nuestra selección sale inspirada y gana el primer partido contra Polonia; en el papel parece equitativo pues ambos equipos suelen elevar su nivel cuando las circunstancias lo ameritan. Recordemos que, hace cuatro años, la selección Azteca salió al primer encuentro motivado, y exhibió algunas deficiencias del poderío alemán.

Pero el problema de la selección son precisamente los altibajos en los momentos claves. De nada sirvió ganarle al conjunto de Alemania y después mostrar limitantes y escasez de estrategias para superar a Brasil, que ganó caminando en la cancha. Y eso ha pasado con Argentina, Estados Unidos y Holanda en la antesala de llegar al anhelado quinto partido ya que nos han doblegado con superioridad.

Esa ilusión apenas ha durado cuatro partidos en las copas mundiales. Es una racha, aunque, en términos futbolísticos, representa un periodo negativo considerando los futbolistas de renombre que han convocado quienes han tenido esa responsabilidad. Esa crisis parece ser el talón de Aquiles del equipo de futbol Azteca que no más no da el salto en ese afán por sobresalir.

Viendo el panorama, en estos momentos, el escenario luce desfavorable, sobre todo con un equipo de jugadores veteranos que les hace falta demostrar en el campo de juego por qué fueron los elegidos una y otra vez. De hecho, hay especialistas que auguran un desenlace menos productivo que las pasadas copas del mundo. Esto significa que, en la fase de grupos, se avecinan momentos complejos con representaciones como Polonia y Argentina.

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Si hoy México no sale a ganar, será muy complicado ganarle el próximo fin de semana al conjunto de Argentina que está plagada de estrellas encabezadas por su astro, Lionel Messi, que llega al ocaso de su carrera, pero con una madurez y capacidad para resolver- en cualquier momento- un partido de fútbol. Por ello, se trata de salir a responder a las exigencias de un evento mundial cuyo requerimiento es ir a destacar ganando.

Ya no queremos competencia, sino triunfos. Hay una sed de victorias que, históricamente, carecemos más allá de lo sobrevalorado de un equipo que le ha faltado motivación y madurez para enfrentar a selecciones de primer nivel, pues el promedio del equipo mexicano sigue estancado en el cuarto partido o, quizá, esta vez no sea ni esa posibilidad ya que- por delante- hay dos murallas con alto grado de calidad futbolística.

¿Será que México da el campanazo? La clave estará hoy cuando México enfrente a Polonia porque, ahí, prácticamente se define el destino de la participación. Por ello, los jugadores deben asumir esa responsabilidad, o será que tal vez ya nos acostumbramos al fracaso con algunos destellos de competencia, pero con un desenlace que cada cuatro años se repite en el “ya merito” o “si se puede”.

En sus manos está el destino de llegar al anhelado quinto partido; se ve complejo, pero no imposible.

¡Vamos por la hazaña!